❁彡❝Como una mariposa❞

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ESCRITOS O1:

One-shot, semi-canon. Post-batalla con Muzan. OoC.

Palabras: 1348.

Ya habían pasado unas cuantas semanas desde la derrota de Muzan, y el final de todos los demonios sobre la tierra.

Inosuke fue uno de los primeros en despertar del cansancio, y uno de los primeros en empezar a moverse después de su tratamiento; aunque no dejaran de gritarle que tuviera cuidado, pues sus heridas aún no estaban curadas del todo. Pero, el que ya pudiera caminar le bastaba.

Ese día, el segundo en dejar su cuarto, se encontró caminando entre los pasillos de la finca mariposa un poco aburrido. Tanjirō todavía dormía, Zenitsu no deseaba dejar su cama, y Nezuko estaba dispuesta a quedarse al lado de su hermano mayor todo el tiempo.

No podía escabullirse por la cocina porque aún no era la hora de la comida y no tendrían nada hecho, tampoco estaba dispuesto a volver y pasar tiempo con sus amigos pues, aunque los quería, él ahora prefería mantenerse activo y no estar acostado en una cama.

Y así terminó afuera en el patio. Entre el murmullo silente del viento y el agitar de las alas de las mariposas siempre eternas por las flores del lugar.

Desde el primer segundo que él pisó la finca, e intuía que desde mucho antes, hubo mariposas volando por allí.

Inosuke era bueno relacionándose con la naturaleza, por haber vivido en las montañas toda su vida y ser criado por esta. En la tranquilidad algo insípida que podría transmitirle a alguien, el Hashibira realmente podía decir que era de los lugares donde se encontraba feliz.

Por lo tanto, apesar de toda la serenidad de los alrededores, Inosuke se sintió completo sólo con interactuar con las pequeñas mariposas.

Acercando sus dedos a una de ellas, dejando que se posen y sentir la textura de sus diminutas patitas junto con su suave aleteo. Concentrándose en la criatura, dejó que la belleza de su ser y del momento lo invadan.

Todo se sintió bien en ese instante.

Hacía mucho que Inosuke no se sentía así, después de todo los últimos meses de su vida estuvo junto a los cazadores de demonios yendo de un lugar para otro y enfrentando sin fin de increíbles peleas. Aprendiendo nuevas cosas y conociendo a mucha gente nueva...

Entonces la mariposa alzó el vuelo.

Hacia arriba al cielo azul, cada vez más lejos de él y de la tierra, el rostro de Shinobu apareció ante él.

Su inexplicable sonrisa, su voz, y la suave sensación al estar cerca de ella.

Shinobu se había ido justo como esa mariposa.

Y en ese momento, con un dolor en el pecho, Inosuke tuvo el tonto pensamiento de que las mariposas eran las criaturas con la existencia más corta en el mundo.

Como la que alguna vez confundió con su madre.

Como su verdadera madre.

𝗜𝗻𝗼𝗞𝗮𝗻𝗮 𝘇𝗼𝗻𝗲 ⚘ knyWhere stories live. Discover now