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Fighting by your side or for you.


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Una de las primeras cosas que había hecho Jesabella al despertar fue escuchar la risa de James Potter y los regaños de Remus hacia el mismo, lo siguiente fue una queja de Sirius hacia sus dos amigos, la castaña hizo un sonido y enterró su cabeza en la almohada antes de agarrarla y lanzarla a dónde sabía estaría el azabache de lentes.

— ¡Deja de maltratarme Ella! —exclamó y la mencionada soltó una carcajada antes de levantarse y abrazar al hombre lobo— ¿Por qué él siempre recibe amor? ¡¿Qué hay de mí?!

— Remus es el amor de mi vida y merece ser tratado como tal. —respondió aún abrazada del mencionado.

— ¿Cómo que el amor de tu vida? —cuestionó Sirius despertando pues era el único que había omitido el ruido y siguió durmiendo— ¡¿Qué soy yo para ti?!

— Un sarnoso.

— Ella. —dijo Sirius alargando la última letra, su mano tomó de su muñeca y la atrajo hacia él— ¿Por qué no me amas?

— Porque existe Remus.

— Fuiste un buen amigo, Lunático, pero no voy a dejarte a mi chica.

— Gracias Ella, me has sentenciado a muerte. —dijo el hombre lobo, a lo que Ella se soltó del agarre de Sirius y volvió a los brazos de Remus, las quejas del uno y la burla del otro no se hicieron esperar— Por cierto, ¿qué hacías aquí Sirius?

— Dormir.

— ¿Con Ella? —inquirió James alzando sus cejas— No corrompas a mi niña, canuto.

— James. —dijo la castaña— Cierra la boca.

El azabache volvió a emitir una queja ante las palabras de la fémina, más fueron calladas cuando su madre entró a la habitación y los llamó a todos a qué bajaran, lo que había terminado en James dando un brinco ante el recuerdo de la fecha, con una sonrisa en su rostro abrió los brazos y atrajo a sus tres amigos mientras les deseaba una feliz navidad.

Jesabella en cambio se quedó estática cuando el abrazo concluyó, las navidades en su hogar no eran como las de los Potter, no había regalos debajo de un árbol, ni decoraciones, en su hogar acostumbraban a un desayuno y pasar tiempo con la familia, sin embargo, no era exactamente un ambiente de calidez, pues el rostro de sus padres al tener a su hermana mayor cambiaba drásticamente, los regalos simplemente consistían en algún libro o reliquia, muchas veces ni siquiera había uno.

Los Barker no eran materialistas, pero tampoco eran del todo afectivos, esas cosas siempre quedaban entre las dos hermanas quienes en secreto se repartían algún regalo, por supuesto que aquello era antes de su separación.

— Hola Ella. —saludó Peter Pettigrew con aquella timidez que parecía caracterizarlo— Feliz navidad.

— Feliz navidad, Peter.

— Bien, mi hermosa Jesabella, mi casa es tu casa, si quieres comer hazlo, si quieres ir al jardín, hazlo, si ese perro de ahí lo hace tú también puedes hacerlo.

— ¿Hoy es día de atacar a Sirius? —cuestionó el azabache desde uno de los sofás.

— ¿En serio? —exclamó con emoción la única mujer— ¡Increíble! Lo voy a anotar.

— ¡Ella!



─ ✦ ─



— ¿Cómo te sientes? —preguntó Remus sentándose a un costado de Ella mientras ambos veían caer los copos de nieve.

— No lo sé. —respondió antes de abrazarse a sí misma— No sé qué voy hacer Remus.

— Puedes quedarte aquí, James lo dijo.

— Se que puedo quedarme, el sr. Potter habló conmigo diciendo que puedo quedarme todo el tiempo que quiera, pero no quiero arriesgarlos, sé que ellos van a estar en la estación, esperando por mí y si los ven...

— Entonces te aterra más lo que puede pasarnos que lo que te vaya a pasar a ti.

— Se llama aceptar la realidad.

— ¿Entonces que haces aquí? —cuestionó el hombro lobo— Si aceptaste tu realidad no estarías aquí, no habrías tomado la decisión de irte de casa.

— Tengo miedo. —susurró luego de un momento de silencio entre ambos dónde solo podían escuchar la carcajada de Peter y las quejas de sus otros dos amigos.

Remus la observó de reojo antes de atraerla hacia él para que llorara sin que él la viera, el hombre lobo sabía lo reticente que era ante la mirada de otros cuando se ponía así, evadía, negaba incluso llegaba a molestarse si recibía cuestionamientos sobre su estado emocional, Jesabella no quería mostrarse como alguien débil pero que otra cosa podía hacer cuando todo se había vuelto en su contra.

Jesabella tenía miedo de todo, pero sobre todo tenía miedo de perder a quienes la apoyaban sin importar su apellido, los merodeadores estaban ahí para ella sin esperar algo a cambio, no importaba cuántas veces la niña mimada y prejuiciosa saliera a la luz aquellos cuatro magos nunca la iban a dejar de lado.

Y solo cuando sintió unos brazos detrás de ella y la cabeza de otro en sus piernas las lágrimas cayeron aún más por sus mejillas, ahí estaban de nuevo ellos, la cabeza de Ella se ocultó más en los brazos de Remus en un intento de que no la vieran así, pero James Potter sonrió.

— Está bien llorar, Ella. —susurró mientras dejaba suaves caricias en su rodilla— Es de humanos dejar salir todo, no tienes por qué esconderte.

— Dejamos ver tu nariz de Rodolfo. —dijo Sirius causando que Ella riera entre lágrimas, Remus sonrió y con su mejilla dejó una caricia sobre su cabeza.

— Es la peor manera de consolar a alguien. —regañó Peter, Sirius chasqueo su lengua.

— Tiene razón, son las peores palabras para consolar a alguien. —dijo en un murmullo la fémina mientras salía del escondite que Remus le había brindado, las manos de Sirius tocaron su rostro y apretaron sus mejillas.

— Ahí está Rodolfo. —Ella volvió a reír antes de ser ahora abrazada por Sirius.

— ¡Abrazo grupal! —gritó James mientras arrastraba a Peter y Remus hacia donde estaban sus otros dos amigos, Sirius rio al verse apretado mientras que la fémina solo oculto su cabeza para volver a dejar salir las lágrimas, mojando en el proceso el suéter del azabache de ojos grises.

Jesabella había escuchado hablar de como una acción tan simple puede unir las piezas rotas que tenías, sonaba descabellado, pero mientras sentía el calor que desprendían solo pudo comprobar que aquello era cierto, en ese momento parecía como si todas las piezas que no sabía estaban rotas volvían a ser pegadas.

Aquel abrazo fue lo que necesitaba para no hundirse y ahogarse.

— No importa lo que decidas, vamos a estar contigo, peleando a tu lado o por ti. 

Flicker ➳ Marauders EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora