𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗨𝗘

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𝗣𝗥𝗢𝗟𝗢𝗚𝗨𝗘

 Muchas veces Selene Knight se había quedado hasta extensas horas de la noche tan solo observando el cielo sobre su cabeza sentada en su lugar de siempre, la hamaca que algún tiempo atrás su padre había construido para ella

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 Muchas veces Selene Knight se había quedado hasta extensas horas de la noche tan solo observando el cielo sobre su cabeza sentada en su lugar de siempre, la hamaca que algún tiempo atrás su padre había construido para ella. Selene Knight era una niña sumamente educada, con aires de fineza y de mujer sofisticada que su madre le había inculcado, muy al pesar del Sr. Knight.

Para Astoria Knight la finura de una mujer era importante. Una mujer debía estar siempre impecable, debía comer, saludar e incluso comportarse con educación. Selene Knight no podía comportarse como un hombre en frente de ella o se vería obligada a estar horas y horas leyendo sobre la escuela de señoritas de París.

Astoria Knight había sido educada de aquella manera, al igual que su madre, su abuela, y cientos de mujeres durante el linaje de la familia VanDaan. Astoria había asumido la responsabilidad de educar a su hija con los mismos valores desde que se había enterado que tendría a su primer hija mujer, luego de haber tenido a Theodore, su hijo mayor de ya dieciocho años.

Nicholas Knight, por otro lado, había deseado con todas sus fuerzas que su segundo hijo resultara ser un niño, para educarlo de la misma manera que a Theodore, pero, a pesar de la desilusión, se prometió ser el padre que su pequeña estrella necesitaba, porque para Nicholas, Selene era una estrella que había llegado al mundo con el don de brillar con su perfecta personalidad e inteligencia.

La vida de la familia Knight era completamente perfecta, mientras Nicholas se pasaba varias horas al día trabajando para el periódico local, Astoria junto a Theodore se ocupaban de la lavandería que la familia poseía en la calle Greenmanor, y por último, la pequeña Selene era cuidada por su abuela materna, Andromeda.

Todo marchaba a la perfección, la educación de Selene, la economía de los Knight, lo que no resultaba bien era el país. El gobierno estaba llamando a los hombres a inscribirse para servir al país. Dentro de la pequeña casa de los Knight una discusión se llevó a cabo una noche de invierno. Nicholas y Theodore habían estado de acuerdo en inscribirse y servir a la nación, su condición masculina se los pedía a gritos y la presión de la sociedad también.

Astoria gritó a los cuatro vientos su negativa ante la noticia, pero aunque Nicholas era un hombre de mente abierta y siempre tenía en cuenta la opinión de su mujer, esta vez no fue así, ni Astoria ni el llanto de su pequeña Selene lo harían cambiar de opinión y Theodore seguiría los pasos de su padre sin importar el riesgo.

Fue así que Astoria no tuvo otra alternativa, la guerra estaba sobre sus cabezas y a pesar de ser muy cuidadosa con respecto a las juntas de su hija, se vió obligada a inscribir a Selene Knight al programa de refugiados. Un tren se llevaría a cientos de niños para ponerlos a salvo de la guerra.

𝐇𝐎𝐌𝐄𝐂𝐎𝐌𝐈𝐍𝐆────𝘌. 𝘗𝘦𝘷𝘦𝘯𝘴𝘪𝘦Where stories live. Discover now