Peter va a ser siempre una persona sumamente importante, estemos donde estemos; juntos o separados, él es una persona imposible de olvidar. No es una más, ni un novio más, es mi primer amor.
Estaba conmigo después echar a perder una relación de cinco años, y eso no es cualquier cosa, aunque sé que me quiso odiar y olvidar, pero eso será una asignatura pendiente para siempre.
Lali se había planteado las cosas de principio a fin sin evitar esta etapa de reencuentro y de estar juntos de nuevo. Jugó con fuego, pero dicen que de los errores se aprende y ella claro que había sacado lo mejor de ese error, ahora solo le quedaba esperarlo.
Peter por su parte hacía cinco días que se encontraba en Punta del Este, por suerte mas allá de que intentaba evitarla a Delfi, en principio por culpa, aunque es obvio comparado a su relación con Lali, se iba a dar cuenta que nunca sintió nada más que un gran aprecio hacia una persona que estuvo al lado de él en su peor momento, pero nada más.
Últimamente se había hecho más fácil, ya que en temporada de verano ella todos los días tenía desfiles, Peter quedaba solo, aprovechaba para pensar y llamarla a Lali, con quién todavía no tenían nada formal, pero eran ellos, simplemente ellos a miles de kilómetros, pero con el sentimiento intacto.
Con Cande nos encontrábamos en una playa divina, era la típica foto de postales con las palmeras, la arena blanca y el mar turquesa.
- Cande: ¿Te llamó? –dijo acomodándose en la reposera.
- Lali: Si, cuando me estaba cambiando.
- Cande: ¿Y?
- Lali: Nada... como siempre –dije un tanto decepcionada.
- Cande: ¿Nada?
- Lali: Nada nuevo, todo sigue igual –la miré.
- Cande: Pero no entiendo, ¿qué va a hacer con Delfina?
- Lali: No sé, quedamos que después de las vacaciones vamos a hablar, pero no sé bien de qué, no entiendo. –dije un poco angustiada.
- Cande: Es obvio me parece...
- Lali: Si, o sea en eso estoy tranquila, sé lo que siente, pero te juro que no sé cómo va a hacer con Delfina, no sé si va a cortar, o si yo seguiré siendo la amante –puse una cara rara.
- Cande: -se rió- ¿Amantes?
- Lali: Y si gorda, teóricamente está con Delfina. No importa que haya estado cinco años con él, ahora está con Delfina y punto –no era un buen día para tener esta charla, me sentía triste.
- Cande: Bueno, pero de ahí a ser amantes. No me parece. –negó con la cabeza.
- Lali: A mí tampoco, pero amigos no podemos ser, novios menos, ¿qué nos queda?
- Cande: -se rió- "Amigos", si han boludeado con esa palabra eh.
- Lali: Y si, seguiremos siendo los amigos de siempre –sonreímos las dos cómplices.
- Cande: Dios, esa no se la cree ni se la creyó nunca nadie, decían que eran amigos y a otro día en un canal salían chapando, en un boliche chapando, en el Rex se morfaban. ¡Caraduras! –enumeraba y se reía.
- Lali: Pero fue lo mejor, o sea mira si lo admitíamos y de la nada cortábamos, gracias a nuestra GRAN amistad, estuvimos cinco años, ¿no?
- Cande: La verdad que sí. –se hizo una pausa- Yo creo que van a volver, Peter no sabe mentir.
- Lali: ¡Ya sé! Por eso, porque no puede mentirle a nadie, pero tampoco puede lastimar a nadie. No sé cómo va a hacer con Delfina –mire para abajo.
- Cande: Eso ya es problema de él, vos tranqui. –mi amiga siempre me daba la razón.
- Lali: Lo extraño Cande –la miré angustiada.
