Capítulo 1: De la guerra al matrimonio

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En una tierra lejana, hace mucho tiempo, los humanos vivían indefensos ante las criaturas malignas, por lo que, recibieron la bendición de los dioses para que pudieran protegerse solos. Estos combinaron los débiles núcleos dorados humanos con la esencia de una especie animal o criatura mágica, dándole no solo algunas características de esta especie, sino también el poder y energía suficiente para protegerse a sí mismos y a los demás.

Así, los humanos se vieron favorecidos con diferentes espíritus de animales, siendo los más dominantes los osos, tigres, leones, dragones, zorros... entre otras criaturas.

Por esta bendición, los dioses no cobraron nada, solo colocaron condiciones que esperaban que el humano cumpliese, estas eran: vivir en paz y armonía, en comunidad y, más aún, con el amor como guía.

Sin embargo, la naturaleza del humano hizo que nacieran diversos reinos según las especies, impidiendo la vida en comunidad, haciendo que uno de las condiciones primarias de tal bendición no se llevase a cabo.

Fue de esta forma como varios Reinos se alzaron.

Tiempo después, sobrevino la catástrofe, cuando la guerra asoló entre dos de aquellos reinos, sembrando la destrucción, la violencia y la muerte en toda esta tierra.

Por mucho tiempo se había estado en esta misma situación, después de todo el Reino de los Tigres de Yunmeng habían estado en guerra por más de 500 años con el Reino de los Dragones de Gusu.

¿Y por qué? Nadie estaba seguro, pero algunos de los más antiguos eruditos de ambos reinos tenían sus teorías, aunque diferentes en cada reino; en Gusu decían que se debió a un matrimonio concertado que no fue llevado a cabo debido a una traición por parte de los tigres. En cambio, en Yunmeng, afirmaban que fue un miembro del clan Lan el que secuestró a un miembro de su reino en vísperas de su boda...

Teorías diferentes que solo tenían en común un punto; el matrimonio. Nadie sabía exactamente lo que había provocado tal guerra, nadie lo recordaba con exactitud, y ya sinceramente daba lo mismo; el daño estaba hecho. 500 años de guerra habían cobrado muchas vidas y es por ello que la bendición que antes les ayudó, cada vez era más una maldición.

Por lo que, en un intento de acabar con esa necia guerra, se llegó a un acuerdo propiciado por  aquel que fue bendecido de mayor forma por los dioses, dándole no solo la protección del Fenghuang[1], un espíritu animal mítico de alto nivel, sino la capacidad de tener visiones del futuro para prevenir desastres; el oráculo de la montaña, Xiao XingChen.

La respuesta era simple: Un matrimonio.

Nadie entendía como lo que posiblemente causó el problema en primer lugar sería la solución a este conflicto. Pero el oráculo era sabio, respetado, y ya había demostrado en muchas otras ocasiones que tenía la razón. Es por ello que fue escuchado.

Además, todos estaban cansados de esta guerra.

Sin embargo, la solución dada por el oráculo no fue detallada, después de todo solo mencionó "un matrimonio" como la respuesta, y no dio más explicación de su visión, irritando de sobremanera a la fenomenal Reina de los tigres de Yunmeng, Madam Yu.

–¡¿Un matrimonio?! – rugió la fuerte mujer, haciendo estremecer de miedo a las criaturas más débiles del gran salón –¡Debe estar bromeando! ¡¿Entre quienes?!

–Mi señora, sea prudente... – tan enfurecida estaba que tuvo que ser tranquilizada por su esposo, el Rey de Yunmeng, Jiang FengMian, aun estando ante la presencia del oráculo.

Entendiendo la preocupación de su esposo, la fiera tigresa solo apretó los labios, y sin decir palabra alguna, salió del salón del oráculo con desdén.

Una razón para la paz (XiChengFest2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora