Blank [Iwaoi] -traducida-

13

Oikawa despertó.

"Todavía no abras los ojos" Le dijo el doctor.

Podía sentir algo envuelto en su cabeza, unas vendas o algo así.

Pronto, el doctor lo ayudó a sentarse y quitarse aquella cosa de la cabeza.

"Ahora, puedes abrirlos"

Lentamente, Oikawa abrió sus ojos, dolían.

Fue 'golpeado' por algo brillante, una luz brillante.

Espera, ¿luz?

Por primera vez en su vida, pudo ver que era luz.

Pronto, comenzó a ver cosas borrosas, también pestañó mucho. Los objetos en la habitación comenzaron a tener formas y colores.

Todo esto era nuevo.

"¿Estás viendo algo?" Oikawa giró su cabeza hacia el doctor.

Un humano.

Por primera vez en su vida estaba viendo un humano.

"S-Sí, lo estoy" Dijo Oikawa, sin poder creérselo.

"Bueno, eso está bien. Tu vista tal vez no sea perfecta, pero por lo menos ya deberías ver ahora. Al principio duele, pero ya te acostumbrarás a ello."

El doctor salió y Oikawa miró por la ventana.

Todo parecía tan mágico.

Escuchó pasos detrás suyos y se dio la vuelta.

Y allí estaba él.

Oikawa sintió que su corazón se detuvo por un segundo.

Un hombre, un hombre muy guapo, estaba parado frente a él. Tenía cabello negro puntiagudo.

Y tenía lágrimas en sus ojos.

"¿O-Oikawa?" preguntó el hombre.

Esa voz...Oikawa conocía esa voz.

Pudo sentir sus propios ojos llenándose de lágrimas mientras que aquella figura borrosa se acercaba a él.

Iwaizumi caminó hacia la cama del hospital y cayó de rodillas.

Oikawa...podía verlo...

Oikawa ahora podía ver.

"Iwaizumi..." Oikawa tomó la mano de Iwaizumi, él la había tomado tantas veces antes, pero ahora era diferente.

Iwaizumi alzó la mirada y observó a Oikawa directamente a los ojos. Sus ojos ya no estaban azules grisáceos. Ahora era de un hermoso color marrón claro.

Oikawa miró los ojos de Iwaizumi, eran verdes oscuros. Miró su hermosa cara, pudo notar ojeras bajo sus ojos. Él claramente estaba cansado.

"Iwaizumi...Ya puedo verte...p-por fin puedo v-verte" Oikawa no pudo aguantar más y rompió en llanto. Pronto fue abrazado. Iwaizumi era cálido y sus latidos estaban igual que antes, pero ahora que Oikawa podía ver, todo era tan diferente.

Escuchó a alguien más entrar. Mientras Iwaizumi lo soltaba de sus brazos, pudo ver a dos chicos parados junto a la puerta.

"¡Hey!" saludó uno de ellos.

"¡Hola, Tooru!" El otro sonrió.

"Mattsun..Makki.." Oikawa no pudo evitar sonreírles.

Su vida apenas acababa de comenzar.

.

.

.