Primer día

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Rius abrió pesadamente los ojos, aún no salía el sol aunque el cielo comenzaba a iluminarse; tenía la costumbre de madrugar, algo normal en un pollo pero nada agradable cuando quería dormir un poco más porque era casi imposible conseguirlo. Cerró de nuevo los ojos intentando decidir si se levantaba o hacía un esfuerzo por volver a conciliar el sueño, pero su estómago comenzó a exigirle comida y no tuvo más remedio que hacerle caso.

Miró el huevo que aún abrazaba contra su pecho, lo separó un poco y se percató de lo caliente que estaba a pesar de que no se sentía mal, parecía que tenía fiebre. Seguramente era normal por el huevito, fueron sus pensamientos antes de levantarse y acomodarlo dentro de su sudadera está vez cerrada, así no se caería y estaría caliente.

Con mucho cuidado se puso en pie y fue a la cocina, una ensalada de frutas y algo de pan tostado con miel sería un buen desayuno. Estaba preparando las raciones para cada uno cuando se dio cuenta de que su apetito repentinamente estaba volviendo a la normalidad.

Mayo se despertó con el delicioso olor dulce de café tostado recién hecho, el sol ya estaba saliendo y sus primeros rayos colándose por la ventana le ayudaron a terminar de despertar. Volteo a ver a su amigo pero solo encontró la cama vacía, justo estaba levantándose cuando lo escucho.

R. Que bien, despiertas justo a tiempo, ya venía a buscarte, el desayuno está listo- habló asomándose al cuarto, con el huevo en los brazos.

M. ¿Preparaste el desayuno cargando el huevo?

R. Bueno, no es tan difícil, además mi ropa me ayuda un poco a sostenerlo.

M. De todos modos eres hábil jeje muy bien pollo, así se hace.

R. Jeje gracias...buen provecho -sonrió y comenzaron a comer.

M. Bueno, pues ahora solo debo encontrar la incubadora, espero que no esté perdida.

R. Hablando de eso...¿Es normal que suba la temperatura?

M. ¿Pasó algo? - sacó su tableta y comenzó a escribir.

R. Desperté muy caliente pero no me siento mal...

Mayo le dio un par de mordiscos al pan antes de levantarse y sentir la frente del mayor.

M. Pues parece que tu temperatura es normal.

R. ¿Pero qué dices? Si pareciera que tengo fiebre...

M. ...mmm...quizá solo es tu pecho...¿Puedo?...

Rius abrió un poco su ropa y Mayo solo tuvo que acercar un poco su mano para percibir el calor que emanaba. Tenía sentido, a las gallinas suele subirles la temperatura, pero su pecho y panza se calientan más para poder darles calor a los polluelos, quizá a él apenas comenzaba a ocurrirle eso. Debía de ver cómo seguía reaccionando su cuerpo por si debía abrazar al huevo en ciertos momentos.

M. Bueno, pues de momento tendrás que abrazarlo, hasta que tenga lista la incubadora. - habló mientras anotaba todo rápidamente y Rius le miraba con curiosidad, él sintió su mirada y sonrió con diversión.- Estoy anotando todo porque es nuevo y debemos cuidarlo bien, sirve mucho tener registros.

R. Me siento como bicho de laboratorio.

M. Soy más bien tu doctor personal y próximamente tu pediatra, velo mejor de esa forma.

R. Vale...y...¿Cuánto tiempo tardará?

M. Pues espero que no me lleve más de un par de horas arreglarla, lo difícil es encontrarla.

R. N-no, hablaba...hablaba del huevo. ¿Cuánto crees que tarde en nacer?

M. Oh...Este...pues, déjame ver cómo se desarrolla esta semana y quizá pueda hacer un cálculo aproximado.

Con amorWhere stories live. Discover now