𝖾𝗑𝗉𝖾𝗋𝗂𝗆𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗌𝗈𝖼𝗂𝖺𝗅

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Bárbara

— GANAMOS CONCHETUMADREEE!!!!!!!!!— grite al escuchar al locutor decir el nombre de nuestra alianza.

La Martina y el Ángel subieron al escenario, les pusieron las coronas y les entregaron el trofeo.

— Les ganamos feos culiaos — les dije a los de cuarto medio y les pare el dedo enmedio.

Por sus caras estaba segura de que les ardía hasta el hoyo.

Estan todos abrazándose y celebrando, yo no abracé a nadie por que todos me caen como pata en la guata.

— Aun sin nosotros en baile ganaron — el David dijo llegando a mi lado.

— Eramos las estrellas de ese baile.

Giro mi cabeza para mirarlo, por primera vez desde que lo conozco no tiene un moretón y costra en su cara. Aun que lucia cansado, por lo menos no estaba golpeado.

¿Me contara este weon lo que realmente le pasa?
Porque lo de las puertas nunca se lo creí.

¿Sera de esos machitos culiaos que le pega a todo el que se le cruce por enfrente? o ¿Trabaja para la mafia y vive una vida peligrosa?

Yiaaa, mucho wattpad.

El resto de la tarde la pasamos en la casa de la Trini, ¿como chucha me dejo entrar? ni yo lo se. Comimos toda la tarde y jugamos cartas como amiguitos.

Después la Martina se saco casa para celebrar y aquí estoy po, en el patio con una botella de tequila en una mano y el limón en la otra. Bailando con un weon que veo medio borroso, pero pico.

— Espérame que voy a dejar la botella — según yo eso le dije al weon, espero que haya sonado como en mi cabeza.

Salí como pude del grupo de gente y deje la botella en la mesa, apoye mis manos para no caerme de espalda y cerré los ojos.

No vomites bárbara andrea.

Abrí los ojos y como pude me serví un vaso de bebida. Me lo tome al seco y volví renovada a la pista de baile.

Beyonce queda chica con mis pasos de baile.

El weon con el que estoy bailando ya me tiene un poco, por no decir mas que la chucha, chata. Parece chicle el culiao.

El DJ, si la martina contrato un montón de weas, cambio la canción y todos los weones empezaron a saltar. Aproveche eso y me escabullí entre la gente.

Llegue otra vez a la mesa y me quede como weona para mirando una mosca, movia sus manitos como si estuviera planeando algo.

Levanto la mirada, trato de enfocar con mis ojos a la pareja que estaba apoyada en la puerta. Por el pelo rubio de la chica deduzco que es la Martina con el Ángel.

Me froto los ojos y vuelvo a mirar, era la Trini con el David.

Con el David weona.

Mi cerebro despertó y me di cuenta de lo raro que era. Ellos son como el agua y el aceite, ¿que hacían juntos?

Trate de mirar para otro lado pero mis ojos volvian a ellos como un boomerang.

Porque soy asi weon, déjalos vivir weona.

Los vuelvo a mirar, el David estaba mirando al horizonte y la Trini jugaba con la cadena que colgaba del cuello de el. El al darse cuenta de lo que ella estaba haciendo se alejo un poco, pero a ella poco le importo porque se volvió a acercar.

Una onda de calor y rabia recorrió mi cuerpo.

¿que wea? espero que sea el alcohol que esta en mi cuerpo.

David se acerco a ella y le dijo algo al oido.

La misma onda volvió a recorrer mi cuerpo solo que esta era de rabia.

De reojo veo a un weon acercándose, giro mi cuerpo, lo agarro del cuello y estampo mi boca con la suya.

No se a quien chucha le estoy dando un beso, ni porque el ver al David con alguien mas me genero esta reacción.

El individuo me agarra de los hombros y me separa de el.

— Que chucha Barbi — mierda, las cague de maneras monumentales.

Su cara estaba confundida, tenia arrugadas las cejas y estaba a la espera de mi respuesta.

Acabo de darle un beso al Ángel.

— Era un experimento social — fue lo único que atine a decir, me di media vuelta y salí lo mas rápido que pude del patio.

Estaba por salir de la casa cuando alguien me agarra la muñeca.

— ¿Ahora besas a tu mejor amigo? — dijo el David, su cara irradiaba diversión.

— ¿Ahora te gustan las cuicas pencas? — le conteste pesada. Me solté de su agarre, abrí la puerta principal lo mas rápido que pude y salí dejándolo ahí adentro.

El viento helado golpeo mi cara, me abrazo a mi misma porque la weona salió sin su chaqueta, ando con poleron pero igual me da frío.

Mis pies caminan solo, no se adonde voy. Mi cabeza piensa un montón de weas.

Porque al momento de darme cuenta que era el Ángel me espante tanto si hace un par de semanas que lo quería puro servir.

Porque ver al aweonao del David con la Trini me hizo comportarme como una weona hormonal.

Porque solo siento remordimiento por el beso.

Pongo un pie en la calle para cruzar cuando siento nuevamente una mano en mi muñeca. Me atrae a su cuerpo y detras mío siento un bocinazo.

Casi me arrolla un auto, que lindo.

— ¿A ti no te enseñaron que tienes que mirar cuando cruzas la calle? — me miro molesto.

— No — me alejo de su cuerpo.

Miro para ver si viene un auto y cruzo la calle.

— Por lo menos ahora si miraste — escuche su voz en la otra esquina.

— No me trates de sacar tema David, no quiero hablar — me di vuelta para hablarle.

Bipolaridad en su punto.

— Pero si es lo que estas haciendo ahora.

Le levante el dedo de enmedio.

— No entiendo porque estas tan enojada — cruzo la calle y quedo enfrente mio, yo estaba arriba en la vereda y el en la calle. Estando asi quedamos a la misma altura—, alfin tienes al Ángel.

— Pues yo no lo quiero.

— ¿Y que quieres ahora?— me miro directo a los ojos.

Mis ojos viajaron desde sus ojos hasta sus la labios, rojos y carnosos.

Puta quería puro chantarle un beso.

— Nada, no quiero nada — pronunciaron mis labios. Me iba a ir cuando de nuevo tomo mi muñeca, solo que ahora me pego a el.

Su perfume mezclado con el olor al cigarro dejaban en un olor particular, un olor a David.

Al estar casi a la misma altura veia cada detalle de su cara, su mandíbula perfilada y mas marcada que mi futuro. Esos ojos que estaban mas oscuros de lo normal, su pelo sin forma y desordenado.

Paso mis manos por su nuca y como si él leyera mi mente me dio el beso. El David paso sus manos por mi cintura y me pego mas a su cuerpo. Yo solo presionaba su nuca para hacer el beso más profundo.

Nos separamos por falta de aire.

— ¿No que no querías nada? — me miro divertido.

— Cállate — tome su nuca y volví a juntar nuestros labios.

Y ahí estábamos en medio de calle, comiéndonos como si no existiera mañana.

Definitivamente es la última vez que tomo tequila.

Sentimientos culiaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora