NUEVE

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las cosas cambian mientras, todos avanzan pero tu te quedas atrás

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El avión ya había aterrizado, los cuatro ya se encontraban en la salida del aeropuerto ya se habrían ido si no fuera por un pequeño inconveniente. 

-¡Por favor que se quede!-gritaba Canadá como niño chiquito-¡yo me encargaré de ella! La llevare de paseo, la alimentare y todo eso, ¡pero deja que se quede!

U.S.A suspiro miro de un lado a otro y cansado de escuchar a su hermano gritar acepto.

-Esta bien, pero tu te encargas de ella- Canadá salto de alegría y abrazo a su nueva amiga que lleva un rato escuchando la conversación y comento.

-¿Me acaban de llamar perro?, porque me siento como uno- su cometario fue ignorado por los tres restantes.

Ahora el cuarteto de idiotas se encontraban llendo a lo que seria su primera parada, claro primero tenían que rentar un auto, tarea sencilla para cualquier adulto pero vamos a ser sinceros estamos hablando de los norteamericanos y un humano que tiene nombre de país.

Después de se casi ser demandados por la empresa por estrellar uno de los autos de muestra, ahora se encontraban en el auto en camino ahora si a su primer destino, Matthew y Grecia jugaban al veo veo mientras que Noah y Luis hablaban del hotel y sobre lo que tenían planeado hacer esa semana en lo que seria el Parque Nacional Yosemite.

-veo veo-cantaba Grecia

-Que vez-respondió Matthew igual de la misma forma 

-algo negro y blanco- Matthew miro a su derecha un campo lleno de vacas y sonrió

-¿una vaca?- pregunto Matthew observando a la peli-azul, simplemente negó con la cabeza su amiga-¿otra vaca?- frunció el ceño Grecia y volvió a negar, Matthew miro  al lado de su amiga y vio ovejas- una oveja negra y blanca- y por tercera vez negó-Entonces que...

su frase no logro ser terminada gracias a que un brusco movimiento provoco que los que se encontraban en el carro se sobresaltaran, el mas grande de edad logro a tiempo mover el carro hacia un lugar seguro mientras que una sombra de aspecto no tan amigable cubría el mismo lugar que los tenia a salvo.

-¡Que mierda es eso!- asustado grito José, mientras observaba que sus  tres amigos estuvieran bien.

La pobre Grecia estaba siendo aplastada por el adicto al maple.

-¡Por eso les dije que usaran cinturón!- volvió a hablar el peli-café(José Luis, el mexicano pues) preocupado ahora por otra cosa en vez del humo que se estaba apoderando del coche.

-¡Mierda Matt! ¡Pesas un chingo!- Grecia logro quitar al Perú con hoja de su pequeño cuerpo.

-Lo siento-el mexicano volvió a a regañar a los dos menores mientras que el americano miraba con miedo y curiosidad el humo negro y blanco, de paso cerro las puertas.

- ¡ah!, Matt lo que veía era el humo que venia siguiéndonos como desde hace una hora - un silencio reino en el automóvil

- y ¿Por qué putas no dijiste nada?- comento enojado el americano mientras veía una forma de logar escapar de esa cosa rara.

-no se, simplemente pensé que era el carro- nadie sabia que hacer, intentaron usar sus celulares pero era como si el humo fuera un tipo de barrera que cortaba la señal.

Ya después de casi una hora Noah ya estaba cansado sus esperanzas se estaban acabando como también el oxigeno; que dentro de una media hora se acabaría. 

Lo que ellos no ven -USAMEX- Where stories live. Discover now