IV. Las de perder.

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¿A qué se refería? Debiste preguntarte antes, cuando escribí que tenía todas las de perder. Te explicaré de una vez.

Lo mío era otro continente, otra gente.
Otra vida, otro amor pero la misma ira.

La musa era un hombre y el poeta era yo.

Y esa misma musa le escribía canciones a otra gentuza y esa gentuza no era yo.

Si aún no has entendido te falta brío e imaginación pero se me ha acabado la tinta para proseguir con tan estúpida explicación.

Oda a la Luna, oda al Sol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora