- Lali: Aiiiiiii ¿te dije que esa ropa te queda muy bien? -dije sacándome mis zapatos.
- Peter: Si... ¿y yo te dije que vos sos muy linda? –mientras se sacaba el sweater.
- Lali: No me diste ni un beso eh –me acerqué a él, era verdad.
- Peter: Y si no te gusta besarme –se hizo la victima.
- Lali: ¿Perdoname? –ya lo tenía enfrente mío.
- Peter: Delante de la gente che, no me dejaste terminar –sonrió y apoyó sus manos en mi cintura.
- Lali: Ahora no veo gente –lo mire provocadora.
- Peter: ¿Entonces puedo? –sonrió y terminé de acortar la distancia que nos separaba con un beso muy tierno, despacio y con mucho amor.
- Lali: Nunca me voy a olvidar de este día –lo miré y empecé a desabrochar lentamente la camisa.
- Peter: Si, es verdad. –nos miramos- Hicimos nuestra primera película mi amor.
- Lali: –negué con la cabeza, era increíble- Soy tan feliz –terminé de desabrochar su camisa.
- Peter: Yo también... la verdad que no nos podemos quejar –acaricie su panza.
- Lali: Epa –aprete mas fuerte- le vas a tener que ir aflojando al gym. –nos reímos- creo que después de tantas vueltas que nos dio la vida, finalmente estamos como queremos.
- Peter: Aunque falta... -no dejé que continúe.
- Lali: Sh, ¡no arruines el momento eh! –lo rete.
- Peter: Bueno, bueno –sonrió.
- Lali: Ya sé lo que falta, pero todo a su debido tiempo gordo.
- Peter: Obvio –revoleo los ojos.
- Lali: ¿Vamos a dormir?
- Peter: Dale, no doy más –me dejó un beso en mi boca.
- Lali: Me voy al baño –besito en su pecho desnudo, me separé y fui al baño.
Dormimos después de decirle cuanto lo amaba y él a mí. Sonrisas y felicidad.
Realmente no había otra palabra, la felicidad me salía del cuerpo, de la cara, del corazón. Estaba atravesando el mejor momento de mi vida, LEJOS.
Al otro día nos despertamos y nos vimos nuevamente juntos. Levantarse con una sonrisa en esos días era casi habitual y más después del día que tuvimos anoche.
- Lali: Mmmm que frío –me estire, él ya estaba súper despierto.
- Peter: Si, no me puedo levantar –me miró.
- Lali: Buen día –me acerqué un poquito.
- Peter: Buen día, linda.
- Lali: Mm, ¿qué hora es? –me quejé.
- Peter: Hora de irme –lo miré.
- Lali: ¡No! –lo abracé.
- Peter: Hace un montón de días que no voy a dormir a mi departamento mi amor, anoche estaba pensando eso. Debo tener todo podrido.
- Lali: ¿Y qué tiene? Quédate conmigo –me miró.
- Peter: Vamos a levantarnos y después vemos.
- Lali: No, no, no.
- Peter: Si loquita, si –se paró, dejándome sola y desolada.
Se metió en el baño y yo me quede haciendo fiaca en la cama. No quería que se vaya pero tenía razón, no estaba bueno dejar tantos días el departamento solo, sobre todo para las cosas que están en la heladera que terminan todas podridas, y lo sé por experiencia.
Nos levantamos directo a almorzar, pero nuevamente me invitó a almorzar afuera, ya que había un sol que rajaba la tierra pero hacía frío, asi que bien abrigaditos nos fuimos a un lugar lindo para almorzar debajo del sol.
