Entrenar

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Cuando llegó la noche todas estaban los dormitorios femeninos (Que eran bastante grandes), tal y como le habían dicho todas las chicas incluyéndola, se quitaron las máscaras y las bufandas.

— ¡Kanao-Chan eres hermoooosa! — Mukago saltaba sobre ella mientras la abrazaba y la acariciaba

— Muy linda — Linda — Hermosa — Bien... —

¿Ella Linda? ¿Era verdad? No, ella misma sabía que eso era mentira.

— Aunque deberías comer un poco más — Ozaki que tocaba sus costillas y su cintura — Fumu — Asiente — Todas te daremos una parte de nuestros almuerzos —

— ¡Sí! —

Todas se pusieron de acuerdo demasiado rápido.

— Haremos que seas más hermosa que la tonta de Ume de la unidad 1 — Ríe mientras mueve sus dedos, algo bastante raro para Kanao

— ¿Ume? — Kanao no sabía a quien se refería

— La chica que te trajo — Hana habló — Se hace llamar Daki, pero su nombre es Ume — Pone una sonrisa torcida — Es la chica más linda de la orden —

Kanao solo se queda callada, algo sorprendida — ¿Es tan linda? —

Todas asienten.

Kanao solo puede sonreír, de cierta manera se sentía... bien.

[ • • • ]

— ¿Entrenamiento? — La de ojos violetas miraba a las personas al rededor suya

— Sip — Mukago se empezaba a poner un uniforme negro — Aunque normalmente entrenamos en el reino espiritual, de vez en cuando practicamos en el físico también —

Todas salen de los dormitorios, ella solo las sigue.

Cuando llegan al lugar donde apareció por primera vez, todas se quedan quietas.

— ¿Qué esperaremos? — Kanao miraba curiosa a las chicas

— Que un maestro venga — Ozaki le sonreía

— ¿Maestro...? — Kanao mira alrededor — No veo a nadie cerca... —

— Maestro presente — Dice en voz alta Hana

De la nada aparece una persona, tenía el cabello largo y sus ojos eran azules, alto y... bueno, bastante guapo.

— ¿Están todas? — El Maestro mira y empieza a contarlas — ¿182? —

Kanao alza su mano algo nerviosa — P-Presente —

— Maestro Giyuu Tomioka, si necesitas entrenamiento físico habla conmigo, el entrenamiento espiritual es con varios maestros pero el físico solo conmigo — Habló rápidamente la persona que acababa de llegar

Luego de mirar a todas las personas asiente y empieza a caminar.

Todos lo siguen.

Pasaron una gran puerta, detrás de esta un área bastante grande se extendía, como un patio.

— Está es la zona de entrenamiento — Le hablaba en voz baja Mukago — Para venir debes tener permiso de Tomioka-Sensei, tenlo presente — Kanao solo asiente.

El entrenamiento era... infernal.

Ese maestro no tenía piedad de sus alumnos, o al menos esos pensarían los hombres, para las mujeres era un poco más liviano, igual arduo pero no mucho.

Al menos no para aquellas personas con algún entrenamiento anterior, para Kanao si era un infierno.

Ella respiraba con dificultad apenas inició el entrenamiento, pero el maestro solo le gritaba y le decía que siguiera.

Una existencia - KanaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora