Martina vivió toda su vida trazándose objetivos, le gustaba sentirse en control de todo a su alrededor, tenía su vida planeada y no se permitía hacer nada que ella no podía controlar, dejó su país natal en busca de nuevos retos, necesitaba demostrar...
¿Qué día es hoy? ¿Cuánto tiempo he dormido? Me duele muchísimo la cabeza, no siento mis manos, alguien está durmiendo, puedo oír sus ronquidos ¿Alessandro me estará buscando? ¿Qué hora es? Dios mío esto es muy incómodo, siento unos pasos, ¿hay otra personas?
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- ¡Buen día amor! – esa voz, esa voz, ¡puta madre esa voz es de Dimitri! – te traje el desayuno – no puedo creerlo yo confiaba en él - ¿Qué tal dormiste? – obviamente no me habla a mí.
- ¡Buen día! – es Tony ya ha despertado – ¿Cómo van las cosas por allá? - ¿se están besando? ¿en pleno secuestro?¿en serio? No me imaginé que los dos eran pareja, es decir no tengo nada en contra, pero se los veía tan buenotes y machotes, ¡y Alessandro estaba celoso de Dimitri! ¡Martina concéntrate! ¡Ya estas divagando!
- Alessandro esta como loco, ya sabes piensa que es Gabriel quien la tiene, ha sido muy conveniente – ¿Cómo que piensa? Entonces ¿Gabriel no está detrás de todo esto? Por lo menos Alessandro me está buscando.
- ¿Hablaste con los albaneses? – ¿albaneses?
- Sí – respondió – llegarán mañana por la noche para hacer el intercambio – ¿intercambio?¿qué?¿de que habla?¡No! ¡Tienen que pedir recompensa!
- ¿Llamaste a Alessandro? – volvió a preguntar ¿pero que tienen que ver los albaneses y Alessandro?
- Ambos pagarán muy bien, pero solo uno será el ganador – y comenzaron a reír.
- Creo que ya ha despertado – ¡puta madre! ¿se habrán dado cuenta que los he escuchado?
- Dale el jugo, no se nos vaya a morir la "Señorita Martina"– eso fue con burla ¿Por qué hacen esto? Acercó a mi boca una cañita – ¡Toma! – y absorbí el jugo de fresas.
- Dimitri – hablaba desesperada antes de que vuelvan a amordazarme – ¿pensé que éramos amigos? ¿Por qué estás haciendo esto?
- ¿En serio creías que éramos amigos? Solo eres una estúpida que se cruzó en el camino de Alessandro y que hizo que despidieran a Tony, ni siquiera eres tan importante para él, pronto te olvidará, pero ¿sabes para quienes, si eres importante? – y se respondió solo – para los hombres a quienes te venderemos.
- ¿Venderme? – y volvió a amordazarme, en ese momento sentí un piquete en el brazo, no me ha dormido por completo, pero siento una gran ligereza en mi cuerpo, como si no pesara nada, como si estuviera tan relajada que nada de lo que va a pasarme me importa realmente.
- ¿Cuánto le pusiste? – preguntó uno de ellos, pero en estos momentos no puedo descifrar cual.
