Capítulo 2

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Yagami Light contempló el cielo azul del día, si, cielo azul, o acaso se esperaban que fuera verde o rojo, si quieren ver eso váyanse a la droguería más cercana y comprense un… ejem creo que ya me salí del tema, ¿no?

Como sea Light, un chico de unos diecisiete años aproximadamente si mi vista no falla, o es que tiene el mejor cirujano plástico del mundo para dejarle la cara que tiene, cabello castaño corto con el flequillo cayendo por los ojos, y un cuerpazo que hasta el glaciar más frío se derretiría en segundos con solo verlo.

Volviendo al hilo de la trama, no, no se me está desarmando el pulóver, Light contemplaba el cielo mientras estaba saliendo de la casa, porque si lo viera desde dentro de ella o está mirando a la ventana o le robaron el techo, y se dirigía a sus muy importantes clases en el instituto-castillo, ya que un chico atractivo y ambicioso como él tiene que tener una muy cultivada cultura e inteligencia para así un día llegar a dominar al mundo ¡jajajajajaja!

-¿Quién dijo eso? ¿Quién se está riendo de forma tan macabra?!-Exclamó Light ante la voz omnipotente de la autora.

Oops, lo siento.

Light se dirigía a sus clases, acompañado de cerca, no, no las cercas de los jardines pedazos de animales, ya déjense de los dobles sentidos por un rato ¿no? Acompañado por la figura azulada de un extraño ser denominado Shinigami, según la mitología japonesa. Con unos ojos saltones tipos los pescaditos de colores de los acuarios, un traje de cuero muy apretado al cuerpo, por no decir cosido a este, y un pelo erizado como las puntas del peine pero al revés.

-Light, necesito manzanas.

-Hace media hora que te dí una.-murmuró amargado el castaño, harto de manzana esto o manzana aquello.

-Ya te dije Light que las manzanas son para mí como los cigarrillos para ustedes los humanos.

- O sea que padeces de una terrible e incurable adicción a las manzanas, oh oh eso es horrible horrible, nunca pensé que escucharía decir de tan "terrible enfermedad"-nótese claramente el dejo de sarcasmo en su voz.

-Dame manzanas o te juro que gritaré todo el día en tu oreja…

-Ryuk no estas exage…?

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!

-¡BUENO SI VOY! ¡CÁLLATE QUE ME QUEDO SORDO!

La gente se volteó a ver al loco que le gritaba al aire. Se me olvidó explicar que Ryuk, el nombrado shinigami, solo puede ser visto y, por desgracia, oído por Light, se suponía que Ryuk debería de haberle entregado algún "cuaderno" a Light para poder estar en el mundo humano, pero accidentalmente al dárselo se le cayó por a un pozo sin fondo cercano a su lugar de encuentro, y ahora Light está condenado a pasar el resto de su vida a ser seguido por este shinigami o hasta que alguien encuentre el cuaderno y lo destruya, cosa que no pasará en los próximos cien años cuando dinamiten una cueva y un trabajador se caiga por una grieta y encuentre el nombrado cuaderno.

Como decíamos, vemos ahora a Light frente a una tienda ambulante de verduras y frutas, comprando unas manzanas para su "mascota'' .- Dios, olvidé que las cosas como tú no respiran…

-Pues ahora no se te olvidara por un buen rato.- dijo Ryuk devorando media manzana de un bocado.

-Y mi sentido de audición tampoco.

Como no ocurrió mucho en el lapso que a Light le tomó llegar a sus clases en el castillo-instituto, tomar sus clases de idiomas, lógica, ciencias oscuras, y trabajos domésticos, y volver a casa, solo me limitaré a describir todo eso con un "…" puntos suspensivos.

L Bello DurmienteWhere stories live. Discover now