Devil May Cry Vol.1

Capítulo -15-

Dante caminó solo por la ciudad dormida, el edificio de las oficinas incendiado detrás de él. El tamaño de la multitud que miraba el fuego se había aumentado, pero él no se había dado cuanta.

Varios observadores notaron su abrigo carmesí y cabello plateado. ¿Seguramente fue Tony? Pero Tony se había ido. La nueva figura tenía un comportamiento diferente, un filo que silencio a todos los espectadores.

Dante se dejó llevar por la ciudad hasta su destino. Sus pies trazaron un camino a través de las calles y callejones, alejándolo de las multitudes y el tráfico. Pero sabía que no estaba solo. El fétido olor a carne podrida penetro en sus fosas nasales.

─ No tienes que reprimirte. ¡Vamos!

Dante se quedó quieto, con las manos hundidas en los bolsillos.

Permaneció inmóvil durante varios minutos y esperó.

Finalmente los bordes de las sombras comenzaron a vacilar con incertidumbre. Criaturas oscuras lo rodearon en silencio: formas humanas sin cabeza.

─ Bueno. Te vez fuerte. No disfrutaría esto si fuera demasiado fácil. – Los ecos de la descarada personalidad de Tony permanecieron en Dante.

Los demonios esperaron hasta que el último de ellos estuvo en su lugar. El círculo completo lanzó un lamento ensordecedor.

─ ¡DAAANNNTEEE!

Dante dio una sonrisa torcida.

─ Si, te hice esperar. Pero te responderé ahora. Dante está aquí.

Sacó la enorme espada de su vaina de la espalda. Algo en la oscuridad hizo que el arma pareciera aún más grande de lo que era. El diseño del cráneo en su empuñadura parecía regodearse siniestramente.

─ Esta espada estaba encerrada, junto con mi nombre real. – Dante pensó en el arma de su padre, llamándolo cuando era niño. Las piezas encajaron en su lugar – Pero, ahora será liberado.

La espada bramó y gimió, agrandándose hasta tener la mitad del tamaño del propio Dante. La hoja de doble filo parecía capaz de cortar una vaca en dos, pero su peso era casi nulo.

─ ¿Quién quiere ser el primero en saber cuántas de mis habilidades se han recuperado?

Los demonios murmuraron con maldad, Dante estaba enormemente superado en número. El tiempo se alargó.

─ Supongo que tendré que ser yo – Dante se lanzó a la masa de demonios, atacando con velocidad y precisión sobrehumanas. La sangre negra brotó indiscriminadamente mientras presionaba su ataque, estaba abrumado por el hedor infernal del propio mundo de las criaturas.

Dante se abrió paso a través de un borde.

─ Vamos, pónganse serios. Esto no es un calentamiento – Dante arremetió hacia su derecha y destripó a un puñado de demonios. Sus ataques fueron tan rápidos y devastadores que las bestias no pudieron asestar ni un solo golpe.

Cortó a través de la horda, derribando a sus oponentes fácilmente.

─ ¡Ni siquiera he sudado!

Los demonios vacilaron ante su abrumadora fuerza. Las criaturas que se alimentaban de la desesperación humana empezaron asentirse ellas mismas desesperadas. Las bestias inhumanas intentaron desesperadamente ampliar la distancia entre ellas y Dante, pero su enorme espada cruzó fácilmente la brecha.

─ ¿Qué pasa? – Dante le dio un guiño juguetón que envió a los demonios más asustadizos correr al final de la fila - ¿Ya quieres escapar?