Ominoso

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Sobre V Luna Nocta


Escribo sobre lo quiero leer. También la opinión de mis lectores es muy importante, porque me ayudan a mejorar.

Siento que mis historias no dan miedo, así que cuando me dicen que les causé terror me emociona. Me encanta el terror paranormal, pero prefiero usar personas más que monstruos u otras criaturas, porque no hay ser más inhumano que el propio humano.

Mi experiencia en la hora del terror la definiría como gratificante. Es muy divertido participar, e incluso los disparadores de ideas estimulan la creatividad. Las historias que he escrito para los desafíos me han hecho sentir orgullosa.

Usuario de Wattpad: LunyaPetricor



Ominoso


Solo se dio cuenta de que era de día por la luz del sol que se asomaba de las pequeñas rendijas entre los tablones que había colocado. Muchas veces se vio tentado a bloquearlas, pero entonces temía que el oxígeno estaría cada vez más limitado, tampoco podría diferenciar el día de la noche, francamente no deseaba volverse loco por algo como eso.

Respiró de forma suave y constante, enfocándose al máximo en hacer el menor ruido posible. No quería que ellos lo encontraran. En cuanto a qué eran exactamente, no lo sabía, no quería averiguarlo. Bien podrían resultar en zombis, espectros, alienígenas o cualquier otra criatura.

La rejilla de ventilación le permitía respirar, era pequeña pero cada vez que transportaba un sonido todo su cuerpo se estremecía. Sin estar seguro de lo que estaba afuera, le aterraba la idea de que pudiera filtrarse por ahí, sin embargo al principio no se permitió cubrirla, después receloso de que pudiera atraer la atención con el ruido de los martillazos lo dejó así.

El estómago comenzó a gruñirle, asustado por el sonido levantó una botella de agua y comió un poco de la papilla que tenía cerca. Sus movimientos fueron suaves, lo más silencios que pudo. A esa altura ya había organizado sus alimentos para racionarlos y que le duraran el mayor tiempo posible. Le costó un gran esfuerzo por la debilidad de su cuerpo; llevaba tres meses encerrado con poca comida.

En ese espacio sin salidas ningún ruido externo se percibía, pues incluso antes de planear resguardarse había insonorizado su hogar. Escuchar risas, gritos, voces en general e incluso ladridos, maullidos o trinos lo estresaba, le ocasionaba ansiedad al punto de morderse las uñas hasta sangrar. Si bien de ese modo no lograría tener ninguna señal de que ellos se habían marchado, tampoco le preocupaba mucho, después de todo la manera en que se enteró de su presencia fue en un sueño premonitorio, creía entonces que del mismo modo sabría cuándo acabaría el infierno.

La hora del Terror: veni, vidi, viciWhere stories live. Discover now