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"Llevo aquí exactamente tresdías

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"Llevo aquí exactamente tres
días. Y sigo haciéndome la misma
pregunta..Cuándo es que me dejará
libre?
No lo sé...no lo sabría, si no
estuviera escribiendo esto, por si
alguien me encuentra alguna vez...y
tal vez quiera saber sobre las últimas cosas que hice en mis últimos días de vida, por si muero...por si él me quita la vida..que se yo, ya no sé que esperar. No de él.
Qué harías tú, si estuvieras aquí? En mi lugar...secuestrada.."

Dejó el lápiz y el papel bajo las sábanas, para luego regresar a la pequeña sala

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Dejó el lápiz y el papel bajo las sábanas, para luego regresar a la pequeña sala.
Tan solo quería expresarse un poco. No le veía sentido a las cosas. Cornelio llevaba más de dos horas en la calle. Otra vez retiraria dinero ese día. A ese paso, ya habría terminado de retirar todo su dinero. Que más le daba. Lo único que le importaba en ese entonces era irse. Dejarlo. No volverlo a ver, nunca más si era posible. Mudarse. Olvidarse de todo lo que estaba viviendo.. pero..entonces, una leve oleada de sentimiento se abrió en su estómago.

De verdad quería olvidarse de todo
esto? Sí. Quería. Y porque lo dudaba?
Qué motivo tenía para empezar a
dudarlo? 'No Lú' , se dijo así
misma, cerrando los ojos. Se conocía
perfectamente, y conocía cada síntoma que sentía cuando empezaba a...

Cornelio abrió la puerta del departamento. La cerró de inmediato. Se detuvo por un momento antes de voltearse.
No quería hablar, no tenía ganas, y
supo por que cuando lo vio voltearse, con la mandíbula hinchada y ligeramente morada. Golpeado. Su corazón se contrajo de inmediato al verlo así, sus ojos lo observaron asustados, le dolía... y no sabía por que...le dolía verlo así.

- Cornelio...

- Déjame, estoy bien.

- Dios mío ¿Quién te ha hecho esto? -Lú corrió de inmediato hacia él. Antes, cogió lo más cercano a sus manos. Una servilleta tendida sobre la mesa. Intentó pasarla sobre el mentón de Cornelio pero cerró los ojos, negando con la cabeza.

- Que estoy bien... susurró.

- No te hace falta hacerte el fuerte
conmigo le dijo ella.- Con una bonita
sonrisa en los labios, que le tranquilizó en lo más profundo. Cornelio también sonrió, sin saber porque, solo lo hizo.
Lú fue hasta el cilindro de la cocina, roció la servilleta de lana y volvió hacia él. - está muy hinchado.

-He estado peor.

-Qué te han hecho?

-De veras te importa?

- No quieras pelear conmigo sí? Trato
de estar bien..

- Lo digo enserio, te importa? - sintió
sus manos rozarle el mentón. Un roce
que había sentido en lo más profundo.
Se mojó los labios, muy cerca a los de
ella, de nuevo... jo.dido sentimiento...
que bien se sentía poder olerlos a poca distancia.

-Sí... - le contestó ella.

De lo más profundo. Más haya del rencor que setenían. Le importaba. Sí y mucho.

- Pues lo sabes, me han golpeado0.

-Quiénes?

- Un hijo de pu.ta.. - lo miró mal.

La servilleta se puso helada. Terminó de pasarla por su mentón. Al menos eso le ayudaría en algo. La dejó
a un lado, concentrándose ahora en la
mandíbula de Cornelio.

- Pues ese hijo de pu.ta te ha dejado
mal.

- Ellos han quedado peor.

- ¿Quién fue? - le dijo verdaderamente
preocupada.

Colocó sus brazos sobre su fina cintura, viéndose realmente
graciosa. El enorme polerón que Cornelio le había comprado le quedaba hasta un poco más arriba de las rodillas, por lo que no usaba pantalones.

-Un imbécil sí? Üno de los que se ha
llevado a una de tus mejores amigas...
A Lú le entró un escalofrío. Recordar esa escena.. le erizaba la piel por completo.

- No creo que quieras escuchar esto.. .- Cornelio caminó hasta la habitación.
Separándose de ella.

- Dímelo.

- Eres tan terca... - refunfuñó él.

- No me afectaría.

- ¿Quieres escuchar la verdad? - le
preguntó. Frio de nuevo. Lú lo sacaba de quicio. Ella asintió.- han matado a dos de tus amigas. - le dijo
sin escrúpulos. Se abrió un silencio
entre los dos. Los ojos de Lú se humedecieron por completo, solo
le faltaba cerrarlos para completar
su llanto. El cuerpo se le debilitó.
Sosteniéndose tan solo por la mirada
de Cornelio. La mataría..si...solo faltaba ella... - y sabes? - le preguntó.    - solo faltas tú y otra más... - las lágrimas de Lú se hicieron interminables. Otra vez estaba asustada, sus manos empezaron a sudar. Sus ojos se hicieron pequeños.

-La diferencia es que yo no pienso hacerte nada....

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Hola.... Si van a querer capítulos pero comenten algo que les guste de la novela planeo publicar al menos hasta el capítulo 15 o si sale bien hasta el 17...

S-E-C-U-E-S-T-R-A-D-A ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora