Pesadilla

528 51 4
                                    

— ¡Kanao! — La llaman.

Quiere abrir sus ojos pero no puede.

— ¡Mírame! ¡Kanao! — Ella quiere abrirlos, quiere mirar al dueño de la voz, pero sus ojos no se abren.

Hace fuerza, pero no puede.

— ¡Repite lo que te diré! — Ella escucha — ¡Muz E Nor Ro No Na! —

Abre su boca, pero una voz le dice una simple palabra, tan simple pero desencadena miedo.

Hola

Siente presión su pecho, así que habla rápidamente — ¡Muz E Nor Ro No Na! —

Luego por fin abre los ojos.

— ¡Kanao! — Varios de los estudiantes también los miraban — Me asustaste... — Rengoku suspira — Ve con Giyuu-san, puede que las prácticas espirituales no sean tu fuerte —

Ella se levanta, mira a sus compañeros y hace una reverencia, se sentía mareada, pero camina hacia la puerta.

Sale por esta y camina por el largo pasillo arrastrando su mano por la pared de madera marrón oscuro.

La imagen de ese ser no sale de su cabeza, ojos rojos, sin parte blanca, solo rojos,una sonrisa macabra, sus brazos extendidos...

Al recordar toda la imagen, siente un ligero escalofrío.

Camina hasta la primera sala a que entró, de allí toma rumbo hacia la zona de entrenamiento.

Al llegar mira al profesor que la miraba de manera extraña.

— ¿182? — Ella asiente — ¿Porqué estas asustada? — Ella agacha su mirada y niega — Vale... ¿Quieres entrenar? — Ella asiente.

— Quisiera... entrenar un poco — Hace una reverencia — Ayúdeme, por favor —

Giyuu asiente — Son pocos los que piden entrenamiento extra ¿Qué clase deberías tener ahora? —

— Entrenamiento espiritual — Giyuu alza una ceja, ella vuelve a mirar al suelo

— ¿Te escapaste? — Camina hacia la zona de enfriamiento.

— No pude ingresar al mundo espiritual, los cristales no encontraron mi espíritu — Lo dice un poco avergonzada

— ¿Oh? Eso es nuevo, nunca ha sucedido antes... — Suspira — O sí... —

— ¿La sucedido? — Alza su mirada del suelo y camina hasta estar al lado del maestro — ¿Cuando? —

Giyuu niega — No es nada — Abre la puerta de la zona de entrenamiento.

— ¿Ah? Cualquier cosa me... — La interrumpe

— Vamos, debes entrenar — Camina por la zona de entrenamiento.

¿No me quiere decir? ¿Porqué? — Sin preguntarse más, lo sigue.

La sesión de internamiento infernal finaliza dos horas después, esta vez ella se pudo mantener consciente y pudo ir a la enfermería ella sola.

— ¿Ara? — Kiyo se acerca a ella sonriendo — Ven, siéntate — Le abre la puerta y la ayuda a caminar hasta la cama, la ayuda a acostarse y le entrega un vaso con agua — Bebe —

Luego de tomar agua y algunas medicinas más, ella cierra sus ojos.

— ¿Vas a dormir aquí? Descansa, te despertaré en 20 minutos, en ese tiempo la enfermería debe de estar vacía — Kiyo acaricia la cabeza de la pelinegra.

Una existencia - KanaoOn viuen les histories. Descobreix ara