EPISODE 12

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Después de la pequeña guía por todo el escondite donde Yue Yue y un grupo de gente karniana se encontraba, finalmente el rubio alienígena los llevó a donde sería sus habitaciones, o lo que eso parecía.

—Espero que no hayan esperado algo mejor, es todo lo pudimos conseguir gracias a una tejedora Karniana —Dijo Yue Yue con anticipación al mostrarles lo que sería el lugar donde dormirían, eran unas telas...o pieles, en fin, parecían alfombras tendidas en el suelo.

Yibo se adentró y dejó caer algunos de los objetos que llevaba, sentándose en lo que sería su cama —Nada mal, creo que podré resistir —sonrió.

—Me alegro, es todo lo que hay de todos modos para ti —Respondió el rubio.

—El espacio es muy pequeño —Xiao Zhan soltó de pronto haciendo que ambos lo observaran — ¿Qué? ¿No estaremos en la misma habitación? —Preguntó ruborizándose un poco, se aclaró la garganta e intentó añadir algo más —Quiero decir...uhm...

—Pensé que querrías tu...propio espacio —El rubio le mencionó con el ceño ligeramente arrugado y luego desvió su mirada hacia el humano, mirándolo con sospecha. Yibo evadió la mirada y alzó su vista al techo, o al suelo, lo que sea menos los ojos oscuros del rubio alienígena.

Por supuesto, Yue Yue no era para nada estúpido para no saber que alienígena y humano se traían algo entre ellos.

—Preferiría estar en el mismo espacio que Yibo —Xiao Zhan dijo una vez más sonriéndole al humano quién le sonrió de vuelta.

—Muy bien, supongo que puedo solucionar eso —El rubio contestó aún con sus sospechas. — ¿Me acompañas, Zhan?

—Claro.

Yibo aprovechó ese momento para acomodar algunas cosas de su ahora nueva habitación al mismo tiempo de inspeccionar los extraños objetos que había ahí.

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— ¿Qué rayos fue eso? —Yue Yue le preguntó a Xiao Zhan una vez estuvieron lejos del cuarto donde el humano se encontraba, no es que le importara que los oiga ya que no los entendería de igual modo, pero no quería que supiera que esta conversación se tratara de él. Ni que fuera muy importante, solo era un simple humano. Nada más.

Xiao Zhan alzó una ceja y se cruzó de brazos al repentino cambio en el tono de voz de su amigo — ¿A qué te refieres?

— ¿Estar en el mismo espacio del humano? ¿Qué han hecho mientras estabas en la tierra? ¿Acaso ustedes...?

— ¡Yue Yue, basta! —Xiao Zhan dijo de pronto sentándose en una de las pequeñas bancas que estaba abandonada ahí —Yibo me ha ayudado mucho, sin él, probablemente no estaría aquí.

—Lo sé —Yue Yue asintió —Pero noto algo más, Zhan. Está todo en....ti —Yue Yue movió sus manos en el aire sin saber explicar lo que realmente quería decir —Sabes que puedo notarlo.

— ¡Lo sé! ¡Demonios, lo sé! Pero...no lo entiendes —El alienígena intentó explicar —Cuando estaba en la tierra, sucedieron muchas cosas, experimenté sensaciones que nunca antes había sentido. Yibo me hizo ver todo de manera distinta, como que la barrera entre nosotros por ser de razas diferentes no es tan difícil de sobrepasar. De hecho, creo que es el elegido.

—Xiao Zhan.

—Lo sé, crees que estoy loco y lo que estoy haciendo es un pase directo a Frae, pero créeme Yue Yue, no puedo estar equivocado esta vez.

El rubio alienígena pensó por unos instantes y luego suspiró rendido, confiaba en su mejor amigo y respetaba sus decisiones. Quizá el humano si era de importancia después de todo. Podía sentir el aura de Xiao Zhan, incluso su aroma era distinto. Sentía la esencia del humano en todo él.

— ¿Ya lo hicieron? —Preguntó luego.

— ¿ah? ¿Qué? —Xiao Zhan abrió los ojos sorprendido por la pregunta, estaba con la guardia baja — ¿A-a qué te refieres?

—El ritual de compatibilidad ¿ya lo hicieron? —Yue Yue insistió y pudo notar el rostro enrojecido de su amigo y compañero.

—No...todavía. O eso creo. Quiero decir...cuando estaba en la tierra tuve una de esas crisis pero no fui más allá que la estrechez de mano, nada más —Xiao Zhan dijo avergonzado al recordar lo que había sucedido en ese entonces.

— ¿Crisis? ...entonces sí podría ser él, Zhan. Pero, si no han hecho el ritual porque siento que...

Xiao Zhan cerró fuertemente los ojos, hablar de lo que había hecho con Yibo era bastante íntimo como para estar contándolo, pero su perceptivo amigo tenía un punto y no podía tomarle el pelo tan fácilmente. —De acuerdo. No fue enteramente el ritual de compatibilidad. Pero sí hubo copulación —Xiao Zhan finalmente soltó.

—Zhan, sabes lo que eso significa.

— ¡Sí! Pero nadie tiene porque saberlo ¿verdad?

Yue Yue asintió y se sentó al lado de su amigo. Sabía que lo que había hecho no conllevaría a nada bueno, de hecho, empeoraría la situación.

—Zhan, si ustedes dos pisan Karnak, todos se enteraran de su falta. Sentirán tu aura, olerán tu aroma, notarán que te apareaste con un humano y que no tuviste el consentimiento de tus padres para hacerlo. Un humano, Xiao Zhan. ¿Sabes lo que es eso?

—Estuve muy confundido en un inicio, pero ahora estoy más que seguro.

— ¿Qué sucederá si estás equivocado? ¿Qué si es igual que Karian y quiere hacerse con el poder de Karnak? ¿Qué si fue su plan desde un inicio cuando le dijiste de dónde provenías era para que lo trajeras aquí?

Xiao Zhan negó con la cabeza efusivamente — ¡No! No es así, puedo confiar en él.

Yue Yue asintió finalmente —De acuerdo, supongo que debo acostumbrarme a la idea. Te gusta mucho ese humano ¿no es así?

Xiao Zhan asintió con una sonrisa boba.

—Entonces no sé qué estás esperando para realizar debidamente el ritual de compatibilidad ¿te imaginas que tan fuertes serían ambos?

Xiao Zhan soltó una pequeña risa, su amigo no lo entendía del todo —No es el poder, Yue Yue. Es algo más ¿alguna vez has sentido...un sentimiento muy fuerte por alguien? ¿Un sentimiento distinto al amar a tus padres, tu gente, tu planeta? ¿Alguien con quien quieras estar siempre en todos los momentos de tu vida? ¿Alguna vez?

El rubio ladeó su cabeza y se encogió de hombros —No lo he pensado aún.

—Cuando suceda, me entenderás —Xiao Zhan se levantó de su asiento y se estiró un poco —En fin, compartiré habitación con Yibo, espero que eso haya quedado claro.

—Totalmente.

—Gracias, Yue Yu.


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Yibo ya había revisado cada rincón de la habitación dónde se encontraba. De alguna manera, también había logrado enviarle un mensaje a Derbus a través de uno de los aparatos que este le había dado antes de que se fuera a la nave. Le había dicho que ya estaban en el escondite y que se encontraban a salvo con Peng Chu Yue y quizá algunos refugiados más...por ahora. Derbus contestó unos minutos después con un "De acuerdo, avísame cuando sea momento de dirigirnos a Karnak", Yibo respondió con "Así será". Ya había pasado un prolongado tiempo desde que Xiao Zhan se había ido con Peng Chu Yue a hablar sobre Dios sabe qué, quizá sobre la difícil situación en Karnak, a pesar de que Yibo no sabía enteramente los detalles, podía deducir que la situación empeoraba.

Podía oír voces fuera de la habitación, no entendía lo que estas decían pero podía adivinar que serían de los Karnianos refugiados. A decir verdad, tenía bastante curiosidad y tenía muchas ganas de salir y conocer a cada uno de ellos, pero al mismo tiempo se sentía un tanto cohibido por ser el único humano ahí. Ahora entendía, en cierto modo, lo que Xiao Zhan sentía cuando estaba rodeado de más humanos que no era él.

Cuando se levantó de donde estaba sentado para salir de la habitación y buscar a Xiao Zhan, este apareció en la puerta y con una sonrisa entró a la habitación, asegurándose de cerrar la puerta tras él con cuidado.

—Mi gente quiere conocerte, Yibo —Xiao Zhan dijo una vez dentro de la habitación y pegándose a la puerta —Creí que sería mejor preguntarte si quieres verlos ¿o...?

Yibo pestañó un par de veces y pudo ver cierta vacilación en el tono de voz del alienígena.

—No me harán daño ¿cierto? Quiero decir...—Yibo dudó en sus palabras, la verdad es que se sentía muy nervioso al respecto. El alienígena le dirigió una sonrisa tranquilizadora.

—Al mínimo movimiento amenazante no duraré en quitarles las entrañas. —Xiao Zhan sonrió dulcemente y Yibo abrió los ojos de sobremanera —De acuerdo...—Rodó los ojos —Quizá no las entrañas, pero lo que quiero decir es que no dejaré que te hagan daño. Sienten tanta curiosidad como tú.

Yibo asintió. No podía actuar como un gallina justo ahora.

—Está bien.

—De acuerdo. Vamos.

Yibo siguió al alienígena fuera de la habitación. Ahora, caminaban por un estrecho pasillo de paredes rocosas que, al parecer, conducía a una sala más amplia. Antes de llegar, Xiao Zhan le dirigió una sonrisa de seguridad por sobre su hombro y Yibo se sintió más relajado por el gesto.

Antes de entrar a la sala, el humano pudo oír voces que hablaban en idioma karniano, de hecho, oyó un sonido que podría ser descrito como una risa. Al parecer, estaban teniendo una amena charla ahí dentro.

Xiao Zhan ingresó a la sala y todos empezaron a vitorear, Yibo aún desde el pasillo, pudo ver como los seres Karnianos alzaban su puño mientras daban gritos de alegría al ver a Xiao Zhan en la sala, quién imitó el gesto con efusividad al estar frente a su gente.

— ¡Gente! ...¡Gente! —Xiao Zhan llamó dos veces en su idioma para obtener la atención de todos los refugiados en la sala —Estoy muy contento de estar con ustedes en estos momentos. Quizá estos no sean los mejores tiempos para nuestro planeta, para nuestra raza, pero estoy seguro que acabará pronto y que recuperaremos lo que es nuestro. Regresaremos con nuestras familias, vivirán plenamente con sus hijos y tendremos una vida pacífica como siempre ha debido ser —Xiao Zhan habló con firmeza, con seguridad, como un verdadero futuro gobernante lo haría. —Nunca debí huir de Karnak y debería estar luchando en esa guerra ahora mismo, quiero que sepan que esa decisión fue en contra de mi voluntad. Sin embargo, estoy de regreso y que dejaré mi vida en esa guerra con tal de que todo vuelva a ser como antes. ¡Karnak es uno! ¡Karnak somos todos!

— ¡Karnak somos todos! —Gritaron los refugiados alzando sus puños una vez más. Yibo no entendía lo que estaba sucediendo, pero ver a Xiao Zhan hablar a su gente con ese tono tan seguro en su voz hizo que se sintiera orgulloso de él. Definitivamente, sería un buen gobernante.

—Karnianos, asimismo, quiero contarles algo importante. Cuando me obligaron a huir de Karnak, mi nave tuvo un averío y cayó en el planeta prohibido de la galaxia. La tierra.

Se pudo oír distintos sonidos de asombro y temor. De hecho, desde su posición, Yibo pudo ver algunas karnianas llevándose ambas manos a la boca por lo que sea que haya dicho Xiao Zhan.

—Lo entiendo. No debía estar ahí. Sin embargo, a veces las casualidades suelen ser lo mejor que a uno le puede pasar —Dijo Xiao Zhan con más suavidad en su voz —En la tierra conocí a un humano. Su nombre es Wang Yibo.
Cuando Yibo oyó su nombre en el discurso que Xiao Zhan estaba dando, de pronto sintió un silencio sepulcral. Xiao Zhan se giró hacia la entrada de la sala e hizo un ademán para que el humano ingresara, este ahora se sentía más cohibido, como si fuera un mono de circo. Tragó pesado y con pasos vacilantes ingresó al lugar en donde varios ojos se posaron sobre él.

De pronto, sintió un fuerte agarre en su mano y supo que Xiao Zhan lo estaba sosteniendo. Se sentía más tranquilo ahora.

—Él es Yibo. —Xiao Zhan continuó en su idioma y en esa pausa Yibo aprovechó la oportunidad para hacer el típico saludo karniano que en varias oportunidades había visto a Xiao Zhan hacerlo los primeros días que llegó a la tierra.

Nuevamente se oyeron sonidos de asombro y suaves murmuros. Yibo esperaba de aprobación.

—Muchos creerán que es peligroso, que intentó hacerme daño cuando llegué a su planeta, que quizá quiso experimentar conmigo como en muchas ocasiones nos han hecho creer. Pero no. Este humano es distinto. —Xiao Zhan continuó —Él me ayudó, me acogió en su hogar en la tierra, cuidó de mí, me demostró que no todos los humanos son crueles como en algún momento nos lo hicieron pensar. —Xiao Zhan sentía su voz querer quebrarse, realmente se sentía agradecido con Yibo, más de lo que este podría imaginar —No solo eso. Yibo. Este humano que ven ahora mismo dejó su planeta, dejó su familia por venir conmigo y ayudarme a recuperar Karnak.

Nuevamente silencio.

—Sé lo que están pensando ahora. De hecho, deben saber que ha pasado entre Yibo y yo —Dijo ligeramente avergonzado y con las mejillas sonrojadas, apretó la mano de Yibo ligeramente y este le acarició el dorso con su pulgar. —Pido su aceptación. Que su raza no sea un impedimento, que los prejuicios que tenemos por los humanos no sea una barrera para no aceptarlo.

Hubo un silencio más prolongado cuando Xiao Zhan dejó de hablar y las miradas de todos los refugiados estaban sobre ellos, como si evaluaran lo que el joven futuro gobernante acababa de decir. De pronto, el más anciano de todos, se levantó. Tenía los ojos completamente oscuros, era bajo y tenía la columna encorvada en una joroba, su piel arrugada y escaso cabello.

Se acercó a Yibo y lo primero que hizo fue hacerle un ademán para que se agachara a su altura. Yibo lo hizo. El anciano alienígena tomó entre sus manos la cabeza del humano e hizo que sus frentes se juntaran.

Yibo conocía ese gesto y cerró fuertemente sus ojos casi listo esperando la avalancha de dolor y mareo que sentiría al juntar su frente con el viejo alienígena. Pero no sucedió.

Una vez que el viejo lo soltó, miró a Yibo directamente a los ojos.

—Karnak somos todos, humano. Bienvenido.

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