Capítulo 42

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Había pasado cinco días desde que empezaron a aparecer regalos y flores tiernos y sencillos en el escritorio de omega, lo que provocaba conmoción en la agencia.

¿Quién sería tan loco para pretender cortejar al omega de tan imponente alfa?

Si fuera un alfa ordinario tendría más sentido que alguien tenga las agallas de pretender al omega que reclamo desde el día uno, pero Mew era del linaje de alfa de sangre pura, tal vez ya no era uno de ellos pero aun corría en su sangre su fuerza e intimidante poder. Todos estaban consientes de lo territoriales que son los de su clase, el que se meta con su omega sin duda alguna era un suicida.

Mew estaba volviéndose loco por los celos, la cual también afectaba los nervios de Kaownah ya que Gulf tenía que ir a consentirlo por horas y con lo posesivo que se había puesto no lo dejaba ir solo a ningún lado, ni a la pequeña cocina, envolvía posesivamente a su omega, iban y venían juntos, dedicándole una siniestra miraba a todos los alfas de la empresa, desconfiaba de todos y lo celaba hasta de betas.

Prácticamente Kaownah perdió a su asistente, pero por lo menos estaba agradecido con el menor de mantener a Mew mínimamente concentrado, porque mientras Gulf le ronroneaba sentado en sus piernas, el mayor terminaba sus obligaciones.

No era suficiente para el alfa dejarle chupetones visibles en el cuello o marcarlo repetidas veces con su olor, el enamorado misterioso era insistente en captar la atención de su omega.

Pero de lo que no dudaba pero ni un poco es que Gulf solo tenía ojos para él, no era difícil de llegar a esa conclusión.

Solo él ha sido testigo de lo risueño y cariñoso que era, porque una vez que se disponía a trabajar se convertía en alguien netamente serio que no transmitía emoción alguna.

Solo Mew lo ha escuchado ronronear, tan solo él ve como la sonrisa de Gulf no se borra de la cara al estar a solas, o las vocecitas que hace cuando quiere comer algo raro, amaba sus risitas traviesas y su dulce olor mezclado con un toque especial que liberaba cuando estaban coqueteando íntimamente, se preguntaba como hacia ese último "¿acaso es una de sus habilidades?"

Y lo estaba contemplando una vez más abrazados, empañando los vidrios del auto estacionados enfrente de la casa de Mild, ya había oscurecido totalmente y el frío viento se evaporaba al tener contacto con el caliente ambiente que habían creando aquella apasionada pareja.

Esta vez no fue el alfa quien empezó tan lujurioso beso, sino el omega.

Cuando Mew estaciono el auto Gulf sonrió con malicia, se desabrocho el cinturón y subió sobre las piernas provocando al mayor, se mordió el labio con sensualidad mirando con deseo a su alfa, alertando todos los sentidos de Mew, causando que se encienda sus deseos solo con un movimiento erótico.

Conectaron miradas sabiendo lo que querían, y se fundieron en un apasionado beso estremeciendo todo el cuerpo de los dos, cada vez hambrientos por más.

— Esta noche... — dijo Gulf sin separar los labios del alfa, con la respiración acelerada —...quiero dormir contigo — concluyo sacando la campera que vestía el mayor.

— Debiste decírmelo antes... así nos íbamos directo al departamento — respondió deseoso bajando el cierre de la campera del omega para empezar a desabotonar la camisa desesperado por volver a tocar su piel.

Gulf rio entre besos — lo hubiera hecho... solo que... lo acabo de decidir ahora — dijo metiendo la mano bajo la camisa trazando los tonificados músculos que había extrañado tanto.

Todo su cuerpo de repente pidió por su alfa, su omega se negó a separarse de él, y se dio el gusto tomando lo quería, sabía que la contraparte estaría encantado.

VALIENTEWhere stories live. Discover now