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"Declaran desaparecida a Lucrecia Alemany, hija del empresario Bruno Alemany, desde ayer por la noche después de no encontrarla en su residencia en Madrid, España

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"Declaran desaparecida a Lucrecia Alemany, hija del empresario Bruno Alemany, desde ayer por la noche después de no encontrarla en su residencia en Madrid, España. La policía aún está buscando testigos, pero las únicas personas que habían viajado con ella también están
desaparecidas..."

El somnífero había hecho efecto en
ella desde que habían partido de Madrid, España. No ...específicamente en un avión de primera clase, sino más bien en una agencia de la que ella jamás había oído hablar. Con amenazas, algunos gritos y llantos, Cornelio había logrado que Lú no hablara en todo el viaje. Qué carácter tenía esa mujer. Discutía tanto con él como podía. Cada vez que tenía la oportunidad, ¿acaso no sentía ni un poco de miedo con el?, era diferente...muy diferente a cualquier
otra.
Cornelio la tomó del brazo, después de dieci seis horas de viaje, era la primera vez que la tocaba. La sostuvo fuertemente, Lú sólo cedió.

Él metió las llaves del departamento en la cerradura y procedió a abrirlo. Hizo entrar a Lú. -¿Te gusta? - le preguntó él, refiriéndose al departamento. - No. - respondió ella. Seca. Y con un hilo de voz.

De inmediato se adentró más al pequeño departamento que Cornelio había conseguido para los dos.
-¿Pensabas que iba a comprarme una suite solo para tenerte a ti? - la vio entrar.
Delicadamente posó sus ojos
en las caderas de ella, sin que Lú
lo notara del todo. Relamió sus labios
ahora al observar su delicioso trasero,
y si.. tal vez pensar un poco... todo
lo que haría con él.

Cerró la puerta del departamento, sólo él sabía cómo asegurarla por sí Lú intentaba escapar. Dos candados. Tres y después se hicieron cuatro. Una barra de seguridad. Y otra amenaza. - Creo que no tengo que volver a repetirte lo que te pasaría si intentas salir ¿no?- Lú ni siquiera le respondió. Su cuerpo empezaba a debilitarse. Ahora más que nunca deseaba dormir. El maldito somnífero de Cornelio, que él había utilizado en su pañuelo, le había hecho efecto...o tal vez solo deseaba llorar un poco en algún lugar lejano, sin que él pudiera verla.

-Necesito dormir. . .- le confesó ella.

Cornelio la miró de reojo. No es que
realmente le importara lo que ella
necesitaba, su misión era solo tenerla
y exprimir todo el dinero que pudiera
conseguir de ella, pero de alguna
manera u otra...quiso atenderla.

-No hay lugar. - le dijo él. Por primera
vez se atrevía a mirarla a los ojos.
Lú también lo hizo. - esto no es un
hotel nena!.

- No necesito una cama, solo necesito
dormir. - le dijo ella, ahora con la voz
debilitada. ¿Qué mierda le pasaba?
De pronto se sentía peor que nunca.
Descompuesta. Lo último que le faltaba en ese momento era enfermarse.

Cornelio escuchó sus últimas palabras. Sé adentró a la única habitación que había en ese pequeño departamento y entrecerró la puerta para que Lú no pudiera observar lo que hacía allá adentro. Sacó un par de sábanas y una colchoneta gruesa para luego tenderlas en el piso.

- Duerme aquí. - le dijo él. Frío. Como
siempre. Lú lo escuchó y fue
hasta la habitación donde Cornelio estaba.

- Gracias. . .- susurró ella, sorprendida.
No se esperaba ese gesto de él. Levantó la mirada, que guapo era... de
verdad. .. le gustaba mucho mirar a sus ojos, Aunque pareciera una tontería. Él asintió.

- Lucrecia... - murmuró él. Y a ella le
dió un pequeño escalofrío al escuchar
su nombre entre sus labios. Tanto
que llegó a erizarle la piel. - no causes
problemas ¿si? No quiero tenerlos
contigo. - le dijo, antes de cerrar la
puerta de la habitación.

Con todo eso no había llegado a preguntarle su nombre. ¿Cómo es que se llamaba? Aún no lo sabía. Pero después de todo no había resultado tan mal... Observó lo que había hecho para que pudiera dormir y le dieron ganas de llamarlo... Preguntarle su nombre... Se rio de ella misma al escuchar sus propias fantasías.

¿Qué dirían sus amigas de algo
como eso? , volvió a reírse. Ahora
se concentró en su ropa. No se la
cambiaba desde ayer. Como odiaba
aquello. Volteó a mirar la puerta
de la habitación, completamente
cerrada. ..no perdería nada si se
cambiaba ahí mismo. Así que se quitó la ropa que traía desde ayer y se adentró en el pequeñísimo baño que había dentro de la habitación, lavó su ropa y la exprimio lo más que pudo colocándola sobre el lavadero. Su bonito encaje quedó al descubierto, junto con esas bonitas braguitas de ceda que le remarcaban muy bien las deseables caderas y pompas. Se quitó los tacones, deseosa por descansar por fin... Salió del baño, después de haber lavado como pudo su ropa y dejándola secar, y al cabo de eso...se acostó sobre las sábanas que habían en el piso.

Pero que buena estaba... muy buena,
buenísima. Con todo en su lugar. Y si
empezaba por las piernas, pararía en
un lugar prohibido que su lengua moría por probar. ¿Qué pasaría si se la comía ahora? Cornelio intentó aguantarse las ganas. Miraba todo desde la puerta. ¿Es que acaso era un estupido plan para empalmarlo como nunca en su vida?

Relamió sus labios, ahora mirándole
los senos, redondos y jugosos...deseaba tanto lamerlos ahora mismo, hasta hacerla gritar tan fuerte como podía, era su única petición. Hacérselo. Tanto.
Duro. Durísimo. Meter su miembro
entre esas piernas deliciosas. Hacerla
gozar hasta escucharle pedir más y
más. "Cierra la puerta..." se dijo a sí
mismo. Dándose cuenta de la enorme
erección que ahora adornaba sus
pantalones con solo mirarla tendida
sobre esas sábanas, con una bonita
lencería..."y cuánto amaría sacársela
con los dientes ahora..." dijo entre
sus pensamientos. Oh mierda. . . que
Diosa. "Entra y follala..." le dijo su
subconsciente muy dentro de él.
Cornelio cerró y abrió los ojos
rápidamente, necesitaba irse de ese
lugar antes de que pudiera terminar
irreconocible con ella. Follándola con
todas las fuerzas de su cadera. Cerro
la puerta sigilosamente. Vaya, estaba
empalmado y con la vista más
nublada que nunca, necesitaba follar,
follar duro con alguien, ahora mismo. Y no se aguantaría las ganas.

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Hola mis amores. Bonita noche pensé en actualizar ahora porque pa' que duerman agusto. Seguimos con la dinámica comenten chingos y tendrán capítulos seguros ❤️

S-E-C-U-E-S-T-R-A-D-A ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora