Capítulo 4: La hermosa Kaya y el despiadado capitán Kuro

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Tras recuperarnos, Buggy intentó enseñar a Alvida, Zoro y Snake las bases de haki mientras que yo enseñaba a Nami lo básico del combate.
Había creado para ella una vara metálica extensible con la que pudiese defenderse. No se le daba nada mal y, en más de una ocasión, me dejó un ojo morado. Eso me fue demostrando que aún me quedaba mucho por aprender del haki.

Estuve a su vez pensando seriamente como actuar en Villa Syrup. En una parada que habíamos hecho, había comprado varios libros de medicina en un arrebato, pensando que con ello convencería a Kaya de unirse a mi tripulación. Pero luego estaba Usopp... Quería conquistar a Kaya, pero no por ello perder a Usopp.

Finalmente, tomé la decisión de adelantarme e ir a Villa Syrup con Apofis yo primero.

-Chicos, Nami os llevará. Yo me adelantaré con Apofis... Snake, estás al cargo. Seguid entrenando con Buggy. Para cuando lleguéis es más que posible que sea momento de luchar.

-¿Qué hay en ese lugar que sea tan importante?-quiso saber Alvida.

-El hijo de Yasopp, ¿no?-respondió Snake sonriendo-Siempre he querido conocer a ese chaval. Si tiene la décima parte de talento que tiene su padre, es posiblemente el mejor tirador que vamos a encontrar.

Asentí con decisión y, de un salto, me subí a la cabeza de Apofis y, tras despedirme con la mano, el monstruo marino comenzó a nadar a toda velocidad.

Eso nos permitió llegar a las Isla Gecko en muy poco tiempo. Me bajé en el puerto y mandé a Apofis de vuelta con mis nakamas. Como nadie conocía todavía a los Akuma Pirates, no me preocupé por esconder la Jolly Roger de mi chaqueta y comencé a caminar directo a la mansión de Kaya. Esperaba poder hablar a solas con ella, pero si coincidía con Usopp, aprovecharía la situación para reclutarlo.

Llevaba en una bolsa todos los libros de medicina que había comprado y el cartel de se busca del capitán Kuro. Tenía la intención de acelerar el proceso lo máximo posible, para hacer que confiase en mí y ver si, poco a poco, lograba conquistarla.

No fue difícil encontrar la gran mansión, pero rápidamente me tuve que esconder, ya que el "mayordomo Kurahadol" estaba saliendo del lugar.
Rápidamente escalé por el famoso árbol de Usopp y lancé un pequeño guijarro contra el cristal.

A los pocos segundos, una joven rubia, de tez pálido y sonrisa deslumbrante se asomó a la ventana.

-Hola, ¿eres Kaya, la muchacha enferma de la que hablan en el pueblo?

-Sí... ¿Quién eres tú?-preguntó débilmente.

-Monkey D. Luffy... Soy un pirata.

Eso pareció asustar algo a Kaya.

-Se que suena peligroso, pero si me miras a los ojos verás que no tengo malas intenciones... De hecho me habían dicho que te gustaba la medicina y te he traído mis libros.

Sacando el cartel con cuidado para que no lo viese todavía.

-¿Por qué me ayudas?-quiso saber-No me conoces de nada.

Saqué mi característica sonrisa y me encogí de hombros.

-Las enfermedades del corazón son las que más duelen, pero son fáciles de tratar... Seamos amigos-dije ofreciéndole mi mano.

Kaya se sonrojó, pero aceptó la mano igualmente.

-Somos amigos, ¿no?-ella asintió sonriendo-Pues te propongo que, cuando te encuentres mejor vivamos aventuras juntos... He venido a hablar con un chico llamado Usopp para que se una a mi tripulación y, nos vendría bien alguien... Alguien como tú...-ahora era yo el que se sonrojaba. Me estaba pasando lo mismo que con Nami-Mira... Corres peligro-le tendí el cartel del capitán Kuro-Mis amigos vienen a ayudar, pero me gustaría saber si confías en una banda de piratas...

Akuma Pirates: Reencarné en One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora