Visión

468 54 13
                                    

Valeria
Estamos sentados en sillas enfrente de el escritorio de Sailas, el amigo de Jhonathan que trabaja en el banco. Y al parecer encontró algo que nos puede ayudar a saber algo sobre los Noctis o aun mejor algo acerca de Velasco.

-Al parecer tu abuelo es un fantasma ahora amigo por que por lo que descubrí, hay transacciones que se hicieron no hace  mucho tiempo y fueron a parar a diferentes lugares por ejemplo una de ellas  se hizo desde aquí y llego a un pueblo no muy lejos de aquí, y por lo que se tu no vivías aquí aun Jhonathan.

-Tratas de decirme que alguien a estado usando el nombre de mi abuelo para hacer transacciones turbias, ¿Sin que ninguno de nosotros se enterara?

-Eso mismo quiero decir. Puedo hacer que congelen su cuenta y que lo investiguen si te parece-  Ay no. Eso es lo que menos necesitamos, si se ponen a averiguar descubrirán que esa cuenta no pertenece a nadie de la familia de Jhonathan,  contactaran a Velasco y así sabrá que lo estamos investigando y nuestra poca ventaja que tenemos se nos irá de las manos.

-No es necesario, creo saber quien puede ser. No te preocupes yo me encargare del resto, muchas gracias por tu ayuda Sailas- se estrechan las manos despidiéndose- Y si no es mucha molestia crees que me puedas dar toda la información que encontraste de esas transacciones. Las necesito para contactar a mí abogado y hablarle de esto.

-No hay de que Jhon, y no, no hay ningún problema, toma- le da los papeles a Jhon- Ya sabes que si necesitas alguna otra cosa no dudes en venir a buscarme- me mira y añade- Y fue un placer conocerte Valeria y dile a tus padres que les mando saludos.

-Claro que si yo les digo, gracias. Hasta luego- salimos de la oficina y nos vamos por donde vinimos.

-Bueno, funciono- comenta mientras vamos descendiendo las escaleras.

-Ya lo creo- mientras más nos alejamos de el despacho de Sailas un sentimiento de culpa me embarga cada vez más- No se tu, pero aun que apenas conozco a ese hombre me siento culpable por haberlo engañado.

-No eres la única- toma aire y suspira- Estas así por que es un buen hombre y una buena persona y él confió en ti y te ayudo sin rechistar; sin importarle que se pueda meter en un problema y termine sin trabajo. 

-Lo siento- todo lo que dijo iba dirigido más para si mismo que para mí- Ahora entiendo que también... es difícil para ti todo esto. Que tu también tienes que hacer muchos sacrificios y mentirles a muchas personas por su bien si no saldrían heridas.

-¿Ahora entiendes por que tuvimos que mentirles?- aun no le contestaba pero parecía no darle mucha importancia, siguió caminando hasta llegar al auto. Yo solo lo seguía de cerca mientras mi cabeza daba vueltas, mientras le quitaba los seguros al auto le respondí.

-Si- le dije antes de que se metiera al auto de su lado en el asiento del conductor, el alzo la mirada y me vio desde el otro extremo del carro- Los entiendo, por que eso es lo que ahora nosotras les hacemos a mis padres, a nuestros amigos, a la madre de Sara y a su hermano. Mentimos para protegerlos tanto de otros como de si mismos por que si se enteraran, se que no querrían que nos enfrentáramos a esto nosotras solas, al menos se que eso harían mis padres y Oli pero lo que menos quiero y se que las demás tampoco lo querrían es que se vean envueltos en todo esto.

-No están solas- me dice después de escucharme atentamente- Y ya nunca más lo estarán.

-Gracias- se que cuento con el, pero no quiero que se confunda- Aun que eso no cambia nada. Por que yo no quiero vivir escondida toda mí vida temiendo lo peor, temo tener una vida así, una vida sin futuro. Ser cazada y tener un blanco siempre en tu espalda, no es vida; cuando esto termine quiero y espero que tanto tú como los chicos se vayan muy lejos de nuestras vidas y no vuelvan- se que son duras mis palabras pero es lo mejor para todos, esta vida no la quiero y no se la deseo a nadie.

El Camino hacia NaturaeWo Geschichten leben. Entdecke jetzt