Cuando se despierta, el sol ya está en su punto más alto y la habitación en la que se encuentra, que reconoce de inmediato, se siente como si estuviera dentro de un horno, a pesar de que la ventana está abierta. Se levanta y va al baño para calmarse. Una vez hecho esto, sale y toma una camiseta de Lyanno y se la pone.
Sale de la habitación e inmediatamente escucha voces ... Gente gritando. Y como es una persona curiosa, sigue esas voces hasta una puerta abierta.
-Raùl baja la voz ahora,!
-Lo siento, pero no puedo! ¿Te das cuenta de lo que quieres hacer?
-Ciertamente no me quedaré aquí sin hacer nada, eso merece una lección.
-Edgardo, te lo pido por favor. Primero reunámonos todos y hablemos de ello. Todos tenemos que estar seguros y...
-¡Estoy seguro!
-¡Oye!- Exclama una voz que hace que Mariah salte de miedo y gire a los dos hombres.
Lyanno mira a Mariah con su camisa abierta y ropa interior en exhibición. Rauw la mira, pero no mira su cuerpo, permanece fijo en su rostro. Mariah se vuelta y encuentra a Corina detrás de ella mirándola.
-Las conversaciones ajena no se escuchan -dice la rubia.
-Disculpe.- dice Mariah en un susurro y corre de regreso a la habitación de Lyanno.
Luego de unos minutos Lyanno entra con algo de comida para ella.
-¿Cómo te sientes? -Le pregunta sentándose junto a ella en la cama.
-Mejor. Creo.
-Come algo que ya pasó la hora del almuerzo.
-Gracias.- Toma el plato y empieza a comer.-¿Cómo llegué aquí?
-¿No recuerda?
-Salí con mis amigas y luego ... Recuerdo que estaba caminando por la calle y luego nada.
Lyanno suspira y la acaricia.
-No tienes que preocuparte por nada, ahora estás bien -dice ella. La toma por la barbilla y la besa.
***
Mariah pasa todo el día en la casa de Lyanno y también de noche, el chico está muy preocupado por ella y aún no sabe cómo actuar contra su enemigo. Es seguro que Brytiago le haya hecho algo y no puede mantener la calma, pero sus compañeros tienen razón en una cosa: Mariah y sus amigas se han ido a su territorio y no pueden reclamar nada.
A la mañana siguiente, Lyanno lleva a Mariah a casa y siente la tentación de andar con ella y quedarse con ella todo el día para asegurarse de que está bien.
-Ya llamé a su jefe y le dije que no iría a trabajar hoy. Quédate adentro y descansa un poco más y si necesitas algo llámame, ¿de acuerdo?
-Gracias por todo Edgardo.- Dice con una pequeña sonrisa y él la mira sorprendido.- Ese es tu nombre, ¿no?
-Sí, mami, pero solo llámame Lyanno.-le dice y le da un beso.-Y ahora vete.
-Bye.
Mariah sale del auto y entra a su edificio, mientras tanto suena el celular de Lyanno y él contesta.
-¿Qué pasa?
- Tienes que ver algo.