"los cambios son para los valientes, los cobardes prefieren quedarse dónde están aunque no sean felices"
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HOLLY OBSERVABA A LAS DOS CHICAS QUE ESTABAN CAMINANDO POR EL pasillo. Ginny Weasley y Luna Lovegood, se preguntaba si eran amigas.
Miró sus manos y sonrió, Luna llevaba una revista y Ginny llevaba un dulce. La rubia desvío la mirada cuando pasaron en frente de ella.
─ ¡Sangre sucia! ─ Draco se sentó al lado de su amiga con una sonrisa. ─ Tengo que decirte algo.
─ ¿Sobre qué?
─ Harry Potter. ─ Contestó.
─ Creí que su nombre era San Potter. ─ Dijo Holly sonriendo.
Draco rodó los ojos. ─ Somos amigos ahora. ─ La rubia se alegro por ellos, por fin estaban dando el paso.
─ Wow, nunca creí que esto sucedería. ─ Fingió impresión. Holly notó a Draco más felíz, sonreía más y pasaba las tardes con ella sin molestar a nadie, lo cual le parecía raro pero nunca acotó nada al respecto.
─ Nos vemos en las noches, no digas nada, confío en tí. ─ Dijo Draco.
Holly asintió. ─ Por un momento creí que me pedirias que haga alguna tarea tuya. ─ Bromeó Holly sonriendo.
─ De hecho. ─ Draco sacó un libro y unos pergaminos. ─ Por favor. ─ Suplicó al ver el rostro de su amiga.
Holly rodó los ojos. ─ Solo si prometes besar a Potter hoy.
Draco tosió y la miró impresionado. ─ ¿Q-que?
─ Solo bromeó, idiota. ─ Respondió con una sonrisa burlona la rubia mientras agarraba el libro y el pergamino. ─ A menos que quieras besarlo.
─ ¡Holly! ─ Se quejó el rubio y la chica rió. ─ Haz esto y luego te pagaré.
