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Como había previsto Jungkook, cuando JiMin ya se encontraba mejor de salud los médicos se encargaron de reportar su caso a las autoridades que rápidamente tomarían cartas en el asunto.

El los escucho, y no podía permitir que JiMin fuera llevado a la cárcel donde la mayoría de los omegas de ojos azules  estaban excluidos, había decidido hacer lo que fuera con tal de sacarlo de allí.

Ese mismo día, se encargó de sobornar a los vigilantes que estarían esa noche de guardia, para que los dejaran salir y para que desaparecieran las grabaciones donde salieran ellos dos juntos. En realidad no había sido tan difícil.

Con JiMin caminando de nuevo solo hizo falta que se vistiera lo más común posible, y por supuesto que volviera a fingir de nueva cuenta ser un alfa, esto por seguridad si se llegaban a encontrar de casualidad a alguna de las enfermeras que trabajaban en el turno nocturno del hospital.

JiMin caminaba al lado de Jungkook, espalda recta representando tan bien el papel de alfa que Jungkook no pudo evitar recordar aquellos días donde para el JiMin era un alfa que de verdad resultaba intimidante para todos, no iba a admitirlo pero verle de ese modo, tan serio solo hizo que le gustara un poco más.

JiMin llevaba puesta una gorra que desviaba cada que se topaban con alguien. Si no había rostro y solo había olor de dos alfas nadie sospecharía, así que actuaron lo más tranquilos que pudieron, y llegaron a la salida del hospital.

Tan solo un poco más y podrían estar fuera, JiMin ya no correría la mala suerte de ser apresado. Pero como siempre algo tiene que salir mal.

—¡Deténgase ahí!— un guardia que Jungkook no había visto en su vida los interceptó antes de la salida— Dense la vuelta, manos arriba y  no intenten nada, en especial tu.—

Habían logrado descubrirlos.  El corazón de JiMin comenzó a acelerase, su omega interior chillo de miedo. Pero el no podía permitirse mostrar debilidad. Se giró al lado del alfa que lo miro con nerviosismo.

—¿Está estupido o que?— Jungkook intentó fingir que no sabía lo que ocurría.— ¿Porque nos detiene? Mi hermano y yo solo  vamos a comprar algo para comer idiota.

El hombre entre cerró los ojos, y miró directamente a JiMin buscado algún indicio de nerviosismo, sin embargo no encontró nada, solo los penetrantes ojos azules que se ocultaban un poco bajo la gorra que lo miraban como si intentara atravesarlo.

El beta titubeo sosteniendo el arma mientras le apuntaba directamente al omega. JiMin no se inmutó a pesar de tener un arma apuntando directamente a su cabeza.  Su mirada lo ponía nervioso y eso JiMin lo sabía.

Justo en el momento en que el hombre hizo contacto visual con JiMin fue que lo comprendió. Muchas cosas que pasaban por su cabeza en ese momento... solo podían ser obra de el omega y el guardia lo sabía. Cuando todo termino JiMin seguía mirándolo sin parpadear, resultando ante los ojos de cualquiera algo espantoso y aterrador... algo casi sobre natural. El hombre no pudo evitar pensar que la mirada que el omega tenía en ese preciso momento... parecía como la de un demonio.

«La mirada de esos omegas hijo... cuando te miran, puedo atreverme a decir que es una de las cosas más aterradoras que puedes presenciar, mirar a uno de esos seres anormales directamente a los ojos... puede significar incluso hasta tu propia muerte.»

Si, Jungkook confirmó que JiMin le produjo cientos de escalofríos con la mirada que le dirigió cuando le indicó sin pronunciar palabra alguna que continuarán su camino. El hombre no los siguió, simplemente se quedó parado en medio del pasillo.

Cuando tenía ocho años no pudo comprender lo que su padre estaba queriendo decirle, no entendía como una mirada podía significar tu muerte. ¿Acaso tenían visión Láser o algo parecido? No veía una solución y esa respuesta es la que más se le acercaba.

Turquoise Eyes[omegaverse]( Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora