Capitulo Catorce

232 29 0
                                    

Wooyoung

Nunca antes he podido decir que me estaba sintiendo demasiado feliz, emocionado incluso por algo en lo que he podido participar sin que me regañen o mama me quiera mantener escondido. Aunque en realidad tampoco es que todos estos años haya podido hacer cosas, siendo que mi habitación era mi refugio. Ahora que soy más libre, que ese monstruo no se encuentra en casa por orden de mama, es así como me siento, además de emocionado y demasiado feliz por el nuevo cambio que he querido y sigo queriendo mostrarle a San.

Acercándome a mi amigo, tomando sus manos viendo que no se atreve a abrir los ojos, acaricio el dorso de las mismas, besando con cuidado su mejilla, pidiéndole en un susurro que por favor abra los ojos para así poder compartir lo que tan contento me ha puesto incluso antes de hacerse posible y real.

— Confía en mi por favor —le pido —solo quiero que veas esto y compartir contigo lo que me hace feliz después de que seamos amigos claro.

San lentamente abre sus ojos, provocando así que una sonrisa aparezca con amplitud en mi cara, sintiéndome bien, ignorando la tirantez en mi mejilla llena de esas cicatrices que ahora mismo me da igual porque estoy mostrándole a quien más me importa algo nuevo.

— ¿Son..?

Los ojos de San están fijos ahí donde antes estaba esa pared y ahora hay una puerta hacia cuanto me permiten ver en forma de ventana que ahora solo puedo sentir nervios, miedo incluso por si me dice que he hecho mal pidiendo esto.

— Son ventanas si —responde mama, viendo supongo la tensión que está atacándome —San se que no he sido buena madre para mi hijo pero tenéis todos razón. No puedo esconderle si Wooyoung lo que quiere es conocer. Aunque por supuesto mi miedo como madre seguirá estando ahí.

El silencio vuelve a instalarse entre los cuatro que estamos presentes, fijando en todo momento mi atención en San, que ahora se está acercando a una de las ventanas, la cual también es como una puerta que está abriendo, permitiendo que así entre la brisa de la calle.

Acercándome, viendo el gesto de incomodidad y dolor en su rostro, le protejo con cuidado entre mis brazos, llevándole hasta mi cama que da al lado opuesto de donde originalmente se encontraba.

Los dos nos sentamos, sin decir nada, pidiéndole a mi madre sin palabras en alto que nos deje a solas.

Me sorprende porque lo hace.

Estando ahora San y yo a solas, en mi habitación, sentados uno junto al otro en mi cama llena de cojines, vuelvo a sostener sus manos, acercándome más si es que es posible, haciendo así que sus ojos y los míos conecten.

Mis mejillas cosquillean ante la intensidad de sus ojos, de la forma en la que me mira, se acerca, cerrando los míos propios por la repentina y para mi inesperada pero cálida unión de nuestros labios.

Mis manos, como si tuviesen un autocontrol y no la necesidad de una orden, se mueven de las suyas hasta sus hombros así como mi cuerpo ya no descansa sobre mi cama, habiéndose San acomodado de mejor forma sobre la misma, permitiéndome estar sobre sus piernas.

— San —murmuro contra sus labios —no quiero hacerte daño con mi peso.. tus costillas no se recuperarán así..

— No me duele y no me incomoda que estés sentado sobre mis piernas —deja un suave beso sobre mis labios —no tienes que preocuparte de nada Woo.. y respecto a tu habitación que se que estás nervioso por eso.

— Si no te gusta lo entenderé —bajo mi mirada a mis manos entre nuestros cuerpos —quizá debí dejarlo todo como estaba.

— No Woo —me hace mirarle —me gusta como está tu habitación ahora y me siento feliz por ti, porque hayas querido cambiar esa horrible pared por esas ventanas, esa puerta.. por algo que no te oculte más. El siguiente paso que es decisión tuya cuando estés listo para darlo será salir, conocer gente de nuestra edad y esas cosas.

Promise // Sanwoo //Where stories live. Discover now