𝗎𝗇𝖺 𝗉𝖾𝗋𝗋𝖺 𝗏𝖾𝗌𝗍𝗂𝖽𝖺 𝖽𝖾 𝖺𝗇𝗀𝖾𝗅

2.4K 189 41
                                    


Bárbara

Sonó la campana que indicaba que el dia había terminado. Busque a la Trini con la mirada, estaba sola sentada adelante.

— Oye — me hablo el Ángel — mi mamá dijo que vallamos a tomar once — me propuso.

— ¿Y yo? — dijo el Isaac apareciendo a nuestro lado.

— Tu igual — rodo los ojos el Ángel.

— Voy a pasar a baño primero— aviso el Isaac y salió de la sala.

— Vallan ustedes por mientras, después los alcanzo — dije.

— Bueno — encogió sus hombros el Ángel— no llegues muy tarde — me abrazo y me dio un beso en la mejilla.

El Ángel salió de la sala, pegue un último vistazo a la Trini, ya no quedaba nadie en la sala, ni el profe. Ella se levantó de su asiento y camino hasta mi.

— Necesito café — dijo al pasar por mi lado, yo me quede parada — yapo, vamos.

Despabile y la seguí. Me sorprende lo rápido que se van todos al sonar la campana, ya no quedaba casi nadie.

Me pase todo lo que quedo de mañana pensando en lo que me dijo la Trini, ¿será verdad? o es solo un plan para cagarme.

También me quede pensando en el tipo de relación que debe haber llegado a tener con el David. La escena de ellos en el carrete de la Martina estuvo en mi cabeza por un buen rato, no niego que desplegaban tensión sexual.

Los celos los tengo a flor de piel.

Les quiero pegar un wate a los dos, pero mejor me controlo.

Total no éramos nada.

Pero igual me hierve la sangre, jeje.

La Trini me llevo a una cafetería no muy lejos del colegio, pero lo suficientemente cara como para que solo me alcance un vaso de agua.

— Señoritas ¿que se sirven? — pregunto el mesero.

La Trini miro la carta con atención.

— Un café cortado con una dona de arándanos porfavor— cerro la carta y se la devolvió al mesero — ¿quieres algo?

¿La Trini en su modo amable? nunca antes visto.

Mire la carta en mis manos.

¿Pueden existir tantos tipos de cafe?

Parece que si.

¿No tendrán te de berries?

Estas en una cafetería, aweona.

— Un latte porfavor — le pedí al mesero.

— Enseguida les traigo su orden — tomo las cartas en sus manos.

— Gracias — dijimos al uniso.

El nos sonrió y ambas le sonreímos devuelta.

— Una perra vestida de ángel — soltó la Trini con tranquilidad.

— ¿En que sentido?

— En todos, ¿tienes tiempo verdad? — me miro atenta y yo asentí— creó que es mejor que te cuente la historia completa.

— Te escucho.

Mágicamente el mesero apareció con nuestro pedido, en el momento perfecto para empezar el chisme.

La Trini tomo un sorbo de su cafe.

— Lo de que mi papá se caso con su tia lo vamos a omitir porque te lo sabes de memoria— tomo otro sorbo de cafe — todo esto te voy a contar con la intención de que la Ana no gane otra vez, no para sacarte celos o cagarte la onda con el David.

Sentimientos culiaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora