Capítulo 10

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Veinte sacos de Brio Clásico tendrían que bajar del camión.

Nam había firmado un contrato para hacer uso de aquella marca de alimento para caballos por dos meses gratis, en lo que él tenía que proponer a otros vecinos que lo compraran también.

Para él fue una de las mejores decisiones que pudo haber tomado en toda su vida.

La empresa prometía éxito para sus caballos y el hecho de que resultara gratis le gustaba mucho más; y solo tenía que convencer a otras fincas de que compraran el producto.

Vaya suerte.

Eso le decía al oído: podía ahorrar dos meses perfectamente y ya tenía pensado que hacer con el dinero sobrante.

No demoraron mucho en bajar los sacos del camión y llevarlos al establo; uno cada uno, y por supuesto entre ellos estaba Byul, que hacía el conteo y se aseguraba de que llegaran sin ser rotos.

Pero todo tenía un propósito en ese trabajo.

Ella se había ofrecido aún cuando su turno se dio por culminado para poder ver a Yongsun.

No la había podido ver en ya casi una semana.

Por más que lo intentó, no pudo.

Y Eric no ayudaba mucho. No quería que ninguno de los trabajadores se acercara a la casa, no quería que vieran a su "hija" y menos hombres sucios como lo eran ellos.

Al día siguiente de su paseo con Wheein, Byul se había ofrecido para cambiar horario con otro compañero, pero recibió un rotundo "no" por parte de Tyler. Al amanecer se ofreció también para ayudar a Hyejin con el desayuno, y esta vez Eric se lo negó. Cuando se ofreció nuevamente en ayudar con las bolsas de basura, Eric ya se estaba enojando y la envió hacia el granero, que se encontraba muy lejos de la casa para alimentar a los pollos.

Mientras se había quedado en el granero, se mordió la lengua por ser demasiado obvia y por casi estar rogándole a esos hombres.

No iba a conseguirlo así por así, ahora que lo pensaba mejor.

Fue rápido el tiempo que se llevaron en dejar los sacos.

Escuchó a Tyler reírse caminando hacia ellos que estaban reunidos en medio del camino exhaustos luego de terminar el trabajo.

Bueno, ellos. Ella se hallaba con ánimos de seguir y lo quería hacer notar.

La noche luego de su día en el granero, a pesar de las miles de señales que el destino le avisaba para no cavar su tumba, Byul ahora estaba inspirada a hacer cualquier cosa para quedarse más tiempo en la finca.

Miró en su teléfono celular videos, y buscó manuales en la cocina sobre plomería, y todo lo que tuviera que ver con tareas dentro del hogar, por si acaso se formara un inconveniente y ella sin ningún problema pudiera ofrecerse a trabajar.

— Bien, eso es todo.

Tyler ordenó con un gesto en la mano y se alejó discutiendo algo con Jin.

Byul se quedó estatua en el sitio.

Por poco y cuando se devolvía para salir e irse a su auto, escuchó una queja desesperada de Tyler, hasta unas maldiciones lanzadas a quien sabe quien.

Ella se detuvo por inercia y se giró.

Ahora Tyler llamaba a alguien por teléfono y Jin lo miraba con su mano cubriendo su boca preocupado.

— ¿Cómo que no?

Byul miró hacia ellos con atención. Jin le devolvió la mirada y al ver la interrogante en su rostro se encogió de hombros al no entender mucho qué pasaba.

RIDING [Moonsun G!P]Where stories live. Discover now