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Lyanno lleva a Mariah a su oficina y cierra la puerta.

-¿Qué significa que conociste a Brytiago? -Pregunta Lyanno inmediatamente y se sienta detrás del escritorio.

-Es un buen chico, no me lo dijiste.

-No estoy de humor para bromear, ¿cuándo y dónde lo viste? -Lyanno se pone muy nervioso

-Fuimos de compras y chocamos, nada más.

-No fue un encuentro casual.

-No lo sé, no todos los días ves músculos así.- Se muerde el labio pensando en el chico y Lyanno la mira mal.- ¿Qué?

-¿Por qué no te quedaste con él? -Mariah se ríe y se acerca a él, se sienta en sus piernas y comienza a besarlo y él gira la cara. pero ella lo besa con fuerza - Ahora haré desaparecer este mal humor.

- Será mejor para ti.

Se levanta, va hacia la puerta y la cierra con llave. Luego comienza a desvestirse lentamente, en una danza sensual y moviendo la cintura. Con movimientos lentos y provocativos se quita la blusa, quedando en bra. Lyanno la apunta con deleite. Tira la blusa a una parte de la oficina, comienza a balancear las caderas y se quita la falda. La ropa interior no es para nada opaca y no ayuda a Lyanno ni a la erección en los pantalones.

Ella sonríe con picardía y se acerca, con paso lento y seductor. Se sienta sobre las piernas de Lyanno, frotando su feminidad sobre su pelvis. Empieza a besar el cuello, lamer y chupar.

-Te gusta ¿eh? -Pregunta luego de escuchar un pequeño gemido.

-Eres ... una diosa del sexo.

Se desabotona la camisa, besando y lamiendo cada trozo de piel expuesta. Cuando incluso el último botón está abierto, lentamente quita la camisa, luego la arroja a un rincón de la oficina y luego quita los pantalones.

Toma su excitación en sus manos, masajeándola. Empieza a gemir y jadear de placer. Los movimientos se hacen más rápidos, pero cuando está a punto de llegar se detuvo. Ella se arrodilla y se lo lleva a la boca, provocándolo con la lengua. Se retuerce en la silla, por el placer. Sigue subiendo y bajando, con movimientos cada vez más rápidos, cuando lo sientas venir.

Ella vuelve a ponerse de pie y lo hace acostarse en el escritorio y se coloca encima de su miembro, haciendo que sus sexos se rocen. Ellos gimen. Pero continúa su juego, balanceándose por encima de él. Lyanno invierte las posiciones y la penetra con un fuerte golpe, arrebatándole un gemido de sorpresa y placer. Empieza a hundirse en ella, con embestidas cada vez más rápidas y decisivas.

En la habitación solo escucha sus gemidos durante unos minutos y antes de que lleguen al orgasmo.

Te VeoWhere stories live. Discover now