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La música volvió a escucharse una vez estuvieron en el primer piso. Había luces de neón que Dejun no recordaba haber visto al llegar, de todas formas no le tomó importancia y siguió a Shotaro a través de la muchedumbre mientras comenzaban a buscar a cierto japonés mayor.

Dejun no pudo evitar sorprenderse por lo bien que su cerebro estaba registrando la música, porque juraba que el volumen no había disminuido en lo absoluto y a pesar de ello algo había cambiado.

Lo atribuyó al alcohol en su sistema, que le había dado poderes auditivos para tolerar la música estridente de la fiesta. Así fue que comprendió porque toda la gente al rededor no lucia incómoda o se quejaba. Ese debía ser el secreto de todo, porque ahora la idea de estar en una fiesta y divertirse le resultaba enormemente gratificante. ¡Estar alcoholizado lo volvía todo mejor!

—Creo haberlo visto por la piscina —susurró Shotaro, entrelazando los dedos de Dejun con los suyos para ir a donde se encontraba la alberca. Desgraciadamente, al llegar, no hubo rastro del mayor por ninguna parte, así como tampoco de sus amigos.

Shotaro soltó un ruidito que a los oídos de Dejun sonó como una especie de ronroneo. ¡Shotaro era tan lindo! No pudo evitar abrazarlo y rozar ambas mejillas, causándole una risa divertida al chico.

—Te pones muy confianzudo cuando tomas —declaró Shotaro, apretando a Dejun al responderle el abrazo —Lindo.

Dejun negó con su cabeza escondiendo su rostro en el cuello del más alto.

—¡Eso es! —exclamó Shotaro entonces, poniendo sus manos sobre ambos brazos de Dejun, separándolo lo suficiente para poder verlo a la cara —¡Separémonos! Y quien encuentre primero a Yuta le avisa al contrario.

—Yup —asintió Dejun, solo alcanzando a registrar la palabra "encontrar" y la palabra "Yuta", cosa que fue suficiente para que emprendiera su camino al interior de la casa, comenzando a vagar por cualquier lugar. Sus ojos empezaron a moverse de lado a lado en busca de una cabellera obscura.

Cinco minutos más tarde y varios tropezones con gente (y de haberse detenido en medio de un grupo de chicos que empezaron a gritar "fondo, fondo" mientras levantaban una bolsa de plástico llena de quien sabe que) por fin pudo encontrar lo que estaba buscando.

A lo lejos, recargado en una de las paredes que daban hacia otro de los tantos cuartos escondidos junto a la sala estaba Yuta. Dejun parpadeó, intentando enfocar su vista y pellizcándose para ver si era real y no un producto de su ebria imaginación.

Tres pellizcos después y Yuta siguió en su lugar. Dejun sonrió victorioso, listo para acercarse al mayor hasta que lo vio aceptar la botella que un chico frente suyo le ofrecía. El cerebro de Dejun recordaba ese rostro. El chico con el que había estado riendo en la cafetería temprano ese día estaba ahí, al lado de él, así como varios de los que reconoció eran sus amigos y amigos de sus amigos quiso suponer.

Retrocedió, de repente el alcohol ya no le brindaba tanta confianza como para acercarse. Frustrado bajó la vista, soltando el aire mientras volvía a llenar sus pulmones.

El aire apestaba a sudor, alcohol y lo que supuso sería marihuana. Arrugó su nariz. ¿La gente no podía hacer ese tipo de cosas en otro lado? Tantos olores lo comenzaron a marear.

Levantó la vista de nuevo, solo para cerciorarse de que Yuta siguiera ahí. La sonrisa del mayor apareció apenas Dejun miró en su dirección, llevando al corazón de Dejun a saltarse un latido.

Dejun se movió en su lugar tal cual un perrito enjaulado. Debía ir por Shotaro para avisarle que había encontrado al mayor, pero a su vez no quería moverse y perder de vista a Yuta.

𝑯𝒂𝒑𝒑𝒊𝒏𝒆𝒔𝒔  🗝 𝑌𝑢𝑥𝑖𝑎𝑜 Where stories live. Discover now