Before Us | MTC Libro #1 | [EN EDICIÓN]

Capítulo 51 - Parte 2

COLLIN

Rasqué la punta de mi nariz por décima vez desde los cinco agonizantes minutos que llevamos esperando en estos muebles grises que se han vuelto más incómodos de lo que recordaba.

Acaricié mi barbilla, encontrándome con unos escasos vellos esparcidos por la superficie mientras mis ojos inquietos recorrían cada rincón de la pequeña habitación de paredes beige y el silencio solo se llenaba por el sonido del tecleo persistente de Reese, la secretaria.

Tomé una de las revistas de la pequeña mesita que mantenía la distancia entre Harrison y yo antes de ojerala un poco y luego decidirme por devolverla.

Ajusté mi posición nuevamente, acomodé mi chaqueta, mi cabello y pasé mis manos a través del pantalón para secarlas un poco.

—Joder, juro que si te sigues moviendo así, cualquiera puede confundir tu nerviosismo con un ataque de epilepsia.

—¿Ah?

—Deja de moverte así porque sino quien va a causar las verdaderas convulsiones voy a ser yo por el golpe que te voy a echar.

—Tu si que sabes como apoyar a alguien. — ironicé.

—Hey, estoy aquí, ya no pidas más de mi. — dejó ver sus manos como si con eso demostrara algo — Y deja los nervios para otra ocasión. Me vuelves loco. — su acento británico se enfatizó más que nunca lo cual, si otra fuera la situación, me hubiera causado gracia.

—Ya te dije que no estoy nervioso.

—Vaya manera miserable de mentir...

Me rasqué la nuca mientras una mueca se abría paso entre mis facciones.

—Shhh.— chistó Reese por segunda vez, descolgando el teléfono y mandándonos a callar a pesar de que nuestra conversación no eran más que murmullos poco entendibles, ganándose una mirada de pocos amigos por parte de un impaciente Harrison.

No puedo creer que de verdad nos esté haciendo esperar para hablar con él.

—Esto es absurdo... — masculló de mala gana mientras se ponía de pie — Me cansé de esperar. La puta puerta está justo ahí. — señaló aquello que se encontraba a tan solo unos metros de nosotros.

—Harrison, no creo que— pero mis palabras quedaron al aire tan pronto el decidió abrir la puerta sin ninguna clase de reparo, sin siquiera molestarse en avisar antes. Y sin darle muchas vueltas, realmente no tuve otra opción que no fuera posicionarme rápidamente a su lado.

Y ahí se encontraba él, con su ceño ligeramente arrugado en señal de concentración mientras observaba con fijeza el papel entre sus manos.

—Reese, te pedí que cancel— supongo que el grito escandalizado de la secretaria al percatarse de nuestro arrebato fue más que suficiente para captar su atención.

—Lamento infórmarte que prefiero que me llames Harrison, pero si jugamos a cambiarnos los nombres yo no tengo problema, aunque no es lo mío, terroncito.

Al percatarse de la interrupción, dejó el documento sobre el escritorio, apoyó los codos sobre el mismo y entrelazó sus manos a la altura de su mentón para mirarnos con todo menos diversión en los ojos. La figura de la mujer apareció detrás de nosotros pero un ademán por parte de Thomas que indicaba un 'está bien, yo me encargo' fue más que suficiente para que la mujer volviera a lo que estaba haciendo.

—¿Qué hacen aquí? — espetó con frialdad.

—Vinimos en son de paz. — Forester trazó una sonrisa torcida que bordeaba lo nerviosa mientras alzaba las manos para reafirmar lo dicho — Estoy cansado de sentirme como si estuviera pasando por el divorcio de mis padres de nuevo. — resopló con hastío — Así que será mejor que arreglen el problema entre ustedes porque esto me está doliendo más que el divorcio de mis padres. Y espero que lo hagan rápido para volver lo más pronto posible a la familia feliz de tres que teníamos. — intercambió miradas entre Thomas y yo, una sonrisa tensa acentuando la demanda de lo expresado - Gracias.