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Lú miraba por la enorme ventana que se extendía en el departamento de Cornelio

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Lú miraba por la enorme ventana que se extendía en el departamento de Cornelio. Estaba sola. Al parecer él se había ido hace bastante tiempo... A dónde iba cada mañana? Ya se lo preguntaría. Esa mañana había amanecido de otra forma. Más
feliz. Sin ganas de pelear. Era otra,
definitivamente. Con solo ponerse a recordar...como había sido la noche... con solo ponerse a pensar, como es que Cornelio la había tratado. Le erizaba la piel por completo. Había sido diferente que la primera vez que tuvieron sexo. Lo había sentido más dulce. Como si no viniera de él, o como si viniera de un Cornelio que solo ella podía llegar a conocer. Era posible? O solo... se lo estaba
imaginando? Jo.der, todo esto le hacía
estremecer el estómago, ponerse de
piel de gallina, tan solo pensar que
Cornelio podría..sentir..algo más..
Alguien tocó la puerta del
departamento con fuerza.

- ¡Abre la puerta! - gritaron desde
afuera. A Lú se le enfrió la sangre. - es la policía de Los Estados Unidos de América - abran la puerta! - volvieron a gritar. Los ojos de Lú se abrieron, atónita, tragó saliva... Quién iba a decirlo? Hace unos días moría por irse de ahí, porque la encontraran, por no volverlo a ver nunca más. Y ahora, deseaba todo lo contrario.
El policía empezó a golpear la puerta.
Dos. Tres. Cuatro veces. La madera
maciza de esta empezó a quebrarse
por en medio. De pronto ella ya no
estaba sola en aquel departamento, si
no que diez hombres, con armas en los hombros, le apuntaban el rostro.

-No te muevas. - Susurró uno de los
policías. Al parecer, quien llevaba a
cargo el caso de su búsqueda.

- No hay nadie aquí... - murmuró ella.

Y agradeció muchísimo que Cornelio no estuviera en ese momento.

- Dónde está Vega? - preguntó
el oficial. Los otros oficiales bajaron la
guardia al notar que él no estaba con
ella.

- No sé... yo... no sé nada de él..- insistió .Y no les diría más. Pues no delataría a Cornelio. Jamás. No después de lo que habían pasado. De tantas cosas que por pequeñas que hayan sido, a ella le parecían especiales.

- No vas a decirnos? - volvió a
preguntarle el oficial. - linda... nosotros somos los buenos...te venimos ayudar, no sabes lo preocupada que está toda tu familia por ti... lo has pensado?

- Yo no sé nada de Cornelio. - Lú lo
miró a los ojos.

El oficial empezaba a cabrearse. Hizo unas cuantas señales a los demás oficiales, estos se colocaron estratégicamente en la ventana y otros en la puerta.

- Lo defenderá?... Defenderás a ese imbécil que te secuestro hace más de una semana... y que planea matarte?

Lú guardó silencio. 'No confías en él...tú confías en Cornelio' ...

-Vaya, vaya...veo que ese tipejo ha sido
inteligente esta vez. -le dijo el oficial. -
tanto que hasta has llegado a creerle...
Una pequeña oleada de tensión se
pasó por su cuerpo. Ese jo.dido oficial
parecía conocer a Cornelio de una manera increíble.

- Bien. No me dirás donde encontrarlo.

- No lo sé..

- Si, claro..claro. - la miró mal. De
acuerdo. No colaboraría. Pero al
menos se enteraría de quién era Cornelio Vega realmente. De quién era el hombre de quién se había enamorado.

- Vamos a hablar...y después de esto...
me dirás si sigues confiando tanto en
él.

***

Los ojos los tenía humedecidos.
Su corazón estaba decepcionado.
Necesitaba gritar. Se sentía como una
estúpida en todo eso. Una más del
montón. Otra secuestrada que Cornelio había enamorado. Que había hecho perder la cabeza y que finalmente había terminado muerta en algún rincón del mundo. Olvidada. Era eso lo que de verdad significaba para él? Una más? ¡No! ¡No! oh mi.erda...se pondría a llorar.
El oficial le enseñó otra foto. Una foto
más. Otra secuestrada. Otra historia. Otra aventura.

- Basta.- le indicó ella. A punto de
romper en llanto. Tenía un nudo
muy grande en la garganta. - lo he
entendido vale? No me interesa a
quién más haya matado Cornelio.. me da igual... les juro que no sé donde podría estar en este momento.

- Y nosotros confiamos en ti. - el oficial
intentó acercársele. -lo vamos a atrapar de todas formas.

'Te odio...' Lú recordó esas palabras en su mente. Cuanto le hubiera gustado sentir eso en ese mismo instante. Odiarlo...odiarlo muchísimo... para así olvidarlo más
rápido. Cómo había sido tan tonta
como para enamorarse de él? Sí,
enamorarse. Porque ahora era donde lo notaba. Estaba totalmente enamorada de Cornelio.

***

Cornelio corrió hasta el edificio. Se le
habia hecho tarde. Lú seguro ya estaría despierta, con ganas de desayunar, con ganas de verlo..
'de verme?' Se rio solo en medio
de la calle. 'Me habrá extrañado?Seguramente sí'. 'Ya mismo llego
bonita' ... susurró en su mente. 'Para
decírtelo todo.'

Quiso doblar la esquina para llegar a
su viejo edificio, entonces fue cuando
divisó que toda la esquina estaba llena de automóviles blindados. Gente en el piso de su departamento siendo
interrogada. Algo que él reconocería en todas partes.' Mier.da'.. pensó. Se desvió en el camino. Lo habían encontrado. Habían encontrado su paradero...el suyo y el de 'Lú' ... pensó. Jo.der... 'estás ahí adentro...'

Y supo que solo tendría dos opciones.
Seguir, y desaparecer con el dinero de
su secuestrada, o quedarse.. quedarse
y no permitir que nadie le quitara a Lú su Lú de él. Porque así lo sentía.

' Vamos Cornelio, piensa... piensa en algo para sacarla de ahí... no la dejes..
tú..tú la amas.'
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Buenas madrugadas! Alguien está despierta?

S-E-C-U-E-S-T-R-A-D-A ¹Where stories live. Discover now