LA NOVIA DE KACCHAN (Katsudeku)

Conociendo a Hannah

¿Cómo resumirlo en breves palabras?

La siguiente semana Katsuki estaba primaveral, juvenil y con una actitud 10% más positiva, ahora gritaba bajito, a Mineta le revolvía el estómago su cambio de ánimo.

Los hombres habían sido castigados por una payasada de Denki y tuvieron que quedarse una hora más. Aizawa sensei dormía envuelto en algo amarillo y los chicos comenzaron a fastidiarse, se tiraban bolas de papel, libros, mochilas, sillas, carpetas, etc...

- ¡Bakubro, hoy cumples un mes más con Hannah San!- festejó Kirishima, el cuál se encargó de comentar a toda la clase que su amigo tenía ya 2 meses de hermoso romance.

- Seguro el quirk de amor de Hannah es muy duradero- se quejó Mineta hablando alto, ya no le importaba susurrar, de todas maneras Bakugou ya no era la misma bestia bruta de antes.

- ¿Siguen con eso del quirk de amor?- murmuró Katsuki fastidiado- Hannah no tiene quirk, ya basta de eso- ok, eso sí era algo nuevo, ellos daban por supuesto que la chica tenía un poder súper genial.

Esa noticia dejó aún peor a Midoriya que se sentaba atrás del rubio ahora no tan explosivo, quiso salir lo más rápido posible del salón, pero por su torpeza se dió un buen golpe en la pierna con el escritorio de Bakugou, se cayeron las cosas del pupitre y también las que llevaba en sus manos.

-Lo siento, lo siento- se agachó a recoger todos útiles escolares regados por el suelo, Todoroki fue a ayudarlo.

En otras oportunidades, Bakugou le hubiera explotado la cara por tirarle sus cosas.

- Hace una semana que ya no le dices "Kacchan"- Denki tan fastidioso  escogiendo los peores momentos- ¿Ese era su apodo de soltero?

- Es verdad, ya ni se hablan, ¿Hannah se puso celosa? ¿Cuándo la traerás para conocerla? ¿Le gusta usar vestidos?- cooperó Mineta diciendo lo último con especial énfasis.

- No les importa, no quiero que Hannah tenga que ver con ustedes.

-¡Hey, Bakubro, eso fue muy cruel, verdad Midoriya!- se indignó el de cabellos rojos dispuesto a ser el padrino de bodas.

- Eso depende de K... Bakugou kun, no depende de mí- ya limpiado el desastre que hizo se marchó a paso veloz, como ahora todos vivían juntos, en cuestión de 10 minutos estaría encerrado en su cuarto llorando en posición fetal.

- Jodido nerd, ¿Qué le pasa?- susurró para sí mismo fastidiado, ¿Desde hace cuánto no le dirigía la palabra? Ni se había percatado, ya que no le tomaba importancia, ni para rivalizar o Hannah se enojaría y enojada era un dolor de cabeza, un tierno dolor de cabeza.

- Midoriya insiste en que no está celoso, pero a parte de Kirishima ¿No era el más cercano a ti, Bakugou?- no sabemos a qué punto quería llegar Sero.

- Sé directo, cintas- lo miró amenazante.

- No sé, últimamente lo veo triste, quizás deberías hablar con él.

- ¿Y por qué demonios tengo que hablar con él y de qué?

- No sé, no creo que a Hannah le guste ver a tu amigo de la infancia tan desganado- lo dijo de forma de burla ya que para Bakugou las órdenes de Hannah eran indiscutibles y era la única forma de llegar a él.

-Tiene muchos amigos, que ellos lo traten, jodido nerd- guardó sus cosas y sacó su celular para textear con su novia, seguramente.

Ya había pasado la hora de castigo, todos podían ir a la residencia, pero el rubio tenía otros planes con su novia, habían quedado en ir a comprar figuras coleccionables para el hermano pequeño de esta. Pero primero debía pasar a la cafetería por algo dulce para su chica, a ella le encantaban esos detalles.

- ¡Zuki!- gritó Hannah afuera de la residencia, al parecer había tenido un pase especial para entrar o algo así.

- La bella Hannah está afuera, es momento de brillar- susurraba Denki junto a Mineta mientras veían por la ventana.

- Lo siento, Bakugou, pero te voy a serruchar- el enano peinó su cabello y salió campante a recibir a Hannah.

El brillo de la muchacha usando un vestido veraniego color amarillo lo dejó ciego, incluso acabó desmayándose. Las chicas salieron para conocer un poco más a la señorita y dejaron al enano en el suelo, claro, tratando de no pisarlo.

- Buenas tardes, Hannah chan, puedes llamarme Tsuyu- se presentó la rana estirando su mano, a Hannah le pareció encantadora.

- Yo soy Momo, eres muy famosa en la academia, Hannah san- sonrió la chica alta dándose cuenta que compartían la misma estatura.

- Espero que no sean cosas malas ahah- río suave y aceptó que las muchachas la hagan pasar al interior de la residencia hasta que espere a Bakugou, él había ido a la cafetería hace un rato y no volvía.

- ¿ Cuántos años tienes, Hannah chan?

- ¿ Cómo así conociste a Bakubro?

-¿ Por dónde vives?

-¿ Te hiciste la lipo?- esa fue Ashido ya que era extraño tener una cintura tan pequeña y piernas anchas.

- Mina, no seas grosera- se quejó Momo, pero la afectada lo tomó como un halago y sonrió contenta.

- Tengo 17, chicos.

- ¡Bakugou está con alguien mayor, es un crack!- Denki se dejó llevar recibiendo un golpe de parte de Jirou al interrumpir el chisme.

- Conozco a Zuki desde el año pasado en el conservatorio de música, pero parábamos peleando, no le dejaba que me humille y eso lo hacía enojar jaja.

- ¡Eres admirable, Hannah San!

- ¡Eso es lo que una mujer hace!

- Bakugou no te intimida en lo absoluto, son perfectos el uno para el otro- Iida estaba seguro que esa relación duraría- sorry Midoriya, ahora soy #teamHannah- concluyó susurrando.

Hannah recordó el momento exacto en que conoció a Katsuki, él trato de ridiculizarla en la batería, pero Hannah llevaba años en el conservatorio y el ridículo fue otro.

- ¿Música?- los ojos de Jirou se iluminaron- ¿Qué instrumentos sabes tocar, Hannah San?- tomó asiento a su costado.

Las que no hablaban era Uraraka y Ashido, aún no les terminaba de caer bien la "chica perfecta", estaban tratando de buscarle un maldito defecto.

¿Por qué Katsuki tardaba tanto en regresar?

El rubio estaba parado en la entrada de la UA como una estaca, no estaba esperando a su novia, él sabía que ella iría a buscarlo a las instalaciones, a quien realmente esperaba era a Midoriya. Izuku al momento de tropezar con el escritorio había mezclado los cuadernos y Bakugou tenía el cuaderno de apuntes generales del pecoso entre sus manos.

Normalmente hubiera esperado hasta mañana para aventarle su objeto, pero había una página que lo dejó perturbado, exacto, había leído la carta secreta que estaba seguro, era para él.