Dorkable.| Kim TaeHyung;BTS.

d i e c i o c h o.

Me muero de sed.

Esa era la única frase que se repetía dentro de mi cabeza como un disco rayado, incluso en mi inconsciencia porque sabía que estaba dormida, profundamente dormida. Estaba soñando algo bastante particular pero parecía volver a iniciar cada vez que intentaba beber agua de una fuente de los deseos. Todo a mi alrededor parecía ser parte de un universo arcoiris, era un mundo parecido a La burbuja de Mabel, lleno de felicidad, criaturas mágicas y colores brillantes. Yo definitivamente no pintaba nada en el cuadro pues mi ropa era negra, estaba descalza y mi delineado estaba mal, tenía marcas de lágrimas negras en las mejillas, como si hubiera llorado muchísimo por alguna razón.

Caminaba por senderos llenos de brillos y todas las criaturas a mi alrededor cantaban felices una melodía de un comercial de jugo que vi la mañana anterior. Incluso había una fuente de los deseos pero cuando quise pedir algo noté que no tenía ni una sola moneda, eso era típico de Jiyoon, ni siquiera en una realidad ideal podía salirle algo bien. Resoplé y miré mal al sapo con gorrito de mago y seguí caminando murmurando algunos insultos.

Jiyoon.

Alguien me habló, pensé que había sido el sapo pero cuando lo miré se limitó a croar y a inflar esa bolsita en su garganta así que fruncí el ceño, no había sido él, ¿Verdad? Es que esa voz me sonaba demasiado familiar y sabía mi nombre.

Jiyoon.

Volvió a pasar, alguien me estaba llamando. Volteé a ver a mis costados, las criaturas del bosque me observaban de un modo raro, tortugas, conejos, ciervos, todos parecían presentir que algo iba a ocurrir. El horizonte comenzó a nublarse: Nubes moradas, otras grises. No podía moverme, mis pies parecían anclados al sitio, sed, tenía mucha sed, las sienes me palpitaban por el dolor de cabeza y tenía calor, mucho calor.

¿Por qué tengo tanto calor?

Asfixiándome, el ambiente, el calor, si seguía así me iba a asfixiar. Pero cuando pude reaccionar noté al culpable de ello: ese maldito oso. Un oso teddy gigante que se apareció de repente que luego de cantarme en el oído una melodía rara se abalanzó sobre mi y me abrazó fuerte y más fuerte y chillé agudamente, pidiendo ayuda pero no me soltaba, nunca me soltaba. Apretaba más y más y la música de fondo comenzó a sonar lenta y terrorífica.

―Déjame en paz oso de mierda.―Intenté patearlo pero me abrazó con más vehemencia, envolviendo su pierna encima de mi cadera logrando que nos cayéramos al suelo y me enojé, le dije algo feo y el oso lloró un poco porque lo ofendí o algo pero no me dejó ir.

Está bien, voy a morir.

―Jiyoon. ―Sí, así me llamo yo, creo. ―Kim Jiyoon, ¿Estás ahí? Abre la puerta. ―La puerta. Y esa voz. Mi mamá, era mi mamá. La realización me hizo entrar en pánico, incluso dentro de mi sueño pues el oso sonrió enseñándome sus dientes filosos y amarillos para después transformarse en ella, en mi mamá. De a poco se le cayó la piel peluda, sus dientes se quedaron y se volvió una mamá enojada. Muy enojada. Grité, literalmente grité de miedo mientras el oso se reía de mi.―Jiyoon, son más de las ocho, abre la maldita puerta.―Insistió de nuevo, sonando enfadada.

Pero no podía despertar, estaba demasiado agotada, tiesa de miedo y ese oso me apretaba todavía y un momento, las ocho. Las clases de biología. Jungkook y su auto. Espera un momento... ¡Las clases, el laboratorio, mi...mi clase!

Voy a reprobar.

N.o p.u.e.d.o r.e.p.r.o.b.a.r.

Mis párpados se abrieron de golpe al notar que estaba por perderme una clase tan importnate, era tarde, demasiado tarde y yo no tenía oportunidades mágicas como en mi maldito sueño con una fuente de los deseos, a mi todo me salía mal sin magia así que tenía que correr a mis clases incluso si iba sin arreglarme esa mañana. Deberes son deberes, pensé e intenté moverme pero no pude reaccionar como debía, estaba atrapada, justo como en mi sueño.