10 meses después.
Vanessa entra a la casa después de un duro día de trabajo, solo quiere darse una ducha, comer rápido y luego dormir hasta el día siguiente. De la cocina sale un muy buen olor, pero las luces están apagadas y ella se sorprende. Sube las escaleras e incluso allí todo está apagado.
-¡Mariah! -Grida-¿Estás en casa?
Pero nadie le responde. Se dirige a la puerta de su habitación que está abierta, entra y sonríe tiernamente al verlas profundamente dormidas. Las cubre bien con la manta y luego se va, sin hacer ruido para no despertarlas.
Se da una ducha, come lo que le hizo su amiga y se da cuenta de que no ha comido, y está segura de que ambas se despertarán en mitad de la noche para comer algo. Después de comer, limpia y deja la comida restante caliente y se va a dormir.
Cinco horas después Mariah se despierta a causa del llanto, sin perder tiempo la hace comer, cuando está llena se desprende del pecho, la hace eructar y luego revisa el pañal que está lleno y la cambia.
Tira el pañal sucio a la papelera de la cocina y se lava las manos. Está a punto de volver a dormirse, la lleva de regreso a la habitación y la deja en la cama, luego baja a comer algo porque su estómago le pide con urgencia comida.
Vuelve a calentar la comida y luego se sienta a la mesa.
Suspira y piensa en el camino que ha tomado su vida en los últimos meses y se pregunta qué pudo haber hecho mal. En realidad lo sabe, pero no puede aceptarlo, en parte ni siquiera se arrepiente. Y en toda esa basura hay algo bueno y gracias por eso.
Después de comer, vuelve arriba y se acuesta.
***
-¡Buenos días! -Saluda alegremente Vanessa -¿Ameneciste bien?
-Sí.-Responde Mariah amantando-No recuerdo cuándo fue la última vez.
- Es una buena chica y nos dejó dormir a todas. Prepararé los huevos, ¿quieres?
-Si gracias.
Vanessa saca los huevos del frigorífico, se abre la puerta de entrada y tras unos segundos aparece Daniela en la cocina con bolsas y una gran sonrisa.
-¿Has estado comprando tan temprano?
-¡Por supuesto! Tengo muchos regalos para mi niña favorita - dice colocando las bolsas en el sofá - ¡Hoy cumple un mes!
Mariah sonríe y mira a su pequeña niña.
Un mes. Ya ha pasado un mes.
-Y ahora está claro quién es el padre -dice Vanessa sirviendo el desayuno.
-Sí, es igual.
- Podrías haber pedido a los dos que se hicieran una prueba de ADN e inmediatamente hubieras quitado tus dudas.- comenta Daniela.- Mira este vestido, le quedará genial.
-Tenemos que hacer una pequeña fiesta entre nosotras.-dice Vanessa
-¿Una fiesta? Normalmente se hace en el primer año.-dice Mariah
- No tenemos que invitar gente y poner música - Vanessa mira hacia arriba - Salgamos a comer.
-¡Sí, hace mucho que no lo hacemos! -
Mariah lo piensa por un momento y luego acepta. Después de comer, miran los regalos que ha traído Daniela.
