Destinados.

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Kyle estaba exhausto, había tantas cosas que hacer entre la escuela y la Corte, además de que no ha tenido noticia alguna de su amigo. Estaba cansado física y emocionalmente, ni siquiera podía mantener los ojos abiertos para seguir estudiando y eso que apenas eran las 5 de la tarde.

El silencio de la biblioteca lo mecía más, pues aquel lugar tenía paz y 0 ruido lo cual Kyle no había podido disfrutar durante un largo rato. Sus ojos comenzaban a cerrarse y él se acomodó entre los libros que tenía para tomar una siesta.

Kyle no tardo en caer en brazo de Morfeo, su sueño era pacífico y nada lo podría estropear, nada excepto una molestia que pesa mil toneladas.

- ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Puedes descansar cuando mueras! -era el hijo de perra de Cartman.

Kyle se despertó de golpe casi cayéndose de la silla donde estaba sentado. Al calmarse, se dio cuenta de la presencia del pendejo de Cartman, quien tenía una risa llena de satisfacción en el rostro. El pelirrojo no estaba de ánimos para pelear con Eric, así que solo suspiro cansado maldiciendo en la cabeza al gordo, recogió los libros ante la incrédula mirada de Cartman y se levantó para irse.

-Hey imbécil te estoy hablando -Cartman seguía a Kyle para molestarlo más.

Broflovski solo giro los ojos y siguió ignorando a la bola mantecosa que lo seguía, hasta que su mirada recayó en una pequeña castaña con mirada fruncida y que buscaba algo o a... alguien. Kyle sonrió malicioso y después grito:

- ¡Heidi, tu novio está aquí! -cuando el pelirrojo miro de reojo a la bola de grasa, está ya se había esfumado.

- ¿Eh? -Heidi miro esperanzada a Kyle - ¿A dónde fue?

-Por ahí -el pelirrojo señalo un lugar al azar porque realmente no sabía a donde se había escondido el gordo.

-Gracias -dijo la castaña para ir en busca de su novio.

El pelirrojo pudo respirar paz de nuevo y con el sueño asustado se dirigió a su habitación, tenía ganas de ir con sus amigos para hablar un rato, pero seguía agotado mentalmente y él quería disfrutar el tiempo que pasara con sus amigos.

Amigos...

Esa palabra retumbaba en su cabeza y cuando pensaba en sus amigos, su mente imaginaba a todos... a todos menos a Stan.

Durante estos días Stan ha sido un soporte para Kyle. El pelinegro sabe que Kyle ha estado estresado por todo lo que ha estado ocurriendo así que lo intenta animar como pueda y ayudarlo cuando ve que Kyle se quiere derrumbar.

Sin embargo, no ha sido el único que lo hace ya que están Pip, Butters e incluso David haciendo lo mismo. Pero Kyle lo siente diferente con Stan... como algo más especial.

- ¡Kyle! -la voz de aquella persona que lo confunde aparece.

-Stan -dice al tener a su amigo más cerca -Hola -dice Kyle sonriéndole.

- ¿Quieres ayuda? -cuestiona el azabache señalando los libros que cargaba Kyle.

-No, estoy bien gracias -contesto el pelirrojo.

Sin embargo, las ojeras de Kyle preocupaban bastante a Stan.

-Oye Kyle ¿Qué tal si vamos por algo dulce? -sugirió el pelinegro con una gran sonrisa.

-Realmente me gustaría ir, pero... -Kyle miro a los libros que llevaba entre sus brazos -necesito estudiar. Están cerca los exámenes de Sirmione para representar a la escuela en los nacionales.

Regresa a mi lado.On viuen les histories. Descobreix ara