El Heredero de lo desconocido. [Harry Potter Fanfic] (EN PROCESO)

Capítulo VII: Privacidad

-¡Silencio!- Gritó Mcgonagall. Todo el gran comedor se quedó en completo silencio.-De seguro ha sido un fallo del sombrero seleccionador, ya tiene muchos años.- Mcgonagall miró al sombrero fijamente con una mirada penetrante y oscura. El sombrero se asustó, pero no mostró señales de ello. 

Jaden seguía sin saber que hacer. Estaba sentado, esperando a que aquel viejo sombrero decidiera su futuro. Seguramente sería Hufflepuff, como su madre y toda su familia, estaba casi seguro de ello. 

-Tras darle vueltas y pensármelo cautelosamente, he tomado mi decisión final...¡Gryffindor!- Jaden quedó absorto en sus pensamientos. *-Gryffindor...¿Como? ¿Por qué? Mi familia es Hufflepuff, ¡Hasta mi bisabuelo lo fue!-*

Se levantó de la silla después de que le quitasen el sombrero, y se sentó con los de su nueva ¨familia¨. Como acababa de ser seleccionado, se sentó con los de primer año. Buscaba la cara de Vanessa entre la mesa de Ravenclaw, pero no la encontró. Se dio la vuelta y se puso a comer mientras todos le miraban de reojo y susurraban su nombre. Al terminar buscó sus cosas rápidamente. Dejó a Light con su cuervo para que nadie lo encontrase. Sorprendentemente, Light era consciente de su situación, no debía ser visto por nadie menos por Jaden o Vanessa. El que Vanessa supiese de la existencia de Light le beneficiaba, pues en caso de que pasase algo, tiene a alguien que le cubra las espaldas. 

Encontró a Filch por los pasillos mientras buscaba la puerta a su correspondiente casa.
-Disculpe señor, ¿Dónde está la puerta de Gryffindor?- Preguntó Jaden, procurando ser educado.

-Tú debes de ser ese tal Krilliagoon, ¡sígueme!- Cabreado, como siempre, Filch murmuraba cosas mientras subían por las escaleras cambiantes, tan características de Hogwarts. Jaden ignoraba a Filch, le interesaba más observar los cuadros con vida que había en las paredes. Llegaron a una pared lisa y fina y Filch se quedó quieto.

-¿Por qué nos paramos?-Preguntó Jaden.

-Tu habitación está aquí, pero espera un momento, engreído.-

-¿Habitación? ¿Y donde está la sala común de Gryffindor?- Mientras él esperaba una respuesta de Filch, una puerta apareció en la pared. 

- Metete dentro, niñato- Filch entró y comenzó a explicarle.-Debido a las órdenes de la directora, se te ha asignado la sala de los Menesteres como tu habitación. Aquí tienes un pequeño salón, un cuarto y un baño. Para poder acceder a esta, tendrás que pensar fuertemente en este lugar y aparecerá. La directora manipuló la magia que creó esta sala para que puedas usarla.-

*-¡Qué pasada! Preferiría convivir con mis compañeros de Gryffindor, pero la intimidad es bien recibida.-*

Tras la salida de Filch, Jaden empezó a instalarse. Sacó toda su ropa y la metió en los armarios, dejó a su cuervo en lo alto de una mesa, comprobando que Light estuviese ahí.*-Ok, sigue aquí-* acarició al pequeño que estaba durmiendo bajo el ala del cuervo. Pasaron varias horas hasta que terminó de desempaquetar sus cosas y acomodarse, pues lidiar con una maleta encantada con el conjuro de extensión indetectable no era de lo más sencillo. Una vez ya había dejado sus cosas, comenzó a leer un poco el libro de Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos buscando y leyendo a los occamys para saber como cuidar correctamente a Light. Tras cierta lectura, observación y varias mordeduras de Light, descubrió que este era hembra. Decidió mantener el nombre, pues le parecía unisex. Al cabo de un rato quiso salir para contemplar el interior de Hogwarts y explorarlo por completo, claro está, así que salió de su habitación medianamente abrigado, pues ya era de noche. 

Salió con cuidado, no quería ser descubierto por Filch y ser castigado en su primer día. Apareció en la planta base del castillo a si que simplemente se paseó por ahí sigilosamente. Subió a los pisos superiores, visitó las aulas que ya estaban abiertas, volvió a bajar y quiso salir a los patios, pero el portón estaba cerrado así que buscó alguna salida pero no encontró ninguna. Con la esperanza de tomar aire fresco buscó algún patio interno. Tras un rato de búsqueda y de casi ser descubierto por Filch, salió al patio con éxito. El patio era tranquilo, se respiraban los restos de verano notándose el comienzo del otoño. Una suave brisa movía su pelo ligeramente.*-Es... mágico, tan tranquilo...-*  Se sentó en un banco de piedra que encontró y sacó una libreta del bolsillo, done comenzó a dibujar al patio que tenía frente a sus ojos mientras pensaba ilusionado, en el cambio tan radical que daría su vida.