EPISODE 2

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Dos niños de alrededor de 9 y 12 años corrían de un lado a otro en la casona del tío Dan. Iban a pasar toda la semana de vacaciones con el anciano. Yibo y su primo hermano, Wen Ha jugaban a las "atrapadas" yendo de un lado a otro soltando risas en toda la casa.

El abuelo adoraba a sus nietos tanto cómo a sus dos hijas, Carman y Jing Tong y, ambas mellizas. Yibo y Wen Han no solo se trataban de primos, eran más como hermanos. Estudiaban en la misma escuela y vivían en el mismo edificio. Wen Han era mayor que Yibo pero para ellos no era ningún problema.

— ¡Eres lento! ¡Tortuga! ¡Yibo tortuga! —gritó Wen Han entre risas mientras se hallaba en uno de los pasillos de la casa.

— ¡Vas arrepentirte de haberme dicho tortuga, enano! —respondió Yibo con un tono divertido ya que sabia que Wen Han odiaba ser mas bajo.

— ¡Tortu-AAAAH! —Gritó el pequeño de cabellos oscuro cuando Yibo se abalanzó sobre él y comenzó hacerle cosquillas en todo el cuerpo — ¡Suéltame! ¡Yibo! —Se reía Wen Han casi gritando

—No me llames tortuga —decía Yibo sin dejar de hacerle cosquillas.

— ¡De acuerdo! ¡Lo sie-JAJAJA! —Intentó decir Wen Han hasta que Yibo finalmente lo soltó

—Eres un tonto.

—Tú también.

Ambos se rieron y se levantaron del suelo. Habían estado jugando todo el día y aun así parecían tener las energías suficientes para continuar con su juego. Muy normal en niños de su edad.

El abuelo hizo un llamado, haciéndoles saber que debían darse un baño e irse a dormir, no lo decía molesto, era tolerante con sus nietos, sus únicos nietos, a quiénes adoraba como a sus propios hijos.

Ambos se apresuraron al cuarto y tras un breve juego de manos para saber quién iría primero a bañarse, Wen Han salió afortunado, dándole un pequeño empujón a Yibo antes de correr al cuarto de baño.

Tras unos minutos que Wen Han dejara el cuarto, Yibo ingresó para bañarse y alistarse con sus piyamas.

Los dos estaban siempre acostumbrados que cada vez que visitaban al abuelo Dan este les contara una historia, aún mejor si la historia se trataba de extraterrestres, el tema favorito de ambos. Sobre todo de Yibo, quién era el más curioso al respecto.

Cuando ambos niños ya se encontraban en su habitación-ambos compartían la misma habitación pero haciendo uso de diferentes camas- el abuelo ingresó y se sentó en la vieja silla mecedora de la esquina.

Los niños sabían que venía a continuación, por ello esperaron ansiosos en sus camas.

—Les contaré la historia de dos pequeño alienígenas perdidos en la tierra —inició el abuelo y ambos niños compartieron una sonrisa —Se dice que hace unos años, en el tranquilo cielo de China...

El abuelo narró un corto cuento de dos pequeños alienígenas que habían llegado a la tierra por curiosidad, ya que en sus planetas hablaban tanto del maravilloso planeta azul que ambos niños alienígenas decidieron escapar de casa y conocer aquel maravilloso mundo del que todos en su planeta hablaban.

El abuelo Dan narró diferentes situaciones graciosas que ambos niños alienígenas habían pasado y antes de que terminara con su historia, sus nietos ya estaban profundamente dormidos.

El abuelo sonrió y apagó la luz de la habitación, saliendo sigilosamente no sin antes decir:

—Buenas noches, pequeños alienígenas.


—&


Yibo se despertó al sentir algo húmedo y pegajoso golpear su rostro. Por supuesto, era Hada quién lamía su rostro para despertarlo. Se llevó una mano a la cabeza ¿Qué hora era? ¿Lo había soñado todo?

Recordaba que había sacado a Hada después de su cena, entonces vio algo aproximarse hacia el maizal...y encontró una nave...y algo salió de ahí....y...

Se giró para mirar hacia la ventana cuando se topó con grandes ojos color negros observándolo con curiosidad.

— ¡Mierda! —Yibo se sobresaltó y retrocedió.

No. No lo había soñado. Al parecer se había despertado de un desmayo. Su cabeza dolía un poco, miró a su alrededor, aún estaba en casa del abuelo Dan. Hada estaba sano y una extraña criatura estaba observándolo como si fuera el mono de un circo.

—H-Hola —Yibo dijo torpemente ¿Cómo se supone que se dice hola en idioma extraterrestre? Aunque no estaba cien por ciento seguro que este lo fuera. Aunque quizá sí. Maldita mierda.

La criatura ladeó su cabeza y pestañeó.

Perfecto. No lo entendía.

Yibo intentó otra cosa, quizá la mímica, un gesto ayudaría.

—Mi nombre es Wang Yibo —Dijo este señalándose a sí mismo y estrechando su mano en forma de saludo. La criatura miró a Yibo y luego a su mano estrechada. Frunció el ceño e incluso parecía enojado... ¿o asustado? La criatura mostró sus dientes en defensa y retrocedió, aún en posición de cuatro en el suelo, cómo si se tratara de un animal, Sus ojos se volvieron totalmente oscuros nuevamente y sus uñas crecieron unos centímetros más.

Yibo bajó la mano de inmediato y palideció.

¿Acaso iba a matarlo? ¿Había hecho algo mal?

Tragó saliva pesadamente e intentó lo que pudo para calmarse. Esto era lo más extraño que le estaba pasando, iba a intentar comunicarse con un...ser que no pertenecía a su planeta. Era una locura.

—Yo —Yibo se señaló así mismo —Soy Yibo...YI...BO—Dijo articulando bien su nombre. Observó como la criatura parecía relajarse y volver su estado a la normalidad. —Tú —señaló con su dedo — ¿Quién eres? —preguntó haciendo una mímica extraña. Era un tanto vergonzoso, pero hizo lo que pudo.

No obstante, la criatura pareció haberle entendido y finalmente habló.

—Holuku...ghada holuku —habló la criatura y Yibo suspiró frustrado. No entendió nada y tampoco esperaba que hablara su mismo idioma.

— ¿Holuku? —Yibo repitió con torpeza

La criatura asintió.

— ¿Tú...—Yibo lo señaló —...te llamas Holuku?

La criatura negó y señaló a Yibo —Holuku...ghada holuku.

Yibo se rascó la parte trasera de su cuello, no solo estaba asustado por la situación, también frustrado por no saber cómo comunicarse con la criatura. Al parecer lo señalaba a él como "holuku" ¿Qué podría significar? ¿Humano? ¿Acaso lo estaba señalando cómo terrícola?

—Yo Yibo —Dijo este una vez más sonando patético, pero debía intentarlo — ¿Tú? —señaló

La criatura pareció asimilar y contestó con las mismas mímicas.

—Xiao Zhan—Dijo señalándose a sí mismo —Yibo —añadió señalando al humano.

AliensWhere stories live. Discover now