XVIII

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Lisa's POV

— ¿Todo listo? — habló el padre de Jennie.

Asiento. — El doctor ya me entregó una lista con todos los cuidados que debe recibir Jennie.

— Perfecto, vamos al auto. — dice la señora Kim.

Hoy luego de cinco meses de espera, Jennie finalmente saldría del hospital.
Yo llevaba el control de su silla de ruedas. Allí abajo se veía tan indefensa y sin comprender nada, pero emocionada.

— Yo los ayudaré a subirla al auto. — digo una vez que estamos frente a la camioneta negra de los padres de Jennie.

La madre de Jennie asiente y el señor Kim rápidamente se posiciona a un costado como si quisiera ayudarme y estar al tanto de todo.
Dejo a Jennie y camino al frente, donde sus ojos y los míos conectan fijamente. Es lista y sabe que la cargaré nuevamente como hace unas horas atrás. Estira sus brazos para recibirme.

— Señora Kim, ¿puede sujetar los mangos de empuje?

— Claro. — expresa.

Jennie envuelve sus brazos por mi espalda, posiciono mis brazos por debajo de los suyos y no olvido las palabras de Amanda la noche anterior al decir que flexionara las rodillas antes de levantarla. Lo hago con cuidado y sostengo a Jennie entre mis brazos. Su padre amablemente abre una de las puertas traseras del automóvil.
Aún con Jennie entre mis brazos camino un poco, hasta poder acercarme correctamente al auto y la coloco con delicadeza en los asientos, tomo el cinturón de seguridad y lo abrocho. Ella sigue con la mirada todo el recorrido de mis manos, la miro y soy consciente de que estamos a escasos centímetros de la otra y tal vez había olvidado la sensación que dominaba mi cuerpo en estos momentos. La veo sonreír al segundo y mientras me alejo de ella hago una pequeña caricia en su barbilla con mi pulgar.
Salgo del interior del auto y los padres de Jennie se encargan de visualizar que todo esté dentro y en orden, una vez que ven todo correctamente cierran la puerta, el señor Kim cierra la silla de ruedas y la pone en la cajuela.

— Lisa. — habla la señora Kim.

La miro y a la vez veo el reflejo oscuro de Jennie dentro del auto.

— ¿Tienes algo que hacer hoy? — pregunta con interés.

— Mmm. — me detengo a cuestionar la pregunta. — Realmente no, probablemente solo voy a estar en casa. — digo despreocupada.

— ¿Te molestaría acompañarnos al departamento de Jennie? — expresa con un tono de timidez en su voz.

— No queremos abusar de tu disposición, sabemos que tienes cosas que hacer, pero ambos quisiéramos entender cómo tratar a Jennie ahora... — esta vez es el señor Kim quién se une y parece buscar las palabras adecuadas para expresar lo que siente. — Ya sabes, ahora que ha perdido la memoria.

Supongo que me llenaba de paz el saber que los padres de Jennie eran tan comprensivos y preocupados por ella. Yo estaba dispuesta en ayudar con todo el proceso de recuperación de Jennie, aunque tuviera que hacer alguno que otro sacrificio, después de todo, era de Jennie de quién estábamos hablando.

— Claro que puedo ir. Yo no tengo ningún problema con ello, me haré cargo del proceso de Jennie. — sonrío. — Tomaré un taxi e iré a casa para asearme y desayunar, estaré en el departamento de Jennie pronto.

— ¿Cómo dices eso? — niega la señora Kim. — Nosotros te llevaremos a tu departamento. — su esposo asiente.

— Es demasiada molestia. — digo no aceptando la oferta.

Sounds | JenlisaWhere stories live. Discover now