Capítulo 17

5.3K 655 311
                                    

"No estoy volviendo a mi hogar, lo estoy dejando"

Harry suspiró cuando salió de la oficina del profesor Dumbledore, no sabiendo si estaba realmente sorprendido o no de lo ocurrido allí dentro.

Le había pedido a la señora Pomfrey que le permitiera salir antes porque quería hablar con el profesor, y bajo la promesa de que volvería si se sentía mal y tras un último examen, lo dejó ir.

No tenía idea de dónde estaba el despacho del director, pero a buena hora lo encontró justo cuando iba hacia allí, por lo que caminaron juntos hasta una estatua que, para inmensa sorpresa del primer año, se hizo a un lado tras decir una contraseña y mostró lo que parecía ser el paralelo mágico de las escaleras eléctricas muggles.

Tardó por lo menos diez minutos, mientras hablaban de otras cosas, en tomar el valor para preguntarle si era posible no volver con sus tíos, porque, sinceramente, estaba aterrado de regresar. 

Ya se esperaba la negativa, en realidad, pero eso no evitó que se sintiera decepcionado. Le hubiera gustado saber que podía quedarse con Hagrid o donde sea, menos allí. 

Al menos, se encontró con una vaga explicación de porqué estaba en casa de sus tíos: el profesor tuvo la... ¿decencia? No sabía, de explicarle que, al estar cerca de alguien con la sangre de su madre, tendría una protección que lo haría estar seguro. 

Harry no entendía cómo es que podía considerarse seguro en esa casa. 

Quizá si le hubiera dicho que lo golpeaban como lo hacían, existiría una diferencia en el resultado... aunque lo dudaba; a los adultos generalmente no le importaban los niños. Ya le había comentado a una profesora antes lo ocurrido, y esta habló con su tío... nunca, y nunca más, Harry volvió a mencionar el tema, había odiado el castigo por abrir la boca y llenar de "mentiras" a la profesora.

El niño solo atinó a limpiarse los ojos, negándose a llorar por ello. No entendía porqué se sentía así, él sabía que tendría que volver a la casa de sus tíos, se había estado preparando mentalmente para ello. Dos meses con ellos... tal vez podría soportarlo, ya había aguantado diez años, ¿no?

Fue corriendo a su habitación para ponerse el uniforme para el banquete de despedida, todos los estudiantes seguramente ya estaban yendo al Gran Comedor, se había entretenido más de lo esperado con el director.

Al llegar a su sala común, saltó hacia atrás cuando unas serpentinas verdes y plateadas lo recibieron, ahogando un pequeño grito de sorpresa.

Los gemelos Weasley sonrieron delante suyo, apartándose para dejarlo pasar.

—Bienvenido de vuelta...

—...pequeña serpiente.

Harry sonrió de medio lado, aunque el corazón le latía a mil por hora por el susto inicial. 

—Gracias a ti ganamos la copa de las casas— dijo George, radiante.

—Ahora, es mejor que te prepares rápido, la ceremonia de despedida siempre es tan genial como la de bienvenida— siguió Fred.

—Más porque tendrá estandartes de nuestra casa— se rió George, Fred le siguió.

El niño, un poco aturdido, solo asintió y fue rápidamente a su habitación, encontrándose con Theo allí.

—Estaba comenzando a pensar que debería ir solo— comentó, arqueando una ceja.

—Lo siento, tardé más de lo creí afuera— explicó, yendo rápido hacia su baúl para sacar su ropa. Era una suerte que días antes ya comenzó a empacar para no tener que hacerlo todo el último día.

InsecurityWhere stories live. Discover now