"solo al soñar tenemos libertad, siempre fue así y siempre así será"
- John Keating, la sociedad de los poetas muertos.
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─ ¿TE ACUERDAS DE AQUELLA TEORÍA MUGGLE, draquito? ─ Preguntó Pansy, estaban sentados en el gran comedor junto a Holly, quien se había sentado con su amigo pero este estaba con Parkinson. ─ La del hilo rojo.
La rubia subió la mirada de su plato para mirar a la pareja. Malfoy solo asintio, revolviendo su comida con el tenedor.
─ Siento que nuestros hilos están entrelazados. ─ Suspiró risueña la chica y Holly quiso reír.
Draco se removió incómodo en su asiento y por inercia, dirigió su mirada al chico de Gryffindor, Harry Potter.
Holly notó eso y sonrió volviendo a comer, sospechaba que su amigo sintiera algo de atracción hacia él.
─ Si, yo también. ─ Susurró Draco aún mirando a Potter.
Harry al sentir una mirada en él, se dió la vuelta y vió al rubio mirarlo, los dos chicos se ruborizaron y extrañamente Harry le brindó una pequeña sonrisa. ─ ¡Oh por Merlín! ─ Exclamó Hermione. ─ ¿Le acabas de sonreír a Draco Malfoy?
Harry volvió su vista a sus amigos y contestó nerviosamente. ─ N-no, le sonreí a Holly. ─ Mintió, Ron le creyó sabiendo que hablaba un par de veces con la rubia.
Pero Hermione no le creyó del todo, primero, Harry nunca prestaba atención a sus alrededores y segundo, porque la rubia estaba de espaldas.
Holly miró a Blaise y luego a Pansy, sonrió a medias y siguió comiendo de su plato.
