12 ᴅᴇ Fᴇʙʀᴇʀᴏ ᴅᴇʟ 2000: Sᴍᴇʀᴀʟᴅᴏ

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Me despierto por la luz del sol que me jode la existencia y me levanto de la cama, voy al baño y me lavo los dientes, me baño, me cambio colocándome una ropa cómoda, ya que hoy no quiero hacer nada, hoy pasaré todo el día en casa, igual no hago un culo en el trabajo porque soy el dueño y solo paso para mirar todo. Salgo del cuarto a hacer lo que el sol hizo conmigo con Santiago, exacto, joderle la existencia

- ¡BUENOS DÍAS, MOCOSO! - Dije gritando mientras abría la puerta viendo a Santiago aun durmiendo y tapándose los oídos por mi reciente grito -Wiii, ¡Qué divertido! - Dije brincando en su (Ejem... mi cama, ejem) cama haciendo que se molestara y se despertará totalmente

- ¡¿Qué haces?!, ¡Ugh!, ¡Déjame dormir! - Dijo enfadado mientras colocaba una almohada encima de su cabeza y hacía presión con sus manos

-Nada de seguir durmiendo, levántate que ya es tarde - Dije sentándome en la cama

- ¡Pero si son las nueve de la mañana Víctor! -Me dijo molesto

- ¿Eh?, ¿En serio? - dije mientras encendía el celular y efectivamente eran las 9:20 AM - ¡Es demasiado tarde! ¡Párate y ves a bañarte!

-Aish, ya voy, no tienes que ser tan exagerado - Me respondió levantándose de la cama y caminando hacia el baño

-Bueno, te espero e-

-Aja, si, si ya lo sé - Dijo interrumpiéndome y cerrando de un portazo la puerta del baño

-... que hijo de... - Dije molesto, pero no pude terminar de hablar porque...

- ¡Te estoy escuchando, maldito viejo! - Exclamó Santiago desde el baño

-Aish... - Dije resignado y cerrando la puerta de cuarto y dirigiéndome hacia el puto jardín

Caminé al jardín y me dirigí hacia donde estaban las rosas, hace tiempo no las admiraba, están preciosas al igual que las... ¡Oh! En una pequeña mesita de jardinería estaba un hermoso arreglo en el cual había unas flores ¿Smeraldo?

- ¿Cuándo llegaron las flores Smeraldo, Nana? No me había percatado - Dije sorprendido

-Ah, Víctor, llegaron hace poco, fue una gran sorpresa para mí también - Dijo Nana mientras se acercaba a mi lado - Son realmente hermosas, parecen de otro mundo, no puedo creer que esté viendo unas flores Smeraldo con mis propios ojos

-Así es... - Dije aun desconcertado, no tenía planeado que llegaran hoy

- ¿Recuerdas la leyenda que te conté de estas flores? - Dijo Nana sonriendo

-Claro, nunca la olvidaré - Dije mientras le sonreía de vuelta, las historias de Nana son las mejores

-Oh!, ¿Qué es eso?, Wow, ¡son muy lindas, nunca había visto una igual!, ¿Cómo se llaman, Nana? - Dijo Santiago acercándose a nosotros y señalando las flores

- ¡Santiago!, qué bueno verte, ¿Estas?, son las flores Smeraldo, ¿Te gustan? - Dijo Nana mostrándole aún más las flores a Santiago

- ¡Si!, son preciosas - Dijo emocionado y todavía sorprendido - ¿Puedo tocarlas?

-Claro, hijo, tócalas - Dijo Nana concediéndole el permiso - ¿Sabes? Esas bellas flores tienen una gran historia, ¿Quieres escucharla?

-¡Siii! - Dijo Santiago mientras traía una silla para sentarse y escuchar todo

-Bueno, "La historia de Smeraldo comienza aproximadamente entre los siglos XV y XVI, en un pueblo rural del norte de Italia. En un pueblo llamado 'La Citta di Smeraldo' había un pequeño castillo aislado en el cual vivía un hombre de apariencia muy fea.

No se sabía nada exactamente del hombre. Decían que "Era el hijo ilegítimo de un duque influyente de Florencia, el duque amaba a la hija del jardinero y dio a luz a un hijo ilegítimo. La madre del hombre murió de sangrado excesivo (Hemorragia posparto) en el momento de su nacimiento, y la esposa y los hijos del duque intentaron matarlo. Así que el duque lo envió lejos por seguridad". Los rumores abundaban, pero nada ha sido verificado.

El hombre se escondía solo en el viejo castillo. En su proceso de nacimiento y crecimiento, fue odiado y criticado mucho, así que no le abría su corazón a nadie, y cuando alguien trataba de acercarse, se enojaba y se escondía. Su único placer era cultivar flores en el jardín. Entonces, un día, una mujer apareció cerca del castillo del hombre. La mujer de aspecto descuidado, levantó sus talones y saltó la valla del jardín para robar las flores. El hombre, al principio estaba muy enojado y se mantuvo vigilando el jardín toda la noche, sin embargo, mientras se quedaba dormido un rato, la mujer recogía las flores y se iba. Eso sucedió por varias noches y el hombre fingía haberse dormido para así ver a la mujer. Estaba muy curioso. El hombre comenzó a esperar a la mujer y un día la siguió. Desde donde la perseguía, envuelto en una capa, el hombre descubrió que la pobre y débil mujer se ganaba la vida vendiendo flores". - dijo Nana concentrada en la historia

-Pobrecita, espero que el hombre la ayude - Dijo Santiago triste mientras escuchaba atentamente todo - Esto me recuerda a la "Bella y la bestia", ¿Será que también esta historia terminara en "Un felices para siempre"?

-Para eso hay que escuchar el final - Le dije tratando de callarlo para seguir escuchando - Sigamos escuchando, prosigue Nana y tú Santiago, cierra el pico - Dije molesto, no me gustaba que interrumpieran las historias de Nana, Santiago rodó los ojos molesto

-"El hombre quería ayudarla. Él quería enseñarle cómo cuidar y cultivar las hermosas flores que conocía, pero él no podía presentarse ante la mujer. Era obvio que le tendría miedo y que no lo amaría por su fea apariencia. Después de todo, lo único que podía hacer era plantar y cultivar para que ella pudiera seguir yendo al jardín.

El hombre decidió hacer una flor que no existía en el mundo, comenzó a hacer flores para que la mujer pudiera vender a un precio más alto. El hombre se quedó encerrado en el castillo y empezó a hacer flores. Después de tantos fracasos, el hombre hizo una flor que no estaba disponible en el mundo, y llenó su jardín con ella.

Más, sin embargo, después de mucho tiempo, la mujer no apareció. No importa cuánto tiempo esperó, la mujer no apareció en el jardín, y el hombre preocupado bajó al pueblo con el rostro cubierto, pero la mujer ya había muerto." - Término Nana

-Si él hubiera sido valiente y se le hubiera acercado, todo podría haber terminado bien - Dije enseguida

-No... realmente no es tan fácil, a veces el temor es más grande que tus esperanzas de ayudar y la cosa más horrible es saber que pudiste haberlo salvado, la culpa te acompaña y nunca te suelta - dijo Santiago mirando el suelo mientras con el pie movía la tierra del suelo

Change - El cambio es hoyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt