Capitulo 21

1.8K 117 1
                                    

— Zayn—le llamó la pequeña parándose frente a él— ¿por qué tardaste tanto en volver a casa?
Lo mire perpleja mientras que todo entorno a mi se movía en cámara lenta. Trisha la madre de mi ángel se puso de pie desde donde se encontraba y se acercó a la pequeña quien sonreía al ser acariciada por la delicada y armoniosa mano de Zayn. Harry rió y luego se puso serio al ver la expresión del rostro de Trisha, un rostro demacrado por la tristeza y por los recuerdos que al parecer aun no eran sanados por el tiempo y luego mi vista calló al suelo en donde no pudiera ver algo que podía seguir dañando mi alma y corazón.
— ¿Qué dices Safaa?—murmuro el hombre, Yasir.
— Papá, ¿cómo es que no reconoces a Zayn?—pregunto Safaa.
— Hija él no es Zayn—le retó Yasir.
— Claro que si papá ¿por qué no recuerdas a tú hijo?—exclamó la pequeña atisbado ante los rechazos y negaciones de parte de su padre y luego tomo de la mano a Yasir y la de Zayn y grito casi a punto de llorar:
— ¡Reconocelo papá, el es tú hijo!.
No pude evitar ver a Zayn de esa forma, sus ojos estaban llenos de lagrimas y si no hubiera sido por las miradas de Waliyha y Harry, unas miradas completamente aterrorizadas me hubiera quedado allí. Pero tuve que hacer algo por el chico que amo, por el chico que esta pasando por todo esto solo porque debe protegerme.
— Creo que mejor volveremos otro día—exclamé y tomé a Zayn del brazo para sacarlo de aquella situación.
Salimos de la casa y comencé a jalar a Zayn, a casi arrastrarlo por la vereda. Pero el chico no reaccionaba, él solo caminaba porque yo le exigía hacerlo.
— ¿Zayn?—le exclamé asustada ante su no reacción— Zayn—volví a exclamar está vez deteniendo mi caminar y parándome frente a el.
— Me reconoció—susurro con un hilo de voz.
— Lo sé Zayn, estaba allí junto a ti como siempre—le susurre antes de abrazarlo.
— Mi hermanita me reconoció—fue lo último que oí de su boca antes del mar de lágrimas por el cual fue inundada.
No pude evitar y llore junto a él. Rezando a Dios, quien en aquel momento era el único que oía mis llantos.
— Mis padres no me reconocieron—dijo entre lágrimas.
— Es mejor así Zayn—pronuncié preocupada— ¿que hubiera ocurrido si se enteran?
— Tienes razón—susurró y secó sus lagrimas—gracias.
Se acercó a mis labios lentamente y los capturo con aquella lentitud tan perfecta y única de él.
Lleve mis manos a sus hombros y acaricie parte de ellos. Mientras rezaba para que aquel momento tan amargo y dañino fuese nuevamente uno romántico.

Iba corriendo por la calle, gruesas gotas de agua caían por mi rostro y una torpe sensación de miedo corría por mis venas. Sabia que estaba durmiendo, si no lo hubiese estado Zayn ya me hubiera ayudado a sentirme bien o ya hubiera aparecido brindándome aquella paz tan hermosa que él me brinda.
Doble en la esquina de la calle, y todo me parecía tan familiar, pero a la vez desconocido. Las calles estaban oscuras y la lluvia no cesaba. Y en la oscuridad unos ojos titilantes me observaron. Sentí los latidos de mi corazón como si fuesen los últimos. Los ojos no dejaban de verme con aquella sensaciones de nerviosismo y no se porque razón me desplome sobre el piso. Sentí golpes sobre mi, como aquella vez, como la vez en que Cody quiso matarme. Comencé a gritar tratando de despertar pero nada. Luego me calme, como por arte de magia deje de sentir los golpes, deje de sentir el miedo, deje de sentirlo todo. Me puse de pie aun con los ojos cerrados y una mano, una mano de temperatura perfecta me acaricio. Luego unos labios se posaron sobre mi mejilla y mis ojos se abrieron para ver su rostro.
— Jamás, nunca te ocurrirá algo mientras yo este contigo—dijo y beso mis labios.
— Estoy durmiendo ¿verdad?—le pregunté a aquel chico tan perfecto que osa siempre ser parte de mis sueños.
— Así es—susurró
Estar abrazada a él era tan real como cuando estoy despierta.
— _____ (tn)—me llamó.
— ¿que ocurre Zayn?—dije sonriendo.
— No todo lo bueno es para siempre—murmuró.
Lo mire sin saber a que se refería y fruncí mi entrecejo para luego observar aquellos perfectos ojos.
— Quiero decir que... ¿recuerdas que yo era un enviado?—consultó.
Asentí y sonreí.
— Bueno, tenía una misión está ya fue cumplida.
Fue como un golpe en el centro de mi estomago aquel tenía.
— Pero tú no te vas a ir ¿verdad?—cuestioné alarmada.
— Lo siento—susurró y beso mi frente.
— ¡Zayn!—le llamé pero el ya no se encontraba en mi.
Caí al suelo de manera dramática y comencé a llorar sin detenerme, mi corazón había muerto o quizás él se lo había llevado. Me ahogaba en el llanto pensando y odiándome a mi misma. ¿Cómo iba a hacer ahora para vivir?

Di un salto al sentir los gritos de mi madre tras de la puerta, sequé las lágrimas que caían por mi rostro debido a la horrible pesadilla que tuve. El dolor en mi pecho ardía con rabia y yo rezaba para que aquello fuese mentira, aunque estaba consciente de que lo era.
— ¡Debes ir a la escuela así que ponte de pie! —grito mi madre desde el pasillo.
— Ya estoy de pie—respondí mientras ingresaba a la ducha.

Baje del auto de mi madre he ingrese al instituto, las miradas me seguían los pasos y yo trataba de no pensar en que era el centro de atención por primera vez.
Llegue a la clase de biología y tome asiento en el último mesón. Las chicas hablaban entre susurros y en algunos de ellos podía escuchar el nombre de Cody y de Zayn.
Por la puerta ingreso el maestro Korn y tras él Zayn.
Al verme sonrió y camino rápido hasta tomar asiento a mi lado. Me miro y beso mi mejilla mientras yo entrelazaba mi mano con la suya para sentirlo cerca, más de lo que ya estábamos.
— Buenos días princesita—susurró por lo bajo mientras el maestro hablaba.
— Buenos días —dije mirándolo a los ojos.
— ¿cómo dormiste?—pregunto.
Preferí no responder y recordar aquella tan horrible pesadilla. Entonces el maestro comenzó a dar unas instrucciones de trabajo para la clase. Yo no quería que Zayn se fuera de mi lado nunca, y si para eso debía poner en riesgo mi vida constantemente sería capaz de hacerlo. Ningún dolor se compararía jamás con el dolor que sentí en el sueño, prefiero volverme masoquista en lugar de verlo partir, y prefería mil veces estar en el hospital conectada a suero en lugar de estar en espera por algún corazón que latiera como el mio late cuando esta junto al de Zayn. 
— Cariño—me llamó Zayn— ¿Que ocurre? 
Voltee mi rostro y observe el de él, su perfecto rostro. 
— Solo que te extrañe por la noche—murmuré. 
— Hay algo que debo decirte—susurró. 
— Dilo—le alenté. 
— Pero aquí no—me hizo saber al momento que el profesor se acercaba con la hoja de ejercicios y lo posaba sobre el mesón.

Mi Guardian Angel  | Zayn Malik y tu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora