Capítulo 1

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Muy bien, soy la escritora así que hoy voy a contarles la historia de la bella durmiente, y mas les vale que presten atención que no voy a repetirlo a los "niños" distraídos que se la pasan todo el día en las nubes ¿entendido?

Bien...

Empecemos con el acostumbrado "Había una vez"... que aburrido, ¿a quién se le ocurrió poner en el principio de cada historia había una vez? De seguro fue alguien que no le dio la gana poner algo más creativo, en fin...

Había una vez, en un reino muy lejano... maldita sea ya me harté de estas viejas frases estereotipadas, voy a contar esta historia a mi modo, y si a alguien le molesta pues que cierre la ventana ahora...

...si todavía sigues aquí, bien por ti. Continuemos:

Era un reino gobernado por un rey algo viejo llamado Wammy y su esposa a la que nadie se molestó en ponerle un nombre, aunque asumimos que es tan vieja como Wammy o más. Entonces, cómo se dieron cuenta de que algún día iban a morir * cof cof preferentemente envenenados o asesinados por el pariente más cercano cof cof * decidieron que tenían que tener un hijo.

Lo intentaron pero como eran demasiado viejos para tener hijos -nadie quiere tener nada que ver con el sexo octogenario.- decidieron adoptar. Una de sus sirvientas estaba en estado, aunque creyeron que era algo obesa en un principio, la tuvieron en el castillo. Al momento del parto la pobre mujer murió, ya saben, misteriosamente.

Entonces la familia Wammy decidió hacer una gran fiesta por el nacimiento de su heredero. Como no sabían bien si era niño o niña, lanzaron una moneda al aire para decidir de qué forma lo iban a criar, salió cruz, digo, niña. Y le pusieron de nombre Elle, a falta de otro nombre que no tuviera género.

A la fiesta acudió todo el reino, pero los invitados más importantes eran las hadas madrinas quienes tenían que dar sus bendiciones al recién nacido.

-¡Muy bien! ¡Aquí está por quien lloraban!

-No es para tanto Mello.- le dijo una voz apagada desde el suelo.

-Maldita sea Near ¿¡por qué siempre tienes que amargarme el día!?

Pronto aparecieron las tres hadas madrinas, o padrinas, como gusten decirles. Un chico rubio, uno albino y otro pelirrojo con un cigarrillo en la boca y lentes particulares que no había dicho nada para no involucrarse en la pelea.

-Bienvenidos a mi castillo - les dio la bienvenida el rey wammy, con un abrazo a cada uno.

- Habríamos llegado antes en mi motocicleta si no hubiera tenido que ir a buscar a estos dos vagos buenos para nada.- señaló el rubio llamado Mello.

-Si no te hubieras detenido a comprar a último momento tus condenados chocolates habríamos llegado antes - rebatió el albino de nombre Near sentado en el suelo.

-¡Serás...!- estaba por arrojársele encima pero había sido detenido el pelirrojo de nombre Matt.-Ya Mello, ya me estoy cansando de interponerme entre ustedes dos!

-Ehh - interrumpió Wammy

-Eh? ¿Qué quiere el viejo? Ah sí, las bendiciones. En donde está el bodoque ese...- Mello se asomó a la cuna, encontrándose con un bello niño de cabellolo negro medio azulado y unos profundos ojos negros. ¡Que lindo! ¿Quién es el bebé bonito? Si tú lo eres.-y se puso a jugar con sus piecitos.

Los otros dos también se acercaron. -Mello... ¡Mello!

-Bubu... ¿Qué?!

-Las bendiciones.- acotó Near

-Ah si, lo olvide, pero con esta carita tan linda no se te enternece el corazón? .- y lo alzó poniéndolo a la altura de su frente. Near lo miró con grandes ojos, para que una pequeña sonrisa aflorara en su cara.

L Bello DurmienteWhere stories live. Discover now