LA NOVIA DE KACCHAN (Katsudeku)

Carta melancólica

No le gustaba que lo vieran llorando en el transporte público, pero ya se le había echo tarde, el aire secaba sus lágrimas con efectividad, puso fuerza de voluntad para no hacer dramas en el tren, pero las emociones seguían fluyendo.

Nadie lo conocía, se permitió seguir llorando.

Llegó a su casa, se miró al espejo antes de pasar a ver a su madre, sus ojos estaban hinchados, pero podía inventarse algo.

-Izuku, estaba a punto de llamar a tu celular- se acercó a abrazarlo- ¿Por qué estuviste llorando?

- ¿Y-yo llorando?

-Sí, quién más es Izuku, ¿Qué pasó, hijo?

- Solo estoy cansado, huele delicioso, ¿Hiciste ramen?- sonrió para tratar de cambiar el tema.

-Sí, pero ya no queda porque les invité a tus compañeras, Uraraka y Ashido vinieron hace un rato para dejar el cuaderno que olvidaste, tienes unas amigas encantadoras- le entregó el cuaderno olvidado, era el de apuntes generales.

Deku palideció, en una de sus páginas hace un mes había escrito una de las tantas cartas para Katsuki, no puso su nombre, pero daba muchas referencias.

- M-mamá... ¿Leíste mi cuaderno, por sea caso?

- Se cayó un dibujo de All Might de su interior y lo volví a colocar, solo eso- sonrió algo nerviosa- ¿Por qué, hay algo que quieras contarme?- trató de crear un ambiente de confianza.

- No... Todo está bien, iré a comprarme algo y vuelvo en 5 minutos- avisó alegre como siempre y la mujer asintió.

Tan viral había sido la noticia de un Kacchan enamorado que Uraraka y Ashido lo comentaron cómodamente en casa de Deku cuando fueron a dejarle la libreta. Así que Inko también estaba metida en el chisme, le tomó por sorpresa, pero agradeció que el amigo de la infancia de su Izuku encontrara a alguien que lo comprendiera y quisiera.

Iba a comentárselo a Izuku hasta que el dibujo de All Might fue a parar al piso y al abrir aleatoriamente el cuaderno para dejar la hoja se encontró con la carta prohibida.

Soñé contigo, fue placentero escucharte decir que confiabas en mí y que me apreciabas, es más, no te creí y reí pensando que lo decías en broma.

Pero tu rostro derrochaba honestidad, mi corazón se congeló, era tan extraño recibir tus halagos. "Deku, me siento solo, ¿Aún eres mi amigo, te quedarás conmigo?" Solo asentí fuertemente con una sonrisa ilusionada, lo que no pude decirte es que siempre ocupaste un espacio en mi cabeza y en mi corazón, así uno de los dos no te vea como un amigo, pero quiero estar para ti,

La verdadera pregunta es... si tú te quedarías conmigo. :(

Inko se quedó pensativa, era evidente que se trataba de Katsuki, la carta de su hijo tenía un toque melancólico lo cuál la llenó de tristeza, pero no podía decirle frescamente que la había leído.

Seguro la noticia de aquel noviazgo lo había dejado devastado, así que decidió hacer un pastel de chocolate para animar a su retoño.