Capitulo 31

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Sol. Arena. Agua salada. Gente desconocida...

Todo, absolutamente todo era una fuente de gérmenes.

Sakusa había sucumbido a las suplicas de Komori para venir a la costa. Pudo aguantar en no ir el mismo día que todos decidieron irse, pero aquello solo llevó a que el de pelo cobrizo le despertase a las cinco de la mañana para ir cuanto antes a disfrutar de las vacaciones en la playa.

No se enteró prácticamente de nada del viaje ya que había estado durmiendo. Y cuando volvió a abrir los ojos estaba en una cama esponjosita rodeado de suelos, paredes y techos de madera. El claro sonido del mar chocando en la orilla y los graznidos de la estúpidas gaviotas le hizo ver que estaban en la modesta casita que alquilarían en esos días.

Y para colmo estaba solo en la maldita habitación. Pero tampoco pudo pensar mucho en eso cuando se tuvo que levantar con prisas y buscar el baño para inclinarse frente a la taza del váter y vomitar en él, o al menos intentarlo.

No le había dicho a Komori de su estado. Era un secreto demasiado culposo pero del que tenia miedo de hablar. Se le había pasado seriamente por la cabeza que podría huir y refugiarse en Canadá. Él tenia más que claro que iba a tener aquel bebé aunque fuese en contra de su familia.

Se enjuagó la boca y se lo pensó dos veces antes de limpiarse con la toalla a su izquierda. No sabia de donde habría salido o si había sido lavada correctamente. Tenia más claro que el agua que si antes se cuidaba de los gérmenes flotando por cualquier lado, ahora los evitaría mucho más debido a su estado.

Enfermar en un embarazo no era recomendable.

Al final se secó con su camisa. Era suya y sabia que había sido lavada a la temperatura correcta y guardada en su armario con un pequeño purificador de aire. Declinó el comer el aparente rico desayuno que hizo Komori tomando en su lugar una taza de te calentito aún sabiendo que podría sudar por el calor que hacia y acabaron cambiándose a un bañador para ir a la playa donde todos ya se encontraban allí.

Por eso él se quedó abrazando sus piernas en la sobra que le proporcionaba una sombrilla lejos del agua pero rodeado de la fastidiosa arena y del resto de "amigos" que gritaban en vez de hablar. Pero sus ojos solo podían quedarse en los cinco bebés a su derecha algo alejados.

Tenían unos mamelucos cortitos y movían sus bracitos y piernitas de forma constantes y sus ojitos intentaban mirar todo y nada a la vez.

Quería cargarlos, a uno como mucho... Pero eran una maquina de babas constante.

Las dos niñas parecían a las que más atención tenían. Y lo veía normal, ya que eran las únicas chicas entre tanta testosterona flotando por el aire. Los niños balbuceaban menos unos de ellos que parecía gimotear. Y parecía el menor de los Miya.

Apretó los labios y apartó su mirada cuando la enorme barriga de Oikawa entró en su campo de visión para ir y sujetar entre sus brazos a la niña de Atsumu. Dentro de unos meses él estaría así de redondito pero... No sabia si tendría apoyo o si quiera estaría allí.

Buscó a Komori quien se encontraba dentro del agua jugando con Soichi y Shiro. Tenia atrapados a ambos entre sus brazos y parecían reír con ganas mientras los zarandeaba con suavidad. Si prestaba atención podía escuchar sus risas hasta donde estaba. Atsumu tenia a Seiya en sus brazos- que se aferraba con fuerza- mirando como los otros se divertían. Sus gafitas de culo de botella fielmente colocadas en su carita. Ver al niño sin sus padres alrededor le dio a entender que la fabrica de bebés había vuelto a funcionar y les habían encasquetado al chiquillo a Atsumu y su familia.

Fuera del agua, Kageyama y Nao jugaban en la arena junto al revoltoso cachorrito. Tenían cubitos y palas para hacer castillos. El peliblanco tenia un sombrerito del mismo color que su pelo cubriéndole del sol. Kageyama, pareciendo buen padre, estaba detrás del niño siendo un escudo contra el sol que impactaba directamente a su espalda sin camisa. Ambos sumamente concentrados con el ceño un poquito fruncido y la lengua por fuera por parte del niño. A ellos se les unió Sora y Kenji que fueron recibidos por una bonita sonrisa de Nao.

Siempre fuiste tu (AtsuHina) EDITANDOOù les histoires vivent. Découvrez maintenant