Dirty dreams // Rebornplay

I

Nota: La historia actualmente se encuentra en edición, mas no se cambiará nada, únicamente se corregirán errores de texto y poco más. Si estás releyendo, primero que nada muchísimas gracias, y segundo, no te preocupes, que todo sigue en su lugar.

En un principio Auron comenzó usando falda para "hacer el tonto" con Perxitaa, mas todo cambió cuando terminó usándola con Reborn de forma más íntima.

Sus glúteos se habían teñido de rojo al ser nalgueado reiteradas veces por el castaño, el cual disfrutaba de los gemidos que soltaba el pelinegro cada vez que lo hacía.

Se supone que irían a minar, pero luego de que sus túneles se cruzaran tras haber encontrado los mismos diamantes, discutieran casi a gritos y posteriormente se besaran sin entender el por qué, habían acabado en su situación actual: encerrados en un reducido espacio que ellos mismos se hicieron, con el bajito puesto en cuatro, con sus rodillas y las palmas de sus manos sobre el abrigo de su pareja para evitar hacerse daño, mientras que el dueño de dicha prenda se dedicaba a penetrar esa estrecha cavidad anal que lo recibía con gusto, dando justo en el lugar que minutos antes descubrió que volvía loco a su novio.

Les daba igual el lugar o lo incómodo que fuera, lo harían incluso en la mazmorra si les daba la gana. De hecho, no descartaban esa opción.

— Te ves lindo con esa faldita, aunque tendremos que lavarla luego de esto, princesa. — Dijo el mayor con algo de dificultad, justo antes de salir por completo del interior del más bajo, para luego volver a entrar de forma brusca, causando que el cuerpo de éste se estremeciera y soltara un gemido tan alto que ambos jurarían lo podía haber dejado sin voz. Como agradecían el estar solos.

Aquella prenda era lo único que evitaba la completa desnudez del moreno, puesto que el alto no quiso quitarla, sino que simplemente subió la tela que colgaba, dejándola reposar en la cintura ajena. Quería disfrutar de esa imagen lo máximo posible.

Ante ese pensamiento, otra vez las embestidas subieron de intensidad, nublando totalmente la razón de Auron, haciéndolo actuar por mero instinto y dejándose llevar ante el placer que lo invadía; gritando la primera palabra sucia que se le ocurriera o simplemente jadeando y gimiendo sin poder parar, poniendo sus ojos en blanco y sin siquiera notar la pequeña cantidad de saliva que bajaba por la comisura de sus labios.

Siempre sucedía aquello cuando lo hacían en lugares donde los pudiesen descubrir, a ambos les gustaba el peligro, por esa razón lo disfrutaban mucho más y solo se dejaban llevar, sacando a la luz sus lados más lascivos y obscenos. No obstante, les gustaba que el otro fuese así. Era sensual.

El bajito ya había reemplazado sus manos por sus antebrazos, dejando su trasero aún más expuesto ante el mayor, quien no desaprovechaba la oportunidad y se entretenía apretando y masajeando a su antojo esos glúteos tan redondos y apetecibles.

— Ya... Yo... N-no... — La coherencia era completamente desconocida para el pelinegro en ese instante, mas su amante supo de inmediato lo que quiso decir.

Ambos estaban a punto de llegar al orgasmo.

— ¡Mira, se queda sobre mis cofres! ¡No hagas eso, gato perro! — La voz e "insulto" incomparables de Perxitaa lo hizo abrir sus ojos de golpe, para luego sentarse sobre la cama, mirando a su alrededor un tanto desorientado.

¿Qué cojones...?

Se encontraba en su hogar, únicamente en compañía de sus gatos... Y también de una erección que no se iría tan fácil.

— ¡Aléjate de ahí, coño! — Ahora se escuchó la voz de Momon, seguida por la risa de Auron.

Auron...

¡Había soñado con Auron! ¡La jodida erección había sido por causa suya! ¡¿Por qué?! ¡¿Cómo lo miraría a la cara luego de... Eso?!

— ¡Que alguien despierte a Reborn, jamás duerme hasta tan tarde y justamente lo hace cuando saldremos! — Ahí estaba de nuevo el causante de su "problema". ¡Mierda!

¿Qué debía hacer? Era cuestión de segundos hasta que alguien entrara a su casa para querer despertarlo de, quizás, forma violenta, a los gritos... O ambos.

Estaba jodido.

Una idea cruzó por su mente, era extremadamente mala y lo sabía, pero era su única salvación para poder estar lejos de todos durante un buen rato.

Tenía que hacerlo...

— ¡¿Pero qué le pasó?! — Exclamó incrédulo Axo, justo antes de carcajear.

Nadie respondió, pues no entendían qué o cómo había sucedido aquello.

Reborn sonreía victorioso, aún sabiendo perfectamente lo que le tocaba hacer. Lo peor que le podía pasar luego era que sus amigos cuestionaran su inteligencia, sin embargo, eso le daba exactamente igual, pues al menos su problema inicial ya no existía.

Inventaría una buena excusa por el camino, después de todo, decir que te lanzaste por voluntad propia desde el último piso del hotel para poder morir, no era una respuesta muy lógica. De momento se daría su tiempo para salir de la mazmorra.

Por primera vez sentía ese lugar como un sitio seguro.

× ♡ ×

Reborn llamando princesa a Auron es mi nueva religión uwu