Jungkook se tiene que ganar la vida como un niñero después de que no tener ningún trabajo en sus cuatro años de terminar los estudios.
La primera llamada que recibe es de un padre desesperado ¿Su hijo querrá tener a Jungkook de niñero?
***
☏－Buenos...
Luego de una noche de risas y de decirle a Jungkook que trabajara solo con nosotros se me ocurrió decirle que se viniera a convivir con nosotros...Al principio se negó pero mediante los pucheros de SungJin aceptó. De hecho, tenía una habitación de sobra en la que podría instalarse hoy iríamos a recoger sus maletas.
－¿Preparado para venirte con nosotros? －Le pregunté.
－Sí, espero no ser molestia no era necesario en serio...－Agachó la cabeza.
－Si solamente trabajarás para nosotros prefiero que estés en la casa y no vayas y vengas, así es más fácil. －El solo asintió y se quedó callado por todo el camino.
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Luego de coger todas las maletas y guardarlas decidí echar un ojo a donde vivía antes, un piso un poco...Lamentable, sin parecer ofensivo, solo que no esperaba que alguien como él viviera en un lugar donde casi no tienen luz.
－¿Aquí vivías antes? No pensaba que vivías en un lugar tan...malo por así decirlo. －Vi que me miróbcon una mala cara y caíen cuentade lo que dije－ !No quiero que suene ofensivo!
－Tranquilo, －Rió un poco.－ no es malo que digas eso, yo también sabía que mi piso no valía mucho pero era hasta donde me llegaba el dinero.
Asentí y le dejé paso para que pudiéramos salir, era algo nuevo nunca antes pude pensar que alguien sin conocer lo suficiente pudiera vivir conmigo y mi hijo.
¿Qué me esta pasando con Jungkook?
Luego de arreglar todo nos dirigimos a donde ibamos a vivir y le dejé sus maletas en la puerta para que él pudiera ponerlo como quisiera.
－Aquí dejo tus cosas, si necesitas ayuda avísame voy a estar con SungJin en la sala coloreando o haciendo algo.
－Esta bien. －Sonrío y yo hice el mismo gesto, algo en mi interior se revolvió como nunca, como cuando te dicen que tienes mariposas. Pero, ¿por qué?
Cerré la puerta y volví con SungJin que estaba sentado en el suelo con un papel por delante dibujando a tres personas que eran imposible de diferenciar. Me senté a su lado viendo como pintaba con mucha rapidez hasta que termino el último toque y me lo mostró con una sonrisa.
－¿Te gusta papá? －Su sonrisa era mur bonita igual a la mía me encantaba que mi hijo estuviera así.
－Sí, ¿quiénes son? －Pregunté esperando ma respuesta.
－Este es papá, yo soy este y este es el señor Jungkookie. －Fue señalando cada persona, que era un punto con cinco palos.
De repente salió de su habitación como si lo hubieran invocado las palabras que había pronunciado, mis ojos se abrieron de par en par al ver tal rapidez.
－¿Qué pasa conmigo, pequeño? －Le acarició el pelo, y yo levanté una ceja ¿Desde cuándo tan juntos?
Acerqué también mi cabeza a su cuerpo con mis brazos cruzados esperando a que hiciera lo mismo...Solo se quedó mirándome con una cara de confusión.
－¡Papá quiere que también le acaricies! －Al fin, al menos debo darle las gracias a SungJin por la ayuda.
Él asintio y me acarició el pelo con una sonrisa, yo también sonreí con orgullo cuando terminó. Juntos como el otro día riendo con las ocurrencias del niño.
