Capítulo II: Una llamada

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Pasaron los días y Marie y Jaden prepararon dinero y usando una chimenea de polvos flu se fueron directos a Londres. Él estaba asustado, nunca había usado una chimenea de polvos flu, pues siempre vio a su madre usarla y la primera vez que vio esto pensó que su madre se había incinerado.

Jaden esta metido ya en la chimenea, nervioso y palido.-Venga hijo, sabes lo que hay que hacer y sabes que no va a pasar nada-

-¡Mamá, no me metas presión!-Nervioso, sujeta los polvos flu y los tira a sus pies.-¡Al callejón Diagon!- De repente se envuelve en llamas verdes y desaparece en un abrir y cerrar de ojos.

Jaden abre los ojos, en un instante estaba en el callejón. Su madre aparece detrás suya y se disponen a comprar lo necesario. Tras varias horas buscando el material se dirigen a comprar su mascota. A Jaden no le gustaban las lechuzas y después de un rato pensándolo adoptó un cuervo. Era negro como el carbón y los ojos como la obsidiana. Era sereno y amigable, además le gustaba ir a hombros de Jaden. Solo le faltaba la varita, lo más importante para un mago. Para Jaden era algo más que un trozo de madera que proyectaba magia, para él era una seña de identidad, un objeto propio de gran valor sentimental. Entro en la tienda donde todos compraban su varita: Ollivanders. Cuando entró se encontró con estantes altos llenos de varitas, macetas rotas y un dependiente que no era Ollivander. Para él Ollivander era su mayor ídolo, siempre le gustó a que se dedicaba. Jaden tenía dos pasiones en el mundo mágico; las varitas y los animales. El dependiente de la tienda estaba atendiendo a otra persona. Él se limitó a mirar la tienda de cabo a rabo. Observa un pasillo detrás del mostrador en el que no consigue ver final. En su cabeza unos susurros comienzan a aparecer como si alguien le estuviese llamando.

*-Soy toda tuya...Ven a por mi. Sígueme...-* Jaden sucumbe a esa voz y se adentra al pasillo aprovechando que dicho dependiente está atendiendo a otros niños. Salta el mostrador con cautela, como es bastante largo el dependiente no lo nota. Se adentra sin hacer ruido en el pasillo y comienza a ver más y más varitas. La voz proviene de una puerta de madera un tanto vieja. Entra y se encuentra con un escritorio viejo, polvoriento, con una vela prácticamente apagada en una de sus esquinas. Él se acerca y lo acaricia. Se percata de un cajón en la parte inferior del escritorio el cual abre. Este está casi vacío, solo tiene una cosa en el; una caja. Jaden con intriga la abre y siente como una conexión entre el y lo que hay dentro se forma. Dentro de la caja hay una varita, ella le estaba llamando.

-Veintiocho centímetros, castaño y roble inglés, ligeramente flexible, núcleo de pelo de cola de thestral y suplemento exterior de pelo de unicornio.- Una voz ronca, serena y longeva suena detrás suya. Al darse la vuelta ve a un hombre de unos 80 años, pelo blanco largo, de estatura baja, que camina con ayuda de un bastón.-Jamás pensé que encontraría a su dueño, ella...te ha elegido jovencito.-

-E...espera, ¿es usted Ollivander?- Estaba nervioso, atónito y confuso. Ollivander tenía 109 años y en persona aparentaba muchos menos. -Es para mi todo un honor conocerle. Siento haber entrado sin permiso es que yo...esto...-

-No pasa nada joven, pero debo hacerle una pregunta.-

-¿Qué ocurre?

-Recuerdo perfectamente a todos mis clientes de varitas, desde los más antiguos a los más recientes pero a ti no te he visto nunca y, ¿No debería tener usted ya una varita? No creo que tenga usted once años.-

-Digamos que por varias razones no pude obtener mi varita propia hace tres años, tengo catorce.-

-Oh, bueno supongo que eso ya no importa. Pero debo advertirle algo Señor...-

-Ah, soy Jaden Brown Krilliagoon.-

Queda perplejo durante unos instantes y luego responde. -Señor Brown, cuide esa varita, me jugaría la vida a que está hecha para usted.- Acerca su mano y acaricia suavemente su pelo.

Jaden se acuerda de que su madre le estaba esperando fuera y se despide rápidamente de Ollivander. Al salir de la tienda el dependiente le grita pero Ollivander le hace unas señas diciendo que le deje ir. Mirando a Jaden, Ollivander piensa;

*-Con que un Krilliagoon...-* Esboza una ligera sonrisa. *-Por fin apareció.-*





WENAAAAAAAAAAAAAAS espero que os esté gustando, el tercer capitulo vendrá prontito (Espero XD)

El Heredero de lo desconocido.  [Harry Potter Fanfic]     (EN PROCESO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora